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25 de marzo, Jornada por la Vida con el lema «Contigo por la vida, siempre»

 

«Contigo por la vida, siempre» es el lema con el que se celebra este año la Jornada por la Vida. Será el sábado 25 de marzosolemnidad de la Anunciación del Señor. «Este día la Iglesia celebra el misterio de la encarnación, cuando el Verbo de Dios asumió, por amor, nuestra naturaleza humana para llevarla a su plenitud». Así lo recuerdan los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida en su Mensaje para esta Jornada.

Además del Mensaje, esta Subcomisión ha editado unos materiales para la difusión y celebración de esta Jornada.

¿Cuál es el mensaje de los obispos?

Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida “invitan a acompañar la vida humana, la vida de cada persona, en todas las fases de su existencia, desde su concepción hasta su muerte natural, aumentando los cuidados cuando la vida es más vulnerable”. Y enumeran las vidas “que deben ser acompañadas”.

En primer lugar, señalan “al inicio de la vida”. Los obispos afirman que “plantear que eliminar una vida humana pueda ser solución para algún problema es una grave equivocación, como ocurre en el caso de un embrión o un feto en el seno de su madre”. Por eso, “las leyes que promueven y amplían el supuesto «derecho al aborto» son absolutamente injustas porque “legalizan la muerte de personas inocentes e indefensas”.

Los prelados reclaman “una serena reflexión” que “vaya a las raíces del problema y busque alternativas reales para que las madres que afrontan, muchas veces en soledad, un embarazo no deseado no tengan que recurrir al aborto”.

También piden acompañamiento para los refugiados e inmigrantes “que llegan a nuestras fronteras, la mayoría de las veces en condiciones tan trágicas”. Recuerdan las palabras del papa Francisco en Fratelli tutti: “Nunca se dirá que no son humanos, pero, en la práctica, con las decisiones y el modo de tratarlos, se expresa que se los considera menos valiosos, menos importantes, menos humanos. Es inaceptable que los cristianos compartan esta mentalidad y estas actitudes, haciendo prevalecer, a veces, ciertas preferencias políticas por encima de hondas convicciones de la propia fe: la inalienable dignidad de cada persona humana más allá de su origen, color o religión, y la ley suprema del amor fraterno”.

En la enfermedad mental pues ante el “alarmante” aumento de suicidios, especialmente entre los más jóvenes, es “un tema que merece ser considerado con hondura”. Los obispos ofrecen la colaboración de la Iglesia para afrontar el tema y manifiestan su deseo de “estar cerca de los familiares y amigos de las personas que se han suicidado, acogiendo y acompañando con respeto su dolor”.

En la ancianidad porque “en una sociedad del descarte y la desvinculación, los mayores siempre tienen mucho que perder” y es necesario “un planteamiento en el que las personas mayores sean protagonistas” y “crear cauces para escuchar su voz y para darles espacio en la vida de la Iglesia y de la sociedad”.

Y al final de la vida, cuando la vida humana “en muchas ocasiones vuelve a ser frágil” y “la gran tentación consiste en buscar falsas vías, que pretenden eliminar el sufrimiento, cuando lo que están haciendo es acabar con la vida de la persona”. Por eso, una vez más, “manifestamos nuestro rechazo a la ley que regula la eutanasia y pedimos la aprobación de una ley integral de cuidados paliativos, dotada de los recursos necesarios, para acompañar de manera verdaderamente humana a las personas en la fase final de su vida”.

Los obispos continúan su mensaje aportando algunas propuestas de acción porque “el análisis realista de la situación” en lugar de “llevarnos al pesimismo” debe “comprometernos en la transformación de este mundo al cual Dios ama tanto”.

En primer lugar, “conscientes de la magnitud del desafío, debemos promover la oración por la defensa de la vida humana”. En segundo lugar, proponen el testimonio personal. Cada fiel cristiano está llamado a dar “testimonio del amor verdadero con palabras y con obras”. En tercer lugar, exhortan a los laicos a comprometerse y acompañar a las personas que deben ser, especialmente, acompañadas.

Los prelados terminan su mensaje pidiendo a “María Santísima, Madre de la Vida, que infunda en nosotros un amor concreto y creativo para instaurar la cultura de la vida, acompañando y acogiendo a cada persona”.

Carteles en castellano y gallego

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José de Nazaret un modelo de padre sacrificado, humilde y trabajador

Hoy, 19 de marzo, la Iglesia celebra a SAN JOSÉ, padre adoptivo de Jesús, esposo de la Virgen María, y a partir del 1870, por mandato del Papa Pío IX Patrono Universal de la Iglesia.

La tradición de la Iglesia lo hizo muy rápido patrono de la Buena Muerte porque murió, según la tradición, rodeado de la Virgen María y Jesús, los que más lo quisieron durante la vida. Ojalá todas las personas que atraviesan dolor y sufrimiento, puedan morir acompañados de Jesús, y consolados y confortados también con la Virgen María.

A pesar de que san José aparece muy poco en los Evangelios y no dice ni una sola palabra en toda la Escritura (por ello, San José es conocido como el Santo del Silencio), de él podemos decir que ha sido ejemplo de humildad, paciencia, prudencia, obediencia, castidad, fidelidad, valentía y esfuerzo. Fue un hombre de fe, quien asumió con amor y entrega total el tesoro que se le depositó en sus manos.

San José fue protector y pilar de la Sagrada Familia, ya que se esforzaba por conseguir el sustento diario. Pero lo más bello, era que San José no se reducía a su papel de proveedor, sino que, junto a María, educó a Jesús, le acompañó en todas sus misiones, le apoyó, le crió, le amó.

Como dijo San Juan Pablo II, “En el mes de marzo, que tanto se aprovecha para hablar de los padres, de festejarles y darles el reconocimiento que se merecen, será necesario tomar el ejemplo de San José, el carpintero, el esposo de María, el Padre putativo, el esposo casto, el justo, el Santo Protector de la Iglesia Universal”.

«Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra», con estas palabras el Papa Francisco describió a san José de una manera tierna y conmovedora.

 

¡ FELIZ DÍA DEL PADRE!

 

 

Fuente: catequesisdegalicia.org

Nota de los obispos de la Provincia Eclesiástica de Santiago ante la Solemnidad de San José

 

La persona y la vida de San José tienen en la historia de nuestra salvación una importancia que ha sido reconocida siempre por la Santa Iglesia, la cual en sus leyes canónicas y en su disciplina litúrgica propone su fiesta como día de precepto (cf. canon 1246). Tradicionalmente el pueblo cristiano ha secundado esta norma dando un significativo realce familiar y social a la fiesta del 19 de marzo.

En este año 2023, el día 19 de marzo, Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y fiesta de precepto en España, coincide con el IV domingo de Cuaresma. Sin embargo, ese día prevalecen litúrgicamente las celebraciones del domingo de Cuaresma.

En consecuencia, con el deseo de señalar el tratamiento debido que dicha fiesta debe tener por parte de la comunidad católica, y teniendo en cuenta la importancia que San José tiene en la vida de la Iglesia y en la tradición cristiana de nuestros pueblos, los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Santiago, para conocimiento de los fieles, disponemos:

  1. Trasladar al lunes 20 de marzo, la Festividad litúrgica de San José. Sin embargo, el traslado de la Solemnidad no implica el traslado del precepto. Por lo tanto, el 20 de marzo, lunes, no es día de precepto. El fiel cristiano que participe en la Eucaristía dominical cumplirá el precepto de San José.
  2. Siguiendo el calendario litúrgico, la Solemnidad de San José se celebrará únicamente a lo largo del día 20 de marzo. Se invita a los fieles a que, en la medida de sus posibilidades, participen en la Eucaristía de este día.
  3. Por razones pastorales, la Jornada del Día del Seminario se celebrará la tarde del sábado, día 18, y el domingo, día 19 de marzo.

 

Santiago de Compostela, 10 de marzo de 2023.

 

+ Julián, Arzobispo de Santiago.
+ Luis, Obispo de Tui-Vigo.
+ Alfonso, Obispo de Lugo.
+ José Leonardo, Obispo de Ourense.
+Fernando, Obispo de Mondoñedo-Ferrol.
+ Francisco José, Obispo Auxiliar de Santiago.

 

Noticia extraída de pastoralsantiago.org

Del 17 al 18 de marzo, 24 horas para el Señor: “Ten piedad de mí, que soy un pecador”

Del viernes 17 de marzo al sábado 18 de marzo de 2023 los templos de las diócesis del mundo se vuelven a unir en la  jornada «24 HORAS PARA EL SEÑOR». Se trata de una invitación del papa Francisco para vivir un encuentro con el Señor y propiciar la reconciliación con Él a través del sacramento de la penitencia. Un carácter penitencial que marca el lema de cada año y que en esta ocasión será: “Ten piedad de mí, que soy un pecador” (Lc 18,13).

Esta Jornada, que nace del Jubileo del año de la Misericordia, se celebra cada año el IV domingo de Cuaresma.

Además, el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, que promueve esta Jornada, facilita un subsidio litúrgico que ofrece algunas sugerencias para ayudar a las parroquias y comunidades cristianas a preparar la iniciativa 24 horas para el Señor. Se trata de propuestas que pueden adaptarse a las necesidades y costumbres locales.

La primera parte de este subsidio, como se explica en la introducción, presenta algunos pensamientos que ayudan a reflexionar sobre el porqué del Sacramento de la Reconciliación. Los textos preparan para vivir el encuentro con el sacerdote en el momento de la confesión individual. También es una provocación para vencer las posibles resistencias que a menudo se oponen para evitar la confesión. Además, se ofrece un testimonio que ilustra el camino de la propia conversión: una ayuda para reflexionar sobre el propio cambio y sobre la conciencia de la presencia de Dios en la vida de cada uno. Se presenta también la vida de una persona, capaz de inspirarnos a realizar obras de misericordia y a continuar nuestro crecimiento personal después de recibir la absolución de los pecados.

La segunda parte está enfocada a la Vigilia y se puede utilizar durante el tiempo de apertura de la iglesia, de tal manera que los que vayan a confesarse puedan ser ayudados en la oración y en la meditación a través de un recorrido basado en la Palabra de Dios.

Las diócesis españolas se suman a esta convocatoria designando distintas parroquias, o la catedral, que permanecerán abiertas durante 24 horas sin interrupción. Además, durante este tiempo se contará con la presencia de sacerdotes para facilitar la confesión.

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Fuente: conferenciaepiscopal.es

Ejercicios Espirituales para laicos en Santiago. Marzo 2023.

“Siempre hace falta cultivar un espacio interior que otorgue sentido cristiano al compromiso y a la actividad. Sin momentos detenidos de adoración, de encuentro orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos debilitamos por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga. La Iglesia necesita imperiosamente el pulmón de la oración…” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 262).

Y para ello están los Ejercicios Espirituales que son una experiencia de oración que busca profundizar y enriquecer la relación con Dios, y nos permiten descansar en el Señor y ponernos a su escucha.

 

Si necesitas vivir esta experiencia, en nuestra diócesis tendremos próximamente  EJERCICIOS ESPIRITUALES PARA LAICOS, en la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales, situada la Avda. de las Ciencias s/n en el Campus Sur de Santiago:

  • Del viernes 24 de marzo (18:30h.)  hasta el domingo 26 de marzo (18:30 h.)

Organizados por la Delegación de Apostolado Seglar de la Archidiócesis de Santiago de Compostela

Se hacen en silencio. Es necesario llevar Biblia, libreta, bolígrafo y útiles de aseo.

Precio por ejercitante: 120 €.  (60 € para personas sin ingresos)

Más información e Inscripciones: D. Javier Porro  (mensaje WhatsApp al 680 42 96 26)

 

¡ANÍMATE A VIVIRLOS!

 

 

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Peregrinación a Lourdes 2023 ¿Te apuntas?

 

La Hospitalidad Diocesana Nuestra Señora de Lourdes de La Coruña organiza una PEREGRINACIÓN AL SANTUARIO DE LOURDES, como cada año. En esta ocasión vuelve a ser en el mes de mayo. En ella participan adultos y jóvenes de toda la Diócesis, los adultos peregrinando y los jóvenes como voluntarios camilleros ayudando a los enfermos.

La peregrinación, con el lema “Que se construya aquí una capilla”, se desarrollará del 13 al 17 de mayo de 2023.

Inscripción hasta el 14 de Abril

Más información en el cartel o en el tríptico que puedes descargar en PDF aquí

 

 

 


La Hospitalidad Nuestra Señora de Lourdes de La Coruña es una asociación privada de fieles voluntarios de apostolado seglar y solidario que ofrece un servicio, sin ánimo de lucro, a favor de personas desfavorecidas o con enfermedades que dificultan o impiden su integración laboral o social. La Hospitalidad tiene como finalidad propagar, difundir y vivir el espíritu del Mensaje de la Virgen Santísima a Santa Bernadette en Lourdes. Pone especial atención en ayudar y asistir adecuadamente a los enfermos, discapacitados, ancianos y personas en riesgo de exclusión social. Depende de la Archidiócesis de Santiago de Compostela.


 

“Otro cumplimiento de pena es posible”.- IX Jornada Interdiocesana de Pastoral Penitenciaria – 2023

 

El próximo 11 de marzo tendrá lugar en la Casa de Ejercicios de Santiago de Compostela la IX Jornada de Pastoral Penitenciaria.

En esta ocasión participará D.ª Mercedes Gallizo, exsecretaria general de Instituciones Penitenciarias, hablando sobre: “Otro tipo de cumplimiento de pena es posible”

 

 

 

Carta Pastoral de nuestro arzobispo D. Julián en la Campaña de Manos Unidas

 

La desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío a nivel mundial. Para muchas personas, pensar en desigualdad y en hambre es pensar en un reto imposible, un problema sin solución ante el que no se puede hacer nada.

Contra esa desigualdad trata de luchar año tras año Manos Unidas que cada mes de febrero pone en marcha su Campaña de Manos Unidas que se celebra el segundo domingo del mes de febrero.

El lema elegido para este año es «Frenar la desigualdad está en tus manos» y quiere ser un llamamiento a la sociedad para luchar por la dignidad y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás.

Y como cada año con motivo de esta Campaña el arzobispo de Santiago, D. Julián Barrio, ha publicado una Carta Pastoral en la que recuerda que el número de personas que pasan hambre y viven en la pobreza, va aumentando cada vez más lo que debe golpear nuestra conciencia: “¿Qué sociedad es esta nuestra en la que tan poco cuenta la dignidad de la persona y tantas cualidades buenas se están perdiendo? Cada uno de nosotros podría ser esa persona que tiene que resignarse a la herida de la desigualdad provocada”.

 

 

Carta Pastoral en la Campaña de “Manos Unidas”. Febrero 2023

“Frenar la desigualdad está en tus manos”

 

 

Queridos diocesanos:

La liturgia de la Iglesia reza así: “Padre nuestro que en los cielos estás, haz a los hombres iguales: que ninguno se avergüence de los demás; que todos al que gime den consuelo; que todos al que sufre del hambre la tortura le regalen en rica mesa de manteles blancos con blanco pan y generoso vino[1]. La Campaña de Manos Unidas llama de nuevo a nuestra conciencia, recordándonos que el número de personas que pasan hambre y viven en la pobreza, va aumentando cada vez más. El cristianismo nace precisamente como amor al hombre. Ayudar a los demás nos permite descubrir quién soy, por qué existo y lo mucho que puedo hacer. Esto suscita en nosotros una pregunta preocupante: ¿Qué sociedad es esta nuestra en la que tan poco cuenta la dignidad de la persona y tantas cualidades buenas se están perdiendo? Cada uno de nosotros podría ser esa persona que tiene que resignarse a la herida de la desigualdad provocada. Cuando sanitariamente preocupa el ponernos la vacuna de turno, nos damos cuenta de que para la pobreza, la desigualdad y el hambre no la tenemos porque son otros intereses humanos los que la dificultan. La pobreza y el hambre no son fruto de la fatalidad ni son culpables los pobres y los que pasan hambre como a veces se argumenta.

Siempre podremos hacer algo

El lema de la campaña de este año ha de inquietarnos: “Frenar la desigualdad está en tus manos”. Es un reto que hemos de asumir. Es posible que nos justifiquemos pensando que poco podemos hacer y que la solución a este problema depende de otras instancias que ostentan el poder. En todo caso esto nunca será excusa para que dejemos de hacer lo que esté en nuestras manos. Esperar a solucionarlo todo para actuar, será una forma de justificar nuestra inactividad.

Los cristianos y toda persona de buena voluntad encontrarán una orientación ética y moral en la Doctrina Social de la Iglesia que recoge el mensaje del Evangelio. Para superar la sima de la desigualdad necesitamos tener como puente un trabajo digno con un salario adecuado que evite el bucle de la dependencia. “Ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria. El gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo[2]. El trabajo por la justicia y la paz es una realidad que nos incumbe a todos, reconociéndonos como hijos de Dios y hermanos los unos de los otros. La desigualdad no se aviene con la fraternidad. El momento de responder es ahora. Como dijo el papa Francisco refiriéndose al juicio final: “la respuesta es sólo una: el cuándo es ahora. Está en nuestras manos, en nuestras obras de misericordia: no en las puntualizaciones y en los análisis refinados, no en las justificaciones individuales o sociales. En nuestras manos y nosotros somos responsables”.

La sociedad puede cambiar

Es posible una sociedad en la que la dignidad humana con todos sus derechos y obligaciones sea el faro orientador. Necesitamos un esfuerzo global para superar las desigualdades, mirando al futuro con esperanza. Recordemos que cualquier cosa que hagamos por los demás, la hacemos a Cristo y superemos la pulsión por el tener que genera toda codicia. Más de 811 millones de personas están pasando hambre. Esta realidad no nos puede ser indiferente, aislándonos en nuestra visión pesimista de la vida. No hagamos dependientes a los demás, tratemos de ayudarles a salir de esa situación inhumana. Servir es posibilitar la igualdad. “Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país… Cuando este principio elemental no queda a salvo, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad[3]. Hemos de atrevernos como Tomás, el incrédulo, a meter nuestras manos en las llagas del mundo y en las propias. Es atreverse a encontrar a Cristo para transformar la realidad.

Manos a la obra

La fe cristiana no es el sueño en el que se refugia quien calcula la carga de la vida. Los creyentes en Cristo “sufren con los que sufren” (Cf. 1Cor 12,26), toman en serio el dolor del prójimo y tratan de remediarlo. Se nos llama a trabajar por la realización integral de la persona. “El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de caridad”[4].

Pongamos manos a la obra y hagámoslo con esperanza cristiana que “es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal… para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna. Caminemos en esperanza[5]. La verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad[6]. La campaña de Manos Unidas nos pide contagiar la solidaridad para acabar con las desigualdades, favoreciendo el bien común. Así se nos recuerda que “los más favorecidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los demás[7].

Os saluda con afecto y bendice en el Señor,

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1] Himno de Laudes, martes tercera semana de la Liturgia de las Horas.

[2] FRANCISCO, Fratelli tutti, 162.

[3] FRANCISCO, Fratelli tutti, 107.

[4] FRANCISCO, Laudato si’, 231.

[5] Ibid., 55.

[6] Cf. Ibid., 47.

[7] FRANCISCO, Evangelii gaudium, 190.

 

Fuente: archicompostela.es

Carta Pastoral de nuestro arzobispo D. Julián en el Día del Enfermo

 

La Iglesia celebra el 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes, la Jornada Mundial del Enfermo. En este día se inicia la X Campaña del Enfermo, que concluirá con la Pascua del Enfermo, el VI Domingo de Pascua, este año será el 14 de mayo.

El arzobispo de Santiago ha dirigido a todos los diocesanos una Carta Pastoral en la que les invita a sentir muy cercanas a las personas enfermas acompañándolas en su situación concreta: “Hemos de cuidar a nuestros mayores y de manera especial si se encuentran enfermos ya estén en casa, en las residencias o en los hospitales. Muchos de ellos añaden a la enfermedad el peso de los años. Hemos de dejarnos cautivar por su rostro desgastado y surcado por las arrugas en las que se perciben ecos de esperanza, evitando la «cultura del descarte» y caminando con y junto a ellos como Dios «que es cercanía, compasión y ternura”, lo hace»”.

 

 

Carta Pastoral en el Día del Enfermo 2023

“Déjate cautivar por su rostro desgastado”

 

Queridos diocesanos:

En la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes celebramos la XXXI Jornada Mundial del Enfermo, sintiendo muy cercanas a las personas enfermas y acompañándolas en la situación concreta. Orienta nuestra reflexión el lema: “No me rechaces ahora en la vejez, no me abandones” (Sal 71,9).

Nuestros mayores

Miramos a nuestros mayores de manera especial. Con este sentir el papa Francisco llama a la Iglesia a fijarse en la parábola de Buen Samaritano. Hemos de cuidar a nuestros mayores y de manera especial si se encuentran enfermos ya estén en casa, en las residencias o en los hospitales. Muchos de ellos añaden a la enfermedad el peso de los años. Hemos de dejarnos cautivar por su rostro desgastado y surcado por las arrugas en las que se perciben ecos de esperanza, evitando la “cultura del descarte” y caminando con y junto a ellos como Dios “que es cercanía, compasión y ternura”, lo hace. La necesidad “del cuidado y de la compasión” nos urge a todos. Cuidar a nuestros mayores más que una obligación, recordada en el cuarto mandamiento de la Ley de Dios, es algo que debemos sentir como una necesidad no sólo por caridad sino también por justicia. Es verdad que la enfermedad puede acompañarnos siendo niños, jóvenes, adultos o mayores. Percibimos esta realidad en nosotros o en los demás en la vida de cada día. “La enfermedad forma parte de nuestra experiencia humana. Pero, si se vive en el aislamiento y en el abandono, si no va acompañada del cuidado y de la compasión, puede llegar a ser inhumana”[1]. En nuestro peregrinar humano necesitamos ser acompañados y acompañar si queremos llegar lejos, tratando de que los demás no nos pasen desapercibidos en su situación concreta. “Nuestra cultura nos inculca el miedo a perder el tiempo, pero la paradoja es que la aceleración nos hace desperdiciar la vida… Viajamos constantemente por el carril rápido, cargados de emociones, de adrenalina, de estímulos, y eso hace que no tengamos nunca el tiempo y la tranquilidad que necesitamos para reflexionar y preguntarnos qué es lo realmente importante”[2].

“Cuida de él” (Lc 10,35)

Cuida de él” (Lc 10,35) es la recomendación del samaritano al posadero. Jesús nos lo recuerda también a cada uno de nosotros, y al final nos exhorta: “Anda y haz tú lo mismo”. Escribe el papa Francisco: “La Encíclica Fratelli tutti propone una lectura actualizada de la parábola del buen samaritano. La escogí como eje, como punto de inflexión, para poder salir de las sombras de un mundo cerrado y pensar y gestar un mundo abierto (cf. n. 56). De hecho, existe una conexión profunda entre esta parábola de Jesús y las múltiples formas en las que se niega hoy la fraternidad. En particular, el hecho de que la persona golpeada y despojada sea abandonada al borde del camino, representa la condición en la que se deja a muchos de nuestros hermanos y hermanas cuando más necesitados están de ayuda. No es fácil distinguir cuáles agresiones contra la vida y su dignidad proceden de causas naturales y cuáles, en cambio, provienen de la injusticia y la violencia. En realidad, el nivel de las desigualdades y la prevalencia de los intereses de unos pocos ya afectan a todos los entornos humanos, hasta tal punto que resulta difícil considerar cualquier experiencia como natural. Todo sufrimiento tiene lugar en una cultura y en medio de sus contradicciones”[3].

Agentes sanitarios y familias

Decía el papa Benedicto XVI, “Jesús, que está atento al sufrimiento humano, nos hace pensar también en todos aquellos que ayudan a los enfermos a llevar su cruz, especialmente en los médicos, en los agentes sanitarios y en quienes prestan la asistencia religiosa en los hospitales. Son reservas de amor, que llevan serenidad y esperanza a los que sufren. En la encíclica Deus caritas estexpliqué que, en este valioso servicio, hace falta ante todo competencia profesional -que es una primera necesidad fundamental-, pero esta por sí sola no basta. En efecto, se trata de seres humanos, que necesitan humanidad y atención cordial. Por eso, dichos agentes, además de la preparación profesional, necesitan también y sobre todo una formación del corazón: se les ha de guiar hacia el encuentro con Dios en Cristo que suscite en ellos el amor y abra su espíritu al otro”[4].

No me olvido y agradezco con afecto a tantas familias que en sus casas atienden y cuidan a los mayores enfermos. No olvidéis que compartir la debilidad de las personas enfermas es tallar para sí un corazón misericordioso. “La misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por su propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene de lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón”[5].

¡Santa María, “Salud de los enfermos, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”! Queridos enfermos y enfermas, os tengo muy presentes en mi oración y me encomiendo a la vuestra. Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1] FRANCISCO, Mensaje del Papa Francisco para la XXXI Jornada Mundial del Enfermo en 2023.

[2] C. HONORÉ, Elogio de la lentitud.

[3] Mensaje del Papa …

[4] BENEDICTO XVI, Angelus del 1-7-2012.

[5] FRANCISCO, Misericordiae vultus, nº 6.

 

 

Fuente:archicompostela.es

Arranca la Campaña contra el hambre: «Frenar la desigualdad está en tus manos» de Manos Unidas, también en nuestra archidiócesis

 

«Frenar la desigualdad está en tus manos» es el lema que propone Manos Unidas para la 64º Campaña contra el hambre en el mundo que arranca esta semana: el viernes, 10 de febrero, con el Día del Ayuno Voluntario, y el domingo 12, con la colecta de la Campaña contra el hambre en el mundo.

Con la Campaña de este año, Manos Unidas comienza un quinquenio en el que va a centrar su trabajo en las brechas de desigualdad que siguen creciendo y comprometen la dignidad de todo ser humano. Porque para promover sociedades más justas, pacíficas e inclusivas, no basta con reducir la pobreza y el hambre, o mejorar la calidad de la educación o del medioambiente, sino que es necesario apostar decididamente por la eliminación de las inequidades que atentan contra la vida digna de millones de personas.

En nuestra archidiócesis, además  del ayuno voluntario y las colectas,  las delegaciones de Manos Unidas han organizado dos conferencias, en Santiago (9 de febrero) y Pontevedra (10 de febrero) impartidas por misioneras de Bolivia y Camerún, que nos acercarán a sus realidades y como los proyectos de Manos Unidas están reduciendo esas brechas de desigualdad en estos paises en vías de desarrollo.

 

 

Las cifras del hambre en el mundo siguen aumentando

Manos Unidas recuerda que las cifras de la pobreza y el hambre han aumentadoMás de 811 millones de personas pasan hambre en nuestro mundoy entre 5 y 11 personas mueren por minuto. En el Sur, el grupo humano más pobre y hambriento es el de las mujeres, porque el hambre tiene, también, rostro de mujer.

Ante estos datos, afirman que el desarrollo será inclusivo o no será. No vale un mundo dividido entre los del centro y los de la periferia, los integrados y los excluidos, los dignos necesarios y los sobrantes descartables. Hay que buscar un modelo económico que respete los derechos de todas las personas para reducir las desigualdades y superar el asistencialismo, y una gestión pública que ponga en el centro, empoderándolos, a los más vulnerables.

También destacan que como organización de cooperación católicadeben procurar que desaparezca la desigualdad de nuestro mundo. Así, nuestra lucha contra el hambre y la pobreza podrá ser efectiva y podremos empujar, junto a otros, hacia un mundo justo, inclusivo, sostenible y en paz.

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¿Por qué el lema y la imagen de esta Campaña?

 

La desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío a nivel mundial. Para muchas personas, pensar en desigualdad y en hambre es pensar en un reto imposible, un problema sin solución ante el que no se puede hacer nada.

Desde Manos Unidas quieren dar un giro a esta idea y dejar la solución en manos de cada uno de nosotros. Porque cuando hablamos de ayudar todos usamos un elemento común, las manos, un elemento muy poderoso y con mucha fuerza, tanto física como metafóricamente, que es símbolo principal y esencia de nuestra organización.

Por eso, la imagen elegida para acompañarnos en 2023 muestra unas manos en blanco y negro: fuertes, que transmiten ternura y nos invitan, al mismo tiempo, a tender las nuestras a nuestros hermanos más vulnerables y descartados.

Y es que, para hacer frente a la desigualdadtodas las manos suman, todas cuentan y todas son necesarias y pueden ayudar a acabar con esta lacra.

Con el lema y la imagen de esta Campaña «Frenar la desigualdad está en tus manos«, queremos hacer un llamamiento a la sociedad para luchar por la dignidad y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás.

Porque el combate contra la desigualdad solo es posible desde la convicción de que el futuro de las desigualdades no es cosa de otros, sino que depende de cada uno de nosotros, y está en nuestras manos.

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En datos

Con motivo de la Campaña, Manos Unidas hace públicos los datos de quiénes son, cómo se financia y sus campos de actuación.

Esta Asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo de los países en vías de desarrollo. Es, a su vez, una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), de voluntarios, católica y seglar.

Manos Unidas mantiene dos líneas de trabajo: dar a conocer y denunciar la existencia del hambre y de la pobreza, sus causas y sus posibles soluciones. Y reunir medios económicos para financiar los programas, planes y proyectos de desarrollo integral dirigidos a atender estas necesidades.

 

 

 

 

Fuente: manosunidas.org