Cuaresma, un tiempo para la conversión del corazón

Desde el Miércoles de Ceniza a la celebración del Jueves Santo, la Iglesia vive el tiempo litúrgico de Cuaresma

Una invitación para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado.

Una propuesta para alcanzar la conversión del corazón a través de la oración, la limosna y el ayuno.

Un momento de preparase para renovar las promesas del bautismo, tomando conciencia de que ser bautizados implica llevar el nombre de “cristianos”.

Una ocasión para escuchar la Palabra de Dios.

Una oportunidad para reconciliarse con Dios, con uno mismo y con los hermanos.

Es el tiempo de ponerse delante de Dios y dejarse, simplemente, renovar.