El arzobispo de Santiago de Compostela, mons. Francisco Prieto Fernández, dirige unas palabras a toda la comunidad diocesana para animarnos en nuestra conciencia y ser misionero.
Compartimos con todos el mensaje íntegro:
Mensaje Domund 2024
Queridos hermanos en el Señor:
Nuestra vida como cristianos es, ante todo, una llamada que nos convoca a descubrir y vivir la vocación de ser hijos de Dios Padre, hermanos en Cristo, discípulos misioneros alentados por el Espíritu Santo, que suscita en nosotros “una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora” (EG 11). La misión es don y una tarea que por nuestra condición de bautizados no debemos dejar nunca de lado.
El Domingo Mundial de la Misiones es la oportunidad para volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, donde brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual (cf. EG 11). El mensaje del Papa Francisco para el Domund 2024 nos invita a conjugar dos verbos evangelizadores, “ir” y “llamar”, tomados de la parábola evangélica sobre el banquete de bodas del hijo del rey (cf. Mt 22, 1-14). Estos dos verbos nos ayudan a entender que “la misión es un incansable ir hacia toda la humanidad para invitarla al encuentro y a la comunión con Dios”. La Iglesia, nos recuerda el Papa en su mensaje, “seguirá yendo más allá de toda frontera, seguirá saliendo una y otra vez sin cansarse o desanimarse ante las dificultades y los obstáculos, para cumplir fielmente la misión recibida del Señor”.
En nombre de nuestra Iglesia diocesana de Santiago de Compostela quiero hacer llegar el agradecimiento y admiración a todos nuestros misioneros y misioneras, que “han dejado todo para ir lejos de su patria y llevar la Buena Noticia allí donde la gente todavía no la ha recibido o la ha acogido recientemente”. Somos convocados a una sinodalidad misionera, pues la misión es un compromiso de todos, dado que por “el Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero” (EG 120). Por ello, a los que, con generosidad, hacéis de vuestra vida un testimonio evangélico en todos los ambientes, os invito a encontrar en la oración diaria – especialmente en este año dedicado a la oración como preparación al Jubileo de 2025 – y en el banquete de la Eucaristía el alimento de vuestra esperanza para ser peregrinos misioneros.
Que la Virgen María, Reina de las misiones, y el Apóstol Santiago, amigo del Señor, nos alienten a salir al encuentro de todos para invitarlos a compartir el gozo del Evangelio en el banquete divino de la comunión con Dios y con los hermanos.
+ Francisco José Prieto Fernández
Arzobispo de Santiago de Compostela
Puedes descargar el mensaje en PDF
Fuente: Delegación para las Misiones