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El Papa Francisco: «Es hora de que laicos y pastores caminen juntos, en la Iglesia y en el mundo»

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«Dios está mostrando a la Iglesia el camino de la comunión, de caminar juntos«, una invitación a «superar las vías paralelas que nunca se encuentran». Lo dijo el Papa Francisco cuando recibió el pasado 18 de febrero en el Aula del Sínodo a los responsables de las Comisiones Episcopales para el laicado que participaban en el Congreso sobre laicado en Roma con el lema «Pastores y fieles laicos llamados a caminar juntos»  promovido por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Al hacerlo, Francisco recordó que «la necesidad de valorar a los laicos no depende de alguna novedad teológica», sino que se basa en «una correcta visión de la Iglesia«, la de «la Iglesia como Pueblo de Dios, del que los laicos forman parte de pleno derecho junto con los ministros ordenados«. Del Papa la invitación a los cerca de doscientos presentes a «recuperar una eclesiología integral», que ponga el acento en la unidad y no en la separación, donde «el laico no es el no religioso, sino el bautizado», y se le aplique el término «discípulo, hermano», como se aplicaba en el Nuevo Testamento a todos, «fieles laicos y ministros ordenados».

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Superar los modos autónomos de actuar

Francisco comenzó recordando a los presentes que «todavía queda mucho camino por recorrer para que la Iglesia viva como un cuerpo, como un verdadero Pueblo«, pero es Dios quien muestra el camino a seguir, ese «vivir más intensa y concretamente en comunión». Así, el Obispo de Roma habla de las muchas «vías paralelas que nunca se encuentran» y que estamos llamados a superar:

El clero separado de los laicos, los consagrados separados del clero y de los fieles, la fe intelectual de ciertas élites separada de la fe popular, la Curia romana separada de las Iglesias particulares, los obispos separados de los sacerdotes, los jóvenes separados de los ancianos, los cónyuges y las familias poco implicados en la vida comunitaria, los movimientos carismáticos separados de las parroquias, etcétera. Esta es la tentación más grave en este momento. 

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Un pueblo unido en la misión

El Papa subrayó que todo el Pueblo de Dios está unido por una única fe, no es «ni populismo ni elitismo, sino el santo Pueblo fiel de Dios», que está «animado por el mismo Espíritu santificador y orientado a la misma misión de anunciar el amor misericordioso de Dios Padre». Este último aspecto, estar unidos en la misión, es decisivo:

La sinodalidad encuentra su fuente y su fin último en la misión: nace de la misión y está orientada a la misión. Compartir la misión, en efecto, acerca a pastores y laicos, crea comunión de intenciones, manifiesta la complementariedad de los distintos carismas y, por tanto, suscita en todos el deseo de caminar juntos.

No faltan ejemplos, empezando por Cristo, pasando por san Pablo y llegando hasta los «grandes momentos de impulso misionero en la Iglesia»:

Lo vemos en el mismo Jesús, que se rodeó, desde el principio, de un grupo de discípulos, hombres y mujeres, y vivió con ellos su ministerio público. Nunca solo. Y cuando envió a los Doce a anunciar el Reino de Dios, los envió «de dos en dos». Lo mismo vemos en San Pablo, que siempre evangelizó junto con colaboradores, incluidos laicos y parejas casadas. No solo. Y así fue en los momentos de gran renovación e impulso misionero en la historia de la Iglesia: pastores y fieles laicos juntos. No individuos aislados, ¡sino un pueblo que evangeliza! El Pueblo santo de Dios. 

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Todos somos discípulos

Tras recordar la importancia de la formación de los laicos, «indispensable para vivir la corresponsabilidad» siempre que no sea «escolástica, limitada a ideas teóricas», sino «también práctica», el Pontífice invitó a todos a recuperar una eclesiología integral, «como en los primeros siglos, en la que todo se unifica en la pertenencia a Cristo», superando así «una visión sociológica que distingue clases y rangos sociales y que se basa fundamentalmente en el poder asignado a cada categoría»:

El acento debe ponerse en la unidad y no en la separación. El laico, más que como «no clérigo» o «no religioso», debe ser considerado como bautizado, como miembro del pueblo santo de Dios, es el sacramento que abre todas las puertas. La palabra «laico» no aparece en el Nuevo Testamento, sino que habla de «creyentes», «discípulos», «hermanos», «santos», términos aplicados a todos: fieles laicos y ministros ordenados.

El pensamiento del Papa se dirige después a la Carta a la Iglesia de Laodicea, «cuando Jesús dice estoy a la puerta y llamo». Pero «hoy el drama de la Iglesia es que Jesús sigue llamando a la puerta, ¡pero desde dentro porque no le dejamos salir! Tantas veces la Iglesia está aprisionada, no logra dejar salir al Señor. El Señor vino para la misión y quiere que seamos misioneros».

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Mayor colaboración

Esta corresponsabilidad vivida entre laicos y pastores permitirá «superar dicotomías, miedos y diferencias recíprocas». Para Francisco, «es hora de que pastores y laicos caminen juntos, en todos los ámbitos de la Iglesia y en todas las partes del mundo». De ahí la llamada a una mayor valoración de los laicos, pensando especialmente en las mujeres:

Los fieles laicos no son «huéspedes» en la Iglesia, están en su casa, por lo que están llamados a cuidar de su propia casa. Los laicos, y especialmente las mujeres, deben ser más valorados en sus competencias y en sus dones humanos y espirituales para la vida de las parroquias y de las diócesis. Pueden llevar el anuncio del Evangelio en su lenguaje «cotidiano», comprometiéndose en diversas formas de predicación. Pueden colaborar con los sacerdotes en la formación de niños y jóvenes, ayudar a los novios en su preparación al matrimonio y acompañarles en su vida conyugal y familiar. Deben ser siempre consultados en la preparación de nuevas iniciativas pastorales a todos los niveles, local, nacional y universal. Deben tener voz en los consejos pastorales de las Iglesias particulares. Deben estar presentes en las oficinas de las diócesis. Pueden ayudar en el acompañamiento espiritual de otros laicos y también aportar su contribución en la formación de seminaristas y religiosos. 

A continuación, el Pontífice recuerda una pregunta que le hicieron, a saber, si un laico puede ser director espiritual. La respuesta es que se trata de «un carisma laical, no sacerdotal», depende de «si el Señor te da la capacidad para hacerlo». De ahí la importancia del papel de los laicos también en ambientes seculares:

Y, junto con los pastores, deben llevar el testimonio cristiano en los ambientes seculares: el mundo del trabajo, de la cultura, de la política, del arte, de la comunicación social.

Finalmente, del Papa una advertencia: no caer en el clericalismo. «Los laicos clericalizados -dice- son una plaga en la Iglesia».

 

 

 

Fuente: vaticannews.va

Día de los abuelos y personas mayores 2021: «Yo estoy contigo todos los días»

 

El próximo domingo 25 de julio la Iglesia celebrará por primera vez la Jornada Mundial de los Abuelos y Personas Mayores. Una jornada instaurada por el papa Francisco en torno entorno a la festividad de San Joaquín y Santa Ana. El tema elegido para este año es, «Yo estoy contigo todos los días» (cf. Mt 28, 20) y quiere expresar la cercanía del Señor y de la Iglesia en la vida de cada persona mayor, especialmente en este difícil momento de pandemia.

Una jornada especial

“Después de un año tan difícil hay una verdadera necesidad de celebrar, juntos, a abuelos y nietos, jóvenes y mayores”, con estas palabras el Card. Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, introdujo la rueda de prensa de presentación de esta primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores.

El Prefecto indicó la ternura como palabra clave para la celebración de la Jornada: ternura hacia los mayores a los que el virus “ha reservado un trato más duro”, pero también ternura de los abuelos hacia sus nietos. “Yo estoy contigo todos los días” es también una promesa de cercanía y esperanza que jóvenes y mayores pueden expresarse mutuamente. De hecho, no sólo los nietos y los jóvenes están llamados a estar presentes en la vida de las personas mayores, sino que los mayores y los abuelos tienen también una misión de evangelización, de anuncio, de oración y de guía de los jóvenes a la fe.

Uno de los aspectos más significativos del mensaje del Santo Padre (ver aquí) es el hecho de que se dirige de forma directa y personal a cada abuelo y a cada persona mayor.  El Card. Farrell lo definió: “En la Iglesia, con el Papa Francisco, los abuelos y los mayores tienen un lugar de honor”.

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida invita a todas las diócesis y a todas las parroquias a dedicar una de sus liturgias dominicales a los abuelos y a los mayores. y nos invita a que el mayor número posible de personas mayores reciba el Mensaje del Papa a través de una visita. “La Jornada será una oportunidad para vivir la Iglesia en salida. Imaginemos que los nietos entreguen el Mensaje del Santo Padre a sus abuelos y que los jóvenes de nuestras parroquias y comunidades eclesiales salgan en busca de los ancianos que están solos en sus barrios para decirles ‘Yo estoy contigo cada día’”.

 

Indulgencia Plenaria en la Jornada de los abuelos y mayores

Además, la Penitenciaría Apostólica concede la Indulgencia Plenaria a los abuelos, a los mayores y a todos los fieles que participen el 25 de julio de 2021 en la celebración que presidirá el Papa Francisco en la Basílica Papal del Vaticano o en los diversos actos que se realizarán en todo el mundo. También se concede la Indulgencia a los fieles que dediquen un tiempo adecuado a visitar a sus hermanos mayores necesitados o en dificultad. Los que no puedan salir de casa por un motivo grave, recibirán la indulgencia uniéndose espiritualmente a las celebraciones de este día a través de los medios de comunicación.

La Penitenciaría Apostólica recuerda en su nota las tres condiciones habituales que exige la Iglesia para obtener la indulgencia: confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice.

 

¿Cuál es el mensaje de los obispos españoles?

El tema escogido por el papa Francisco expresa en primer lugar la cercanía del Señor en la vida de cada persona mayor. Los obispos españoles, resaltan que, Jesucristo es el amigo que nunca falla, el que siempre está presente en nuestras vidas. De manera especial en este difícil momento de pandemia, estas palabras tienen eco en el corazón de tantas personas mayores que han experimentado la soledad y el miedo durante este periodo.

 

 

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Un evento difundido y multicéntrico. El videomensaje del Papa para el X Encuentro Mundial de las Familias

 

Es el mismo Papa Francisco quien presenta el X ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS, que se celebrará del 22 al 26 de junio de 2022  y lo hace con este videomensaje. Y también llega el logotipo del evento, promovido por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y organizado por la diócesis de Roma.

El Encuentro, previsto inicialmente para 2021, se realizará del 22 al 26 de junio de 2022, en un momento de esperanza y renacimiento. El evento, como también subrayó el Santo Padre, se desarrollará de forma «inédita y multicéntrica», con iniciativas locales en las diócesis de todo el mundo, similares a las que tendrán lugar simultáneamente en Roma. Aunque Roma seguirá siendo la sede designada, cada diócesis podrá ser el centro de un encuentro local para sus propias familias y comunidades. Esto es para que todos se sientan protagonistas en un momento en el que todavía es difícil viajar debido a la pandemia.

«EL AMOR FAMILIAR: VOCACIÓN Y CAMINO DE SANTIDAD» es el tema del X Encuentro Mundial, que se realizará en dos modalidades paralelas:

1.    Roma seguirá siendo la sede principal, donde se celebrará el Festival de las Familias y el Congreso Teológico-Pastoral, ambos en el Aula Pablo VI; y la Santa Misa en la Plaza de San Pedro. En particular, participarán delegados de las conferencias episcopales y de los movimientos internacionales comprometidos con la pastoral familiar.

2.    Al mismo tiempo, en cada una de las diócesis, los obispos podrán actuar a nivel local, para planificar iniciativas similares, partiendo del tema del Encuentro y utilizando los símbolos que la diócesis de Roma está preparando (logotipo, oración, himno e imagen).

 

«A lo largo de los años – destaca el cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida – esta importante cita eclesial ha visto una participación cada vez mayor de las familias. Los miles de personas que han participado en las últimas ediciones, con la riqueza de sus lenguas, culturas y experiencias, han sido un signo elocuente de la belleza de la familia para la Iglesia y para toda la humanidad. Tenemos que seguir por este camino, buscando la participación de un mayor número de familias en esta hermosa iniciativa».

 

«Se trata de aprovechar una oportunidad preciosa y única para reiniciar la pastoral familiar con renovado impulso misionero y creatividad, a partir de las indicaciones que nos da el Santo Padre en la exhortación Amoris Laetitia, es decir, con la implicación de los esposos, las familias y los pastores juntos», comenta el cardenal vicario Angelo De Donatis.

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Descripción del Logotipo oficial 

 

El LOGOTIPO diseñado para el X Encuentro Mundial de las Familias recuerda la forma elíptica de la columnata de Bernini en la Plaza de San Pedro, lugar de identificación por excelencia de la Iglesia católica, y hace referencia a su significado original, que es el abrazo acogedor e inclusivo de la Madre Iglesia de Roma y su Obispo dirigido a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos.

Las figuras humanas que se encuentran bajo la cúpula, apenas perceptibles, y la cruz en la parte superior, representan al marido, la mujer, los hijos, los abuelos y los nietos. Se trata de evocar la imagen de la Iglesia como “familia de familias” propuesta por Amoris Laetitia (AL 87) en la que “el amor vivido en las familias es una fuerza constante para la vida de la Iglesia” (AL 88). La cruz de Cristo que se alza hacia el cielo y los muros que protegen parecen casi sostenidos por las familias, auténticas piedras vivas de la construcción eclesial. En el lado izquierdo, en la delgada línea de la columnata, se observa la presencia de una familia en la misma posición que las estatuas de los santos colocadas en las columnas de la plaza. Éstos nos recuerdan que la vocación a la santidad es una meta posible para todos. Quieren destacar cómo es posible vivir la santidad en la esencialidad de la vida ordinaria.

La familia de la izquierda, que aparece detrás de la línea de la columnata, indica también a todas las familias no católicas, alejadas de la fe y ajenas a la Iglesia, que miran desde fuera el acontecimiento eclesial que está teniendo lugar. A ellas la comunidad eclesial ha mirado siempre con atención. También se observa un dinamismo de las figuras que se mueven hacia la derecha. Se mueven hacia el exterior. Son familias en salida, testigos de una Iglesia no autorreferencial. Van en busca de otras familias para intentar acercarse a ellas y compartir con ellas la experiencia de la misericordia de Dios.

Los colores predominantes, amarillo y rojo, son una clara referencia al blasón de la ciudad de Roma, en una línea gráfica que quiere expresar un intenso vínculo con la comunidad.

 

 

Fuente: www.laityfamilylife.va/.- página wed del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida

Un año especial para crecer en el amor familiar

 

El Papa Francisco convoca el Año especial dedicado a la familia, que se inaugurará el 19 de marzo de 2021, quinto aniversario de la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. Precisamente a partir de la celebración de este aniversario, el Santo Padre ofrecerá a la Iglesia la oportunidad de reflexionar y profundizar en el riquísimo contenido de la Exhortación Apostólica, fruto de un intenso camino sinodal, que aún continúa a nivel pastoral.

 

 

La iniciativa, que lleva el nombre de Año «Familia Amoris Laetitia» (www.amorislaetitia.va), que será coordinada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y que estará marcada por propuestas e instrumentos pastorales que se pondrán a disposición de las realidades eclesiales y de las familias, concluirá con la celebración del X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, en junio de 2022.

Al final del rezo del Ángelus del pasado domingo 14 de marzo, el Santo Padre Francisco se refirió a este Año de la Familia Amoris Laetitia como a «un año especial para crecer en el amor familiar«. El papa pidió «un renovado y creativo impulso pastoral para poner a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad«, que «cada familia sienta en su propia casa la presencia viva de la Sagrada Familia de Nazaret, que llene nuestras pequeñas comunidades domésticas de amor sincero y generoso, fuente de alegría incluso en las pruebas y dificultades«.

 

Año de la «Familia Amoris Laetitia»

 

El año de la «Familia Amoris Laetitia» es una iniciativa del Papa Francisco que se propone llegar a todas las familias del mundo a través de propuestas espirituales, pastorales y culturales que se podrán llevar a cabo en las parroquias, diócesis, universidades, movimientos eclesiales y asociaciones familiares. El objetivo es ofrecer a la Iglesia oportunidades de reflexión y profundización para vivir concretamente la riqueza de la exhortación apostólica Amoris Laetitia.

La experiencia de la pandemia ha puesto de relieve el papel central de la familia como Iglesia doméstica y la importancia de los lazos comunitarios entre las familias, que hacen de la Iglesia una «familia de familias» (AL 87).

Esta merece un año de celebraciones para que sea puesta en el centro del compromiso y del cuidado de cada realidad pastoral y eclesial.

 

 

Los objetivos

  • Difundir el contenido de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, para hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que «llena el corazón y la vida entera» (AL 200).
  • Anunciar que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. Para ello es necesario que los pastores y las familias caminen juntos en una corresponsabilidad y complementariedad pastoral entre las diferentes vocaciones en la Iglesia (Cf. AL 203).
  • Hacer a las familias protagonistas de la pastoral familia. Para ello se requiere «un esfuerzo evangelizador y catequístico dirigido a la familia» (AL 200), ya que una familia discípula se convierte también en una familia misionera.
  • Concienciar a los jóvenes de la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, con iniciativas dedicadas a ellos.
  • Ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar.

Iniciativas y recursos

Aquí se describen algunas de las iniciativas. La invitación, dirigida a todas las comunidades,  es a participar, y a convertirse en protagonistas con otras propuestas a  implementar en la propia Iglesia local (diócesis, parroquias, comunidades eclesiales).

  • Fórum «¿Dónde estamos con Amoris Laetitia? Estrategias para la aplicación de la exhortación apostólica  del Papa Francisco», del 9 al 12 de junio de 2021, con los responsables de las delegaciones de pastoral familiar de las conferencias episcopales, movimientos y asociaciones familiares internacionales.
  • Proyecto «10 Videos Amoris Laetitia»: el Santo Padre explicará los capítulos de la exhortación apostólica, junto con las familias que darán testimonio de algunos aspectos de su  vida  cotidiana.  Cada mes  se difundirá un vídeo para despertar el  interés  pastoral  por  la   familia en las diócesis y parroquias de todo el mundo.
  • # lamChurch : difusión de algunos videos testimoniales sobre el protagonismo eclesial y la fe de las personas con discapacidad.
  • «En camino con las familias»: 72 propuestas pastorales concretas para caminar con las familias inspirándose en Amoris Laetitia. Con vistas al X Encuentro Mundial de las Familias en Roma 2022, se invitan a las diócesis y a las familias de todo el mundo a difundir y profundizar las catequesis que serán distribuidas por  la  diócesis  de  Roma  y a comprometerse con iniciativas pastorales en este sentido.

En camino con las familias

Itinerarios con las familias para poner en práctica Amoris Laetitia

  1. Reforzar la pastoral de preparación al matrimonio con nuevos itinerarios catecumenales a nivel de diócesis y parroquias (cf. AL 205-222) para ofrecer una preparación remota, próxima e inmediata al matrimonio y un acompañamiento de las parejas en los primeros años de matrimonio. Un compromiso confiado de manera especial a los matrimonios que, junto con los pastores, se convierten en compañeros de viaje de los prometidos y de las parejas de recién casados.
  2. Potenciar la pastoral de acompañamiento de los matrimonios con encuentros de profundización y momentos de espiritualidad y oración dedicados a ellos para adquirir conciencia del don y de la gracia del sacramento nupcial {cf. AL 58 ss. y 223-230).
  3. Organizar encuentros para los padres sobre la educación de sus hijos y sobre los desafíos más actuales (cf. AL172 ss. y 259-290). Respondiendo a las indicaciones del Papa Francisco a los padres para tratar de comprender «dónde están sus hijos en su camino» (cf. AL 261).
  4. Promover encuentros de reflexión e intercambio sobre la belleza y las dificultades de la vida familiar (cf. AL 32 ss. y 89 ss.), para impulsar el reconocimiento del valor social de la familia, y la realización de una red de pastores y familias capaces de hacerse cercanos en las situaciones de dificultad a través del anuncio, el compartir y el testimonio.
  5. Intensificar el acompañamiento de las parejas en crisis (cf. AL 232 ss.) para sostener y formar en una actitud resiliente que les lleve a ver las dificultades como oportunidades, para crecer en el amor y hacerse más fuertes.
  6. Insertar a los matrimonios en las estructuras diocesanas y parroquiales para potenciar la pastoral familiar (cf. AL 86-88) y la formación de los agentes de pastoral, de los seminaristas y sacerdotes para que estén a la altura de los desafíos actuales (cf. AL 202 ss.) y colaboren con las familias. Para ello será importante hacer funcionar la reciprocidad entre la «familia-Iglesia doméstica» y la Iglesia {AL 200), para que se descubran y valoren como un don insustituible la una para la otra.
  7. Promover en las familias su natural vocación misionera (cf. AL 201, 230 y 324) creando momentos de formación para la evangelización e iniciativas misioneras (p. ej. con ocasión de la formación para los sacramentos de los hijos, matrimonios, aniversarios o momentos litúrgicos importantes).
  8. Desarrollar una pastoral de las personas mayores (cf. AL 191-193) que tenga como objetivo superar la cultura del descarte y la indiferencia y promover propuestas transversales en relación con las diferentes edades de la vida, haciendo que las personas mayores sean también protagonistas de la pastoral comunitaria.
  9. Involucrar a la pastoral juvenil con iniciativas para reflexionar y confrontarse con temas sobre la familia, el matrimonio, la castidad, la apertura a la vida, el uso de los medios de comunicación social, la pobreza, el respeto por la creación (cf. AL 40). Es necesario poder despertar el entusiasmo y mejorar la capacidad de los jóvenes para comprometerse plenamente con los grandes ideales y los desafíos que éstos implican. Este año se debe prestar especial atención a los niños para que conozcan el Año de la «Familia Amoris Laetitia» y las iniciativas propuestas.
  10. Promover la preparación del X Encuentro Mundial de las Familias con las catequesis y caminos formativos que, a través de diversas etapas y experiencias, acompañen a las familias hacia el Encuentro con el Santo Padre.
  11. Lanzar iniciativas de acompañamiento y discernimiento para las familias heridas (cf. AL 50 ss., 241 ss. y 291 ss.). para ayudarlas a descubrir y poner en práctica la misión que tienen en su familia y en su comunidad, a partir del Bautismo.
  12. Organizar grupos en las parroquias y comunidades para reuniones de profundización sobre «Amoris Laetitia», con el fin de sensibilizar sobre las oportunidades pastorales concretas que se presentan en las distintas comunidades eclesiales (cf. AL 199 ss.).

 

Más información sobre el proyecto se puede encontrar en la web oficial (aquí)
y también se puede descargar en formato PDF  (aquí)

 

Fuentes: Conferencia Episcopal Española y Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida

Campaña: «Un regalo de sabiduría. En Navidad, la palabra a los abuelos y a los ancianos»

El Dicasterio Vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida lanza, a través de un comunicado de prensa, una campaña especial en preparación de la Navidad titulada:«Un regalo de sabiduría: En Navidad, la palabra a los abuelos y a los ancianos»en la que pide a los jóvenes que compartan en las redes sociales con el hashtag #aGiftOfWisdom, palabras, pensamientos y consejos de sus abuelos y de los mayores, que sin duda ayudarán a transmitir a los demás «un regalo de sabiduría» que es un tesoro incalculable.

Y todo ello inspirado en las palabras del Papa Francisco con ocasión de la XXXII Jornada Mundial de la Juventud: «Queridos jóvenes, tenéis necesidad de la sabiduría y de la visión de los ancianos. […] Ellos os contarán cosas que entusiasmarán vuestra mente y emocionarán vuestro corazón».

Un regalo de sabiduría: #aGiftOfWisdom

Nos acercamos a la Navidad, Jesús nace en nuestras familias; este año, en el clima particular en el que vivimos, puede ser la ocasión para que los jóvenes reciban un regalo especial. También debido a la pandemia, hay muchas personas mayores que viven solas. Con cada uno de ellas se pueden crear lazos: ¡Será una forma de descubrir un tesoro!

Tras el éxito de la campaña “Cada anciano es tu abuelo”, con la que habíamos recogido los abrazos virtuales que tantos jóvenes enviaron a sus abuelos y abuelas de elección, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida invita ahora a los jóvenes de todo el mundo a dar la palabra a los ancianos para recibir de ellos un regalo de sabiduría, #aGiftOfWisdom.

¿Como participar?

Hoy, en el difícil clima de una Navidad aún envuelta por la pandemia, proponemos a los jóvenes que publiquen en las redes sociales un recuerdo, un consejo, un regalo de sabiduría de uno de los mayores con los que han establecido un vínculo en los últimos meses.

Lamentablemente, en muchos casos, el encuentro sólo puede realizarse a distancia, en cumplimiento de las normas sanitarias vigentes, con videollamadas, llamadas telefónicas, mensajes. Para participar en la campaña, se pueden publicar las palabras de los abuelos y de los mayores en los medios sociales, usando el hashtag #aGiftOfWisdom.

Las entradas más significativas serán publicadas en las redes sociales del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida @laityfamilylife.

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