La Iglesia diocesana de Santiago homenajea y despide cariñosamente a D. Jesús Fernández, hasta ahora su obispo auxiliar.

  • Una Eucaristía en San Martín Pinario, un acto homenaje y una comida de confraternidad fueron los actos que se celebraron con limitación de aforo

El pasado viernes día 3 de julio, la Archidiócesis compostelana ofreció “una cariñosa despedida” al obispo electo de Astorga, monseñor Jesús Fernández González, que desde el año 2014 había sido obispo auxiliar de Santiago de Compostela. El primero de los actos fue una Eucaristía presidida por el arzobispo, monseñor Julián Barrio, que tuvo lugar en la Iglesia de San Martín Pinario. A continuación, se celebró un acto homenaje en el salón de actos del Instituto Teológico Compostelano (ITC). Y por último una comida de confraternidad en la hospedería de San Martín Pinario. En todos estos actos debido a las restricciones de aforo a consecuencia de la situación provocada por la crisis sanitaria del Covid 19, hubo limitación presencial de asistentes.

“Nos reunimos esta mañana en torno al altar para dar gracias a Dios por la colaboración inestimable del ministerio episcopal de D. Jesús durante estos años entre nosotros. Con las palabras de la Sagrada Escritura podemos decir: “En poco tiempo ha hecho mucho”.- con estas palabras comenzó su homilía el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, en la Eucaristía de despedida y acción de gracias por el nombramiento como obispo de Astorga del hasta ahora obispo auxiliar, monseñor Jesús Fernández que tuvo lugar en la Iglesia de San Martín Pinario con la presencia de sacerdotes, religiosos y laicos en representación de los arciprestazgos, las Delegaciones diocesanos, vicarios y las instituciones y organismos diocesanos.

“Agradecemos su labor pastoral en esta Iglesia particular”, señaló el arzobispo en alusión a los años de trabajo de monseñor Fernández en la Iglesia compostelana, “y le felicitamos por la nueva misión episcopal que se le ha encomendado en la Iglesia hermana de Astorga. Entonces, viniendo de la Diócesis hermana de León, le recibimos con esperanza y ahora le acompañamos con agradecimiento». D. Julián  manifestó también en su homilía que: «Vivimos este acontecimiento en el contexto de la historia de la salvación en el que percibimos que Dios concede el don de lo que manda y por eso confiadamente le decimos que mande lo que quiera, sabiendo que la vida es gracia y tarea y, por eso, encomendamos el ministerio pastoral de D. Jesús en la iglesia particular de Astorga».

 

Agradecimiento

Más tarde se celebró un acto de homenaje en el salón de actos del Instituto Teológico Compostelano (ITC), donde se visionó un video con testimonios diversos sobre la tarea pastoral del hasta ahora obispo auxiliar. Entre ellos, testimonios de todos los obispos de Galicia.

En ese acto celebrado en el ITC intervino el profesor Francisco Durán, subdelegado de Apostolado Seglar en la Diócesis de Santiago, quien dijo que “con este acto, limitado en número por imperativos sanitarios, los diocesanos queremos darle las gracias públicamente…, porque fuimos y nos sentimos agraciados por su presencia”. El profesor aludió a la tarea pastoral que le aguarda a monseñor Fernández en Astorga, tierra de “profundas raíces comunes con esta tierra gallega, testimoniadas por unos límites diocesanos seculares que desdibujan los políticos territoriales vigentes y por su contribución conjunta a la propagación del cristianismo en el noroeste peninsular”.

En el acto intervinieron también: Santiago Fernández González, subdelegado del Clero para la Vicaría de Pontevedra; la hermana Marifé, de las Siervas de San José; Inma Touris, responsable de Acción Católica General en Santiago; así como Germán Torres, director de la Escola Diocesana de Axentes de Pastoral (EDAP).

Puso punto final al cariñoso acto de despedida el propio obispo electo de Astorga, monseñor Jesús Fernández quien agradeció el esfuerzo realizado en la preparación de este acontecimiento, así como en la elaboración del video de testimonios. D. Jesús agradeció la acogida que había sentido desde su llegada a Compostela, dio gracias a Dios por todos los momentos vividos, los que llamó normales y los que consideró singulares. Entre estos, citó su nombramiento como obispo auxiliar y ahora como obispo titular de Astorga. “Son tiempos de gracia”, resumió, mientras pedía a todos seguir trabajando en unidad y en comunión. “Os encomiendo al Señor; rezad también por mí”, finalizó.

 

 

 

 

 

 

Fuente: www.archicompostela.es

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