Xornada Diocesana | Ven a celebrar connosco o Día da Acción Católica e do Apostolado Segrar

A Delegación para o Laicado da Arquidiocese de Santiago de Compostela organiza unha Xornada Diocesana con motivo do «Día da Acción Católica e do Apostolado Segrar», este ano 2024 co lema «Laicos por vocación, chamados á misión«

 

Terá lugar o vindeiro sábado 18 de maio no Seminario San Martín Pinario, na Praza da Inmaculada 5 en Santiago.

 

Dará comenzo ás 11:00 da mañá e rematará ás 19:30 da tarde coa Vixilia de Pentecoste presidida polo noso arcebispo D. Francisco na catedral.

Se poderá comer na Hospedería San Martín Pinario (prezo comida 15 € por persoa)

 

O programa será o seguinte:

    • 11:00 h. Oración
    • 11:30 h. Ponencia
    • 12:15 h. Descanso-Café
    • 12:45 h. Traballo por grupos
    • 14:00 h. Comida
    • 16:00 h. Magazine con mesa de experiencias e outras sorpresas
    • 18:15 h. Xesto público en la Praza da Quintana
    • 19:30 h. Vixilia de Pentecoste na Catedral  (presidida polo arcebispo D. Francisco)

Haberá actividades para os nenos de 11:00 ás 14:00 h. e de 16:00 ás 18:00 h.

 

Podes inscribirte a nivel individual ou en grupo no seguinte enlace:

 

 

Sen dúbida será unha gran xornada festiva!

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Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar 2024: «Laicos por vocación, llamados a la misión». Materiales.

La Iglesia celebra el día de la Solemnidad de Pentecostés, este año el 19 de mayo, el Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar. «Laicos por vocación, llamados a la misión» es el lema que la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida propone para la Jornada de este año.

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¿Cuál es el mensaje de los obispos?

La Jornada de este año, explican los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, invita a todos los bautizados a proclamar el Evangelio, a la misión que Jesús encomendó, «que se lleva a cabo con la fuerza del Espíritu Santo”.

Los prelados subrayan en su mensaje que «el envío a la misión procede del Padre, que tanto nos ha ama-do que ha enviado a su único Hijo para que alcancemos la salvación, por su muerte y resurrección. Y es Jesús resucitado el que ha entregado a su Iglesia, a cada uno de nosotros, el Espíritu Santo, que es el alma de la evangelización. Por tanto, es fundamental que descubramos, como miembros del Pueblo de Dios, que tenemos una misión que no es iniciativa nuestra, sino de Dios, que la sostiene y permitirá que perdure por los siglos de los siglos».

En este sentido, el escrito recuerda la celebración del Encuentro sobre el Primer Anuncio, el pasado mes de febrero y la preparación para un Congreso sobre las Vocaciones, que tendrá lugar en Madrid, en febrero de 2025. Con estas dos iniciativas, en el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar de este año 2024, «queremos que resuene con fuerza esa llamada que la Iglesia ha recibido, como asamblea de convocados, pueblo de Dios unido en la misión, a vivir su vocación, que tiene como horizonte la misión. Y de un modo propio y peculiar, destacamos la vocación laical, que se ejercita en la caridad política, en el anuncio del Evangelio en el corazón del mundo».

Por todo ello, insisten en que «los laicos, desde el bautismo, han recibido una vocación, que los hace sentirse corresponsables en la vida y misión de la Iglesia». «Nuestra primera y fundamental consagración – añaden- hunde sus raíces en nuestro bautismo. A nadie han bautizado cura, ni obispo. Nos han bautizado laicos y es el signo indeleble que nunca nadie podrá eliminar».

Para los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida se trata de que «el laico sea laico» por vocación, en todos los ámbitos de la vida. «El laicado vive su vocación encarnado en el mundo, es decir, en los ámbitos de la familia, del trabajo, de la educación, del cuidado de la casa común y, de una manera particular, en la vida pública». Y también se desarrolla en el interior de la vida de la Iglesia, ayudando en al liturgia, en la catequesis, en los grupos parroquiales».

Finalmente, desde la Comisión agradecen el servicio de todos y cada uno de los laicos «comprometidos en la misión evangelizadora de la Iglesia»

 

 

Fuente:conferenciaepiscopal.es

Carta Pastoral de mons. Prieto en la Fiesta de San José Obrero

Día Internacional de los Trabajadores

1 de mayo de 2024

 

Queridos hermanos:

Con motivo de la festividad de san José Obrero – “un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia” (Patris corde 6) – y de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, conviene recordar que “el trabajo es uno de estos aspectos, perenne y fundamental, siempre actual y que exige constantemente una renovada atención y un decidido testimonio. Porque surgen siempre nuevos interrogantes y problemas, nacen siempre nuevas esperanzas, pero nacen también temores y amenazas relacionadas con esta dimensión fundamental de la existencia humana” (Laborem exercens, 1).

No olvidemos que no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo. Por ello, debemos recordar y reivindicar siempre la dignidad y los derechos de los trabajadores, pues “en una sociedad realmente desarrollada el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social, ya que no sólo es un modo de ganarse el pan, sino también un cauce para el crecimiento personal, para establecer relaciones sanas, para expresarse a sí mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo, y en definitiva para vivir como pueblo (Fratelli tutti, 162).

Un trabajo digno es, ante todo, un trabajo en el que se cuida a las personas trabajadoras, favoreciendo la conciliación de su vida personal, familiar y laboral. Debemos procurar, mediante un gran pacto social, las condiciones que hagan posible que la salud laboral sea un derecho fundamental para todos los trabajadores y sea prioritario en cualquier entorno. Un trabajo que cuida respeta la dignidad, asegura los derechos y motiva la responsabilidad y la creatividad profesional.

Con San José, en su corazón de padre trabajador, nos comprometemos en cuidar de modo integral el trabajo, como deber y derecho, como don de Dios, para que sea verdaderamente libre, creativo y solidario.

+ Francisco José Prieto Fernández
Arzobispo de Santiago de Compostela

 

 

Noticia extraída de: archicompostela.es