Vídeo del Papa. Marzo 2022. Por una respuesta cristiana a los retos de la bioética.
Recemos para que los cristianos, ante los nuevos desafíos de la bioética, promuevan siempre la defensa de la vida a través de la oración y de la acción social.
Papa Francisco – Marzo 2022
¿Cómo responder a los avances de la bioética?
El Papa Francisco responde con un llamamiento a la defensa de la vida y al respeto de la dignidad humana
El Vídeo del Papa comparte la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Este mes de marzo, el Santo Padre aborda los nuevos retos que la bioética plantea al mundo de hoy y hace un llamamiento para que, frente a estos, se “promueva siempre la dignidad humana y la defensa de la vida a través de la oración y de la acción social”.
Consciente de los cambios profundos que el avance de la bioética provoca en el mundo, el Papa invita a acompañarlos sin contribuir a la cultura del descarte, buscando aplicaciones biotecnológicas que sean responsables y respetuosas con la persona y el medio ambiente, y evitando que las ganancias económicas condicionen la investigación biomédica. Francisco llama a todos los cristianos a “no esconder la cabeza como el avestruz” y a proteger tanto la dignidad humana como el progreso.
Este video se ha realizado con la colaboración de la Pontificia Academia para la Vida.
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El progreso tecnológico no es un enemigo
Nadie puede negar el progreso que la bioética ha demostrado en las últimas décadas. Esta disciplina, relativamente nueva, se dedica entre otras cosas a orientar y reflexionar sobre situaciones problemáticas que abarcan aristas económicas, sociales, ecológicas, éticas, biomédicas o biotecnológicas. En la intención de oración de marzo, el Santo Padre anima a no frenar el progreso que implica la bioética ni a “escondernos” de sus campos de acción y de investigación.
Los avances de la bioética nos presentan desafíos. Los riesgos para los cristianos, que el Papa Francisco subraya en este video, son esencialmente dos. El primero es ver al progreso tecnológico como un enemigo y, por tanto, oponerse a él en todos los sentidos e intentar “frenarlo”. El segundo riesgo es sufrir pasivamente, haciendo como si nada ocurriera y llegando a «esconder la cabeza como el avestruz» cuando se pone en duda el “respeto a la dignidad humana». Sólo hay una solución: responder con «un discernimiento aún más profundo, aún más sutil», para acompañar al progreso tecnológico en su camino al servicio del hombre.
Evitar la cultura del descarte
Este abordaje supone una apuesta recurrente del Papa a evitar la cultura del descarte, como el ejemplo de los embriones congelados que se desestiman como “material desechable”. Y también supone no supeditar los estudios y aplicaciones bioéticos a las “ganancias económicas”, ya que “no podemos pagar el precio de la dignidad humana por el progreso”.
Por este motivo, Francisco pide a los cristianos que «promuevan la defensa de la vida»: a través de la «oración» pero también a través de la «acción social». Los cristianos, en efecto, tienen la tarea de participar en el debate público haciendo oír su voz: con un lenguaje adecuado y con argumentos comprensibles en el contexto social actual, pero sin diluir los contenidos y reiterando siempre la necesidad del desarrollo humano integral.
El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “El Papa Francisco siempre insiste en la necesidad de un mayor discernimiento para los desafíos de la bioética, sobre la necesidad de respetar la vida humana y de ninguna manera buscar sus propios intereses, en lógicas de mercado que no tienen límites. Son necesarios criterios de discernimiento que ayuden a salir de una cultura del descarte y promuevan el respeto de la vida en sentido integral, todo lo largo de la vida humana, del nacimiento a la muerte”.
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