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I CONCURSO DE BELENES FAMILIARES Y PARROQUIALES 2023 «CUÉNTANOS TU NAVIDAD»

Desde las Delegaciones de Catequesis de Galicia convocan este  CONCURSO DE BELENES FAMILIARES Y PARROQUIALES «CUÉNTANOS TU NAVIDAD» con la finalidad de ayudarnos a contar y a recordar juntos la historia de la Navidad a través de un elemento que un año más retorna a nuestros hogares y parroquias para recordarnos que nos acercamos a la Navidad, pero que no es meramente decorativo.

Quieren que les contemos y recordemos la historia de la Navidad en nuestras familias y parroquias de una manera creativa y original. Y hacerlo por medio de la imaginación de los niños, que ayudados por sus familias en sus casas y por los catequistas en las parroquias, nos ofrecerán su versión de los acontecimientos que recrean Belenes a partir del relato bíblico (Mt. 2,1-13;Lc 2, 1-20) y de la particular historia familiar o parroquial de ese Belén.

Cuando narramos algo no sólo hacemos memoria y damos voz a un hecho pasado, sino que lo hacemos presente y contemporáneo a nosotros, como si formásemos parte de esa historia. Cuando contamos la historia de navidad entonces esa historia del nacimiento de Jesús es también la historia de mi familia, de mi parroquia; mi historia.

Puedo contar la historia de la Navidad con mis palabras, con mis sentimientos, emociones, con mi particular visión. Y si la puedo contar, también la puedo compartir a los demás. Y si la comparto, entonces se produce el gran milagro de que de nuevo es navidad. ¡Es más navidad! Porque ahora también yo, mi familia, mi parroquia somos parte de esa Navidad. Y así puede ser Navidad en mi casa, en mi parroquia, en la calle, en los lugares donde se necesita la posibilidad de paz que Dios nos da en su Hijo.

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¿Te animas a participar en este apasionante reto?

 

Consulta las bases de este concurso en el siguiente LINK

 

Además este año 2023  se celebra el 800 aniversario de la creación del primer belén  por parte de San Francisco de Asís en Greccio. Por este motivo particular, los católicos podrán recibir las gracias de la indulgencia plenaria a partir del 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada, hasta el 2 de febrero, fiesta de la presentación del Señor, simplemente rezando ante un belén en cualquier Iglesia Franciscana.

 

Fuente: catequesisdegalicia.org/

Campamentos diocesanos de niños CHILD 2023 y adolescentes YOUNG 2023 – ¡Ya está abierta la inscripción!

 

¡Ya está abierto el plazo de inscripción para el campamento diocesano de niños CHILD 2023  y para el campamento diocesano de adolescentes YOUNG 2023! Además de conocer mucho más a Jesús y estar con amigos, disfrutarán de la playa ¡y mucho más! ¡Este verano les esperan grandes aventuras!

Podrán participar niños desde 4º-6º de E. Primaria para el CHILD 2023 y adolescentes nacidos entre 2006-2010 para el YOUNG 2023

Ambas actividades se llevarán a cabo del 3 de julio al 9 de julio. Los niños estarán  en el albergue de Arnela (Porto do Son) y los adolescentes en Casa de A Tarela (Porto do Son)  y el precio total de cada actividad son 150€, a ingresar antes del 15 de junio.

 

CHILD 2023.- Información e inscripción aquí
YOUNG 2023.- Información e Inscripción aquí

 

Fuente: depasxuventude.com

Jornada de Infancia Misionera: «Uno para todos, todos para Él»

 

El domingo 15 de enero los niños españoles tienen una cita con la Jornada de Infancia Misionera -“el Domund de los niños”-, para ayudar a los misioneros en su trabajo con la infancia. Esta Jornada lleva este año por lema: «UNO PARA TODOS Y TODOS PARA ÉL» 

Esta Jornada es promovida por las Obra Misionales Pontificias. A través de ella, el Santo Padre implica a los niños del mundo para ayudar a otros pequeños como ellos en las misiones. Y cuenta también con adultos comprometidos, para que los misioneros sigan proporcionando educación, salud y formación cristiana a más de 4 millones de niños en 120 países, especialmente a los que no tienen lo necesario para vivir o no conocen a Dios. Somos misioneros, y nosotros vamos a ayudarles con nuestra oración y nuestro dinero.

 

“A los débiles, especialmente a los niños, debemos darles lo mejor que tenemos”
(Papa Francisco)

 

Este año, la Obra Pontificia de la Santa Infancia o de la Infancia Misionera, que lo mismo es, quiere que pongamos nuestro pensamiento en la comuniónen la unidad de todos los que creemos en Cristo. Ya lo dijo el Santo Padre Benedicto XVI la última vez que estuvo en España, para la JMJ de 2011: “Permitidme que os recuerde que seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario (Homilía, 21-8-2011)…

Los niños en la Infancia Misionera deben disfrutar de esta experiencia de Iglesia. Experiencia de compartir, pero no solo los bienes materiales: también la fe, la alegría de saberse querido. La experiencia de saberse útiles, necesarios para los demás, ayudando a llevar la cruz, la dificultad, el peso del día a día a quienes, como nosotros, tienen deseos de ir al cielo.

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MATERIALES propios de esta Jornada.

Tríptico
Guión de Formación
Guión Litúrgico
Revista Iluminare
Cartel Jornada
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(Fuente: https://omp.es/infancia-misionera/)

Vídeo del Papa. Noviembre 2022. Por los niños y niñas que sufren. «Cada niño tiene derecho a jugar, a estudiar, a soñar… y al calor de una familia»

Recemos para que los niños y niñas que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de las guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia.

Papa Francisco – Noviembre 2022

 

 Para el Papa: «Un niño abandonado es culpa nuestra».

 

El Vídeo del Papa comparte la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Este mes de noviembre, las palabras de Francisco van dirigidas a los más pequeños, los niños y niñas que son olvidados, que sufren a diario el rechazo, la indigencia, la pobreza y todo tipo de conflicto, sin una oportunidad real de crecimiento y desarrollo y sin acceder a derechos básicos. Son “condiciones muy parecidas a la esclavitud”, clama el Papa al referirse a los millones de niños y niñas que sufren bajo estas circunstancias, bajo un “sistema que los adultos hemos construido”.

El mensaje de El Video del Papa clama por los derechos fundamentales de los niños, y pide rezar para que accedan a los servicios más básicos y al calor y amor de una familia: “No podemos permitir más que se sientan solos y abandonados; necesitan poder recibir una educación y sentir el amor de una familia para saber que Dios no los olvida”.

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No son números, son seres humanos

Para enmarcar el trasfondo del mensaje de este mes, basta con recordar algunas referencias mundiales. UNICEF subraya que 1000 millones de niños en todo el mundo viven en una pobreza multidimensional (no tienen acceso a la educación, la salud, la vivienda, la alimentación, la sanidad o al agua) y estima que 153 millones de niños son huérfanos. Por otro lado, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU manifestó en una carta reciente que “a finales del año pasado, más de 450 millones de niños —uno de cada seis— vivían en una zona de conflicto, la cifra más alta en 20 años. Una cifra récord de 36,5 millones de niños fueron desplazados de sus hogares como consecuencia de conflictos, violencia y otras crisis”.

El Papa Francisco insiste en señalar que “son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado” y, como tales, los adultos no podemos cerrar los ojos. Para el Santo Padre, “un niño abandonado es culpa nuestra”, no podemos permitir más que se sientan solos.

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Derecho a estudiar, a soñar, al calor de una familia

El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “Ante tanto sufrimiento de niños y niñas en el mundo, a los cuales se les ha robado la infancia, los juegos y los sueños, ¿qué podemos hacer? En medio de tantas crisis imprevistas, como la de nuestra casa común en fuego, el Covid-19, la guerra y su escalada, la crisis económica, ¿cuántas son las pandemias invisibles? Este mes, Francisco abre nuestros ojos, oídos y corazón a millones de niños y niñas olvidados, que sufren en silencio en las calles, en trabajos oscuros, víctimas de la violencia y de la guerra, migrantes y refugiados. Frente a la indiferencia o la impotencia podemos orar. ‘Rezar es encender una luz en la noche’, dijo Francisco en la celebración de la Santa Misa del 29 de noviembre del 2020. Rezar nos hace salir de la indiferencia, la oración se convierte en acción. Escuchemos: ‘¡Cada niño marginado, abandonado por su familia, sin escolarización, sin atención médica, es un grito! Un grito que se eleva a Dios y acusa al sistema que los adultos hemos construido’”.

 

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Fuente: thepopevideo.org

Testimonios de niños y jóvenes en el Vía Crucis del Papa 2021

 

Jóvenes y educadores trabajan juntos preparando el Vía Crucis del Papa 2021

 

El Vía Crucis del Viernes Santo, encabezado por el Papa Francisco, tendrá este año a los protagonistas más jóvenes. De hecho, los niños, chicas y chicos de la parroquia romana de los Santos Mártires de Uganda, el grupo scout Agesci «Foligno I» y los huéspedes de dos casas familiares de Roma, son los autores de los textos y dibujos que comentan las 14 estaciones. Y serán de nuevo ellos quienes lean las meditaciones y acompañen al Papa durante el rito en la Plaza de San Pedro.

 

Portada del folleto basada en un dibujo de una niña del Hogar Familiar «Tetto Casal Fattoria».

 

En su sencillez y concreción, las meditaciones escritas por niños y jóvenes para el Vía Crucis de este año presidido por el Papa Francisco tienen el poder de tocar profundamente el corazón, de conmover y hacer pensar, de desear un mundo más justo y feliz para todos, de interpelar, de convertir.

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Las muchas cruces de los niños del mundo

A menudo se subestima el sufrimiento de los niños. En la introducción del folleto, los niños, dirigiéndose a Jesús, lo subrayan: «Querido Jesús, tú sabes que también nosotros, los niños, tenemos cruces, que no son ni más ligeras ni más pesadas que las de los adultos, sino que son verdaderas cruces, que sentimos pesadas incluso por la noche. Y sólo Tú lo sabes y los tomas en serio. Sólo tú«. Las cruces son el miedo a la oscuridad, a la soledad y al abandono, también por la pandemia, la experiencia de los propios límites, de las burlas de los demás, el sentimiento de ser más pobre que los compañeros, la pena por las peleas en la familia de papá y mamá. Pero hay niños en el mundo que también sufren porque «no tienen comida, no tienen educación, son explotados y obligados a ir a la guerra». Tú, Jesús, estás siempre cerca de nosotros y nunca nos abandonas, concluyen los niños, «ayúdanos cada día a llevar nuestras cruces como tú has llevado la tuya«.

 

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La acusación de un inocente y la falta de valor

Estación I: Poncio Pilato condena a muerte a Jesús. El pensamiento se dirige a un episodio ocurrido en una clase de primer grado: un niño, Mark, es acusado de robar la merienda de un compañero. Alguien sabe que es inocente, pero no interviene para defenderlo. El narrador se avergüenza de esa falta de valor; actuó como Pilatos y ahora se arrepiente de haber elegido el camino más cómodo. «A veces sólo escuchamos la voz de los que hacen y quieren el mal, mientras que la justicia es un camino cuesta arriba, con obstáculos y dificultades, pero tenemos a Jesús a nuestro lado, dispuesto a apoyarnos y ayudarnos.»

Nuestras acciones pueden perjudicar

Jesús está cargado con la cruz: II estación. El pasaje del evangelista Lucas describe a Jesús siendo burlado y golpeado por los que lo retenían. Entre los niños, las burlas hacia uno de los miembros del grupo no son infrecuentes, hasta el punto de llegar al acoso, como en el caso de Martina, que tiene dificultades para leer en voz alta en clase. «Quizás -leemos- no era nuestra intención burlarnos de ella, sin embargo, ¡cuánto dolor le causamos con esas risas nuestras! (…). La persecución no es un recuerdo lejano de hace dos mil años: a veces ciertas acciones nuestras pueden juzgar, herir y pisotear a un hermano o hermana.»

La experiencia del fracaso

En la estación III, Jesús cae por primera vez, el Señor es acusado de nuestros pecados, aparece golpeado y humillado. La experiencia que acompaña a esta etapa es la de un niño que siempre es bueno en la escuela y que, por una vez, recibe un suspenso: «Pensé que no era nada -dice-, sentí el peso de un fracaso inesperado, estaba solo y nadie me consolaba. Pero ese momento me hizo crecer (…). Hoy sé que todos los días flaqueamos y podemos caer, pero Jesús siempre está ahí para sostener nuestra mano».

El amor de las madres

Estación IV: Jesús se encuentra con su Madre. La lectura elegida es la de las bodas de Caná, con la relación entre el Hijo y su madre en el centro. Es una señal para que los niños piensen en su propia madre y en el amor que les acompaña en todo momento. También concretamente «en el entrenamiento de fútbol, en la clase de inglés y en la catequesis de los domingos por la mañana». La meditación habla de la necesidad de amor de los pequeños y quizá ayude a los padres a ser mejores. «Si tengo un problema, una duda o simplemente malos pensamientos, ella siempre está disponible para escucharme con su sonrisa«.

Un gesto de acogida: ver a Jesús en el rostro de la otra persona

5ª estación: El cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz. Hay muchas oportunidades de ayudar a alguien, pero el testimonio que se describe aquí es el gesto de atención que se da a un extranjero de la misma edad. Recién llegado al barrio, observa a los otros niños jugar al fútbol, pero no tiene el valor de presentarse. Un niño del grupo lo vio y fue el primero en acercarse a él e invitarlo a unirse a ellos. «Walid ha sido uno de mis mejores amigos desde ese día«, dice, «así como el portero de nuestro equipo». Sólo cuando reconocemos a un hermano en una persona «estamos abriendo nuestro corazón a Jesús».

A veces se necesita poco para sentirse menos solo

«En verdad os digo que todo lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis», las palabras de Jesús tomadas del Evangelio de Mateo nos introducen en la sexta estación: Una mujer enjuga el rostro de Jesús. Incluso los niños, en sus actividades diarias, pasan por momentos difíciles o tristes y necesitan que alguien les consuele. Como después de perder un importante partido de fútbol en el que querían demostrar todas sus habilidades. «Mientras me duchaba estaba triste y desanimado, pero al salir del vestuario me encontré con mi amigo: me había estado esperando con un refresco de naranja en la mano«. En su compañía la derrota «se convirtió en un recuerdo menos amargo».

Perder algo pensando en los más necesitados

Jesús cae por segunda vez: séptima estación. La meditación relata la experiencia de un alumno de cuarto grado. Se está preparando la obra de fin de curso y quiere el papel protagonista a toda costa. En su lugar, el profesor eligió a John, un compañero de clase bastante aislado. Tras el enfado inicial, el niño entiende y se alegra. De hecho, desde entonces Giovanni está más integrado en la clase. Comenta: «Mi decepción ha servido para ayudar a otra persona, la elección del profesor ha dado una oportunidad a alguien que realmente la necesitaba«.

Ayudar al hermano que se equivocó

Octava estación: Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén. En el Evangelio de Lucas leemos que cuando Jesús las vio les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras y por vuestros hijos«. Este es el punto de partida para decir que «Corregir a un hermano es un acto difícil pero necesario». Esto lo vivieron dos hermanos que habían mentido a su madre asegurándole que habían hecho los deberes esa tarde, cuando en realidad habían estado jugando todo el tiempo. Al día siguiente, uno de ellos dijo que no se sentía bien y no fue a la escuela. El otro va al colegio, pero cuando llega a casa habla con su hermano: «Nos equivocamos al mentir a mamá y él se equivocó al fingir que le dolía el estómago. Le sugerí que hiciera los deberes de inmediato para poder ayudarle a ponerse al día. Una vez terminado, pasamos el resto de la tarde jugando«.

La soledad causada por la pandemia

Jesús cae por tercera vez, estamos en la novena estación. El pasaje evangélico es el del grano de trigo que muere y así produce mucho fruto. La pandemia de Covid-19 entra en escena con todas sus consecuencias incluso en los más pequeños. El sentimiento predominante es la soledad: ya no van a visitar a sus abuelos, la escuela está cerrada, faltan sus amigos y compañeros. «La tristeza de la soledad a veces se hace insoportable«, confiesa una joven, «nos sentimos ‘abandonados’ por todos, incapaces de seguir sonriendo». Como Jesús, nos encontramos con que nos derrumbamos en el suelo.

La alegría que da el dar

10ª estación: Jesús es despojado de sus ropas. También aquí es una niña la que narra: tiene una colección de muñecas en su habitación que atesora. Un día se enteró de que la parroquia estaba recogiendo juguetes para los niños refugiados de Kosovo. Elige entre las muñecas algunas de las más antiguas a las que tiene menos cariño y prepara una caja. Luego cuenta: «Por la noche, sin embargo, tuve la sensación de no haber hecho lo suficiente. Antes de ir a dormir la caja estaba llena de muñecos y las estanterías vacías«. Deshacerse de lo superfluo, concluye, aligera el alma y dar hace feliz.

Una Navidad vivida al servicio de los pobres

«El día de Navidad con los scouts fuimos a Roma, a las Hermanas Misioneras de la Caridad, para repartir el almuerzo a los necesitados, renunciando al día de fiesta con la familia«. No es un sacrificio pequeño el que se describe en la meditación de la 11ª estación: Jesús clavado en la cruz. Pero uno de los chicos confió: «De camino a casa pensé en los rostros de las personas a las que había servido, en sus sonrisas y sus historias… La idea de haber llevado a esas personas un momento de serenidad había hecho que esa Navidad fuera inolvidable«. Servir a los demás con amor «es la enseñanza que nos da Jesús en la cruz».

Jesús perdona al pecador que se convierte

Duodécima estación: Jesús muere en la cruz. El ejemplo de Jesús perdonando el mal recibido hace reflexionar a los niños sobre el mal presente en el mundo, por ejemplo, sobre las mafias que matan incluso a niños. ¿Cómo es posible perdonar situaciones similares? Escriben: «Jesús, al morir en la cruz, dio la salvación a todos. No ha venido a llamar a los justos, sino a los pecadores que tienen la humildad y el valor de convertirse«.

Se llevaron a mi abuelo y nunca lo volví a ver

Todo se ha cumplido, 13ª estación: El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz. Durante este tiempo, muchos niños sufrieron la desaparición repentina de sus abuelos. Uno de ellos cuenta: «Unos hombres que parecían astronautas salieron de la ambulancia, cubiertos con trajes, guantes, máscaras y viseras, y se llevaron a mi abuelo, que llevaba varios días luchando por respirar. Fue la última vez que lo vi«. El sufrimiento también proviene de la imposibilidad de estar cerca de su abuelo y de darle ánimos: «Rezaba por él todos los días, para poder acompañarle en su último viaje terrenal«.

Gracias, Jesús, porque me enseñaste a amar

Decimocuarta estación, la última: el cuerpo de Jesús es colocado en el sepulcro. La meditación propuesta es la acción de gracias de Sara, de doce años, a Jesús. Quiero darte las gracias, escribe, porque «me has enseñado a superar todo sufrimiento confiándome a ti; a amar a los demás como a mis hermanos; a caer y levantarme de nuevo (…). Hoy, gracias a tu gesto de amor infinito, sé que la muerte no es el fin de todo«.

Si no te vuelves como los niños….

En la última oración del Vía Crucis los adultos vuelven a tomar la palabra. Jesús señaló a los niños como ejemplo cuando describió las características necesarias para entrar en el Reino de los Cielos. La primera petición es, pues, la ayuda para poder «ser como ellos, pequeños, necesitados de todo, abiertos a la vida». A continuación, se confían al Señor todos los niños del mundo, para que «crezcan en edad, sabiduría y gracia» y, finalmente, se reza por sus padres y educadores, «para que se sientan siempre unidos a Ti en la entrega de la vida y el amor».

 

Noticia extraída de vaticannews.va