Cursos de Verano 2021 de la HOAC.- «Trabajo decente y amistad social en la era pos-COVID»

 

Con el título «TRABAJO DECENTE Y AMISTAD SOCIAL EN LA ERA POS-COVID», la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) organiza una nueva edición de los Cursos de Verano. Un espacio de reflexión, profundización, diálogo y convivencia al que nos invitan para disfrutar y convivir en un clima de acogida y fraternidad.

Los cursos  son gratuitos y se desarrollarán desde el 12 hasta el 17 de julio, telemáticamente en la plataforma Zoom.

Es necesario prescripción. Fecha tope 4 de julio.

Más información e inscripciones  en el siguiente enlace:  https://www.hoac.es/que-hacemos/formacion/cursos-de-verano-2/

 

Son 3 cursos:

I. Jornadas de reflexión «Cultivar una espiritualidad del cuidado». 

    • Dirigidas a: consiliarios, animadores de la fe, sacerdotes y seminaristas.
    • El 12 de julio, en dos sesiones de 10 a 18h. Ponencia introductoria: José “Mairena” García Caro, consiliario de la HOAC de Sevilla.

II. Jornadas de profundización y diálogo: «Retos y esperanzas del mundo del trabajo en la era pos-COVID».

    • Dirigidas al público en general. En varias sesiones.
    • El 13 de julio | 17:30 a 19:45 h | 1ª ponencia. Sebastián Mora, Profesor de Ética de la Universidad Pontificia de Comillas.
    • El 14 de julio | 17:30 a 19:45h | 2ª ponencia. Jordi Mir-García, doctor en Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra y en la de Ciencias Políticas y de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
    • El 15 de julio | 10:30 a 13h | Experiencias de acompañamiento a trabajadoras servicio doméstico; siniestralidad laboral; y personas migrantes.
    • El 15 de julio | 17 a 19:45 h | 3ª ponencia. María José Rodríguez, presidenta de la HOAC de Granada.

III. Jornadas de Oración«La mística que nos sostiene en la propuesta de Rovirosa».

    • Dirigidas al público en general. 
    • El 17 de julio, de 10:45 a 18:45hMeditación y pistas para orar con Maite Valdivieso, militante HOAC Bilbao).

 

que nos ofrecen la posibilidad de:

  • Profundizar en cuál es el panorama que queda en el mundo obrero y del trabajo tras esta etapa de pandemia. Reflexionar sobre cuáles son los principales retos que se plantean a las organizaciones sindicales, otras organizaciones de trabajadores y trabajadoras y movimientos sociales.
  • Discernir sobre cuál es la contribución, desde nuestra fe, encarnada en el mundo obrero y del trabajo, para avanzar en amistad social y aportar esperanza en alcanzar un trabajo digno y una sociedad decente.
  • Compartir experiencias que, en ese sentido, puedan suponer un itinerario comunitario de acompañamiento a realidades del mundo obrero y del trabajo que padecen situaciones de la precariedad o el empobrecimiento.

 

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Un encuentro diocesano de Movimientos y Asociaciones Laicales con algunos retos por delante.

El  viernes día 25 de junio tuvo lugar un encuentro diocesano de responsables y representantes de movimientos  y asociaciones laicales presentes en la archidiócesis de Santiago de Compostela, con el delegado de Apostolado Seglar, D. Javier Porro, y los dos subdelegados, D. Francisco Durán y D. Alfredo Losada. Este encuentro tuvo lugar en la Casa de Ejercicios de Santiago  y  fue presidido por el arzobispo de Santiago, mons. Julian Barrio. Participó también el obispo auxiliar mons. Francisco José Prieto.

 

Tras compartir un momento de oración, nuestro ARZOBISPO D. JULIÁN dirigió unas palabras a los participantes de este encuentro, invitándonos a tomar conciencia de que «vivimos hoy un momento muy hermoso de la Iglesia, y, a pesar de todo, un momento esperanzador”, en el que la semilla del Evangelio está creciendo. «Esta es la hora del discernimiento y la sinodalidad«, el momento de preguntarnos qué nos pide el Señor, qué caminos nos marca para hacerlo presente en nuestro mundo.

El arzobispo reconoció que en nuestra sociedad hay “muchos prejuicios anti cristianos: no nos conocen y hablan de nosotros como si nos conocieran». Pero eso no debe ser un obstáculo para apostar por ser una Iglesia en salida, para “lanzarnos a lo que está por delante” porque “para no volvernos marginales necesitamos manifestar lo que somos y creemos y no diluirnos en las opiniones comunes” anti cristianas.

Recalcó que «estamos en una sociedad necesitada de Dios y de una humanidad verdadera«. En este sentido presentó como reto para todos los cristianos «ser faro de humanidad que dé respuestas a tantas personas, desde la auténtica verdad, desde la libertad, desde la justicia». El arzobispo compostelano hizo un llamamiento a «abrirnos a la fraternidad«, a «no hacer de nuestra vida un muro de lamentaciones, sino entregarla a los hermanos porque “es más hermoso sostener a los demás que mendigar que nos sostengan a nosotros”. En este sentido insistió a los movimientos y asociaciones laicales en la necesidad de “comunicar la novedad de Cristo, personalizar la fe y vivirla evangélicamente».

Nuestro arzobispo sueña con tener en la diócesis “comunidades eclesiales maduras”, formaciones para la comunión, para la Iglesia, y no para cotos cerrados, sino comunidades que rompan competitividades, que favorezcan el crecimiento de todos. Nos advierte que «si crecemos solo como laicado, y no crecen la vida consagrada y los sacerdotes, entonces no lo estamos haciendo bien». Solo en la medida que crezcan los demás, y ayudemos a crecer a los demás, nosotros crecemos.

«Hoy la sociedad necesita el paso de los santos, y me atrevo a decir que vosotros sois santos, santos de la puerta de casa» continuó el arzobispo, recordando  al papa Francisco cuando aseguró que “el Pueblo de Dios es santo, por la unción que se nos ha dado, y le hace infalible cuando cree”. Pidió a los asistentes tener muy en cuenta esta verdad en el día a día, para no olvidar que “todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús. Descubrir ese amor nos permite salir de nosotros para anunciar el amor de Dios. Por eso somos discípulos y misioneros”.

Además, don Julián puso también el acento en la conversión personal, lo que traduce en la necesidad de dejar que los demás nos evangelicen. «Para evangelizar nosotros tenemos primero que dejarnos evangelizar, para encontrar el modo de comunicar a Jesús desde la situación en la que nosotros nos encontremos, aun con imperfecciones porque en nuestra debilidad se muestra la fuerza de Dios”.

En un ambiente de fraternidad, mons. Barrio reconoció sentirse “orgulloso de nuestra diócesis y de vosotros, los laicos comprometidos en la construcción del Reino». E insistió en que “esto es fruto de una realidad que he vivido con vosotros durante veintinueve años y sintiéndome muy acompañado”.

 

Después de estas inspiradoras palabras de nuestro arzobispo, el encuentro continuó con las intervenciones sobre tres temas importantes, que se nos presentan en un futuro próximo, y que requerirán la participación activa de los movimientos y asociaciones laicales, desde nuestra diócesis:

 

1.- POSCONGRESO DE LAICOS: PUEBLO DE DIOS EN SALIDA (Cursos 2021-2022; 2022-2023 y siguientes)

 

D. Alfredo Losada informó como se están desenvolviendo todas las iniciativas que se pusieron en marcha a raíz de la celebración del Congreso de Laicos «Pueblo de Dios en salida» en febrero de 2020, y que son:

  • Publicación de la Guía de Trabajo: «Hacia un Renovado Pentecostés»
  • Funcionamiento del Consejo Asesor de Laicos
  • Formación de Equipos de Trabajo del Poscongreso, impulsados desde las Delegaciones de Apostolado Seglar
  • Publicación del Documento-plan de trabajo «Novos froitos», donde se recogen las actividades propuestas para los próximos cursos: 3 Encuentros de Trabajo a nivel diocesano para discernir comunitariamente como estamos en cada una de nuestras realidades eclesiales  (curso 2021-2022) y varios Encuentros Nacionales de Laicos con carácter periódico (curso 2022-2023 y siguientes). En todos estos encuentros se profundizará en cada uno de los 4 itinerarios del Congreso de Laicos.

Todo esto está recogido en el siguiente documento:  1. Poscongreso e borrador Novos Froitos. Alfredo Losada.

 

2.- LXIII SEMANA SOCIAL (Nov 2021- en adelante)

 

D. Francisco Durán comunicó la vuelta de las Semanas Sociales de la Iglesia con la LXIII Semana Social que se celebrará en Sevilla los días 25, 26 y 27 de Noviembre y se podrá participar de modo presencial y virtual.

El principal objetivo de estas semanas sociales, organizadas desde la Conferencia Episcopal Española, es dar a conocer y difundir la doctrina social de la Iglesia en nuestra sociedad. Y están abiertas a la participación de todos (por primera vez además del ámbito caritativo y social se incorporan los secretariados de catequesis y apostolado seglar), desde el discernimiento personal y comunitario.

En esta ocasión el tema elegido es «La regeneración de la vida pública. Una llamada al bien común y a la participación» y, como novedad, tendrán lugar unos seminarios previos (foro de deliberación) a escala diocesana, donde a través del diálogo y debate se llegará a unas conclusiones que servirán de base para la celebración de la LXIII Semana Social en Sevilla. Previamente se presentará un documento o guía de trabajo para estos seminarios preparatorios en las diócesis, donde se tratará:

  • la presencia renovada de los católicos en la vida pública,
  • las nuevas esferas públicas desde donde se construye esta regeneración de la vida pública,
  • el papel de la religión cuando entra en el espacio público
  • y los escenarios que se nos abren para esta vida pública.

Todo esto está recogido en el siguiente documento: 2. Semanas Sociales. Conferencia Episcopal Española. Francisco Durán.

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3.- SÍNODO DE LOS OBISPOS (octubre 2021- octubre 2023)

 

Dª. Marina Hernando informó sobre el próximo Sínodo de Obispos que ha convocado el Papa Francisco sobre la sinodalidad, un concepto que tiene que ver con nuestro modo de ser y de obrar como Pueblo de Dios unidos a Cristo, que se concreta en la unidad, corresponsabilidad y la participación de todos en la vida de la Iglesia y de la sociedad.

Este sínodo de Obispos por deseo del Santo Padre no será un evento sino un camino sinodal en tres años (2021-2023), articulado en tres fases -diocesana, continental y universal-, para hacer posible la participación y la verdadera escucha de todo el Pueblo de Dios -laicos, pastores y obispo de Roma-. Culminará con la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebrará en octubre de 2023 en Roma.

«Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión» es el tema escogido para este Sínodo de Obispos y contará con varias novedades como:

  • Se celebrará en cada Iglesia particular (diócesis) en los cinco continentes, con trabajo en grupos del documento preparatorio y asambleas pre-sinodales.
  • Será necesario elegir representantes (equipo) para la sinodalidad de cada diócesis, de cada Conferencia Episcopal y de la Reunión Internacional de Conferencias Episcopales, que participarán en la XVI Asamblea en el Vaticano (pueden ser laicos, religiosos, o sacerdotes)
  • Saldrán varios documentos de trabajo: 2 Instrumentum Laboris y el documento final

Todo esto junto con el itinerario sinodal está recogido en el siguiente documento: 3. Sínodo de los Obispos convocado por el Papa Francisco. Marina Hernando.

 

Al hilo de este tema, el OBISPO AUXILIAR D. FRANCISCO concretó algunos aspectos de este Sínodo de Obispos relevantes para nuestra archidiócesis. «Este camino de sinodalidad será un cambio total. Antes la consulta se hacia solo con los obispos y especialistas y ahora se quiere implicar a todo el Pueblo de Dios con la diversidad y complejidad que eso supone, sin duda un gran esfuerzo pero que merece la pena y el Espíritu lo suscita». – explicó monseñor Prieto.

Seguidamente expuso la necesidad de nombrar a nivel diocesano un responsable para este Sínodo (que puede ser un laico o laica), que haga equipo, y como se encargaría de elaborar un cuestionario práctico, real y eficaz, adaptado a nuestra archidiócesis, a partir del documento general que se va a enviar desde la secretaría del sínodo en septiembre, la elección no debe tardar mucho.

Con respecto a como se participará en este Sínodo de Obispos concretamente desde nuestra diócesis, D. Francisco comentó que al ser Santiago una archidiócesis muy extensa, la consulta de ese cuestionario se hará desde las vicarías territoriales,  buscando que sea representativa. Para eso,- continuó- «no hace falta que sean muchos los que participen, sino que expresen la riqueza de la pluralidad de nuestra diócesis». Esta consulta se llevará a cabo desde la inauguración del Sínodo de Obispos en la diócesis el 17 de octubre de 2021 hasta marzo de 2022, cuando se enviarán las aportaciones de cada vicaria al responsable diocesano del Sínodo, que, con su equipo, se encargarán de sintetizarlas y presentarlas posteriormente en la reunión pre-sinodal. Estas contribuciones, con el visto bueno del arzobispo, se presentarán en el encuentro de obispos y responsables de cada diócesis reunidos en Asamblea en la Conferencia Episcopal Española a finales de abril de 2022.

Por último propone para nuestra consulta diocesana invitar a cristianos alejados e incluso a no creyentes de todos los ámbitos: universidad, social, cultural, artístico… «que no forman parte de nuestra Iglesia pero que nos observan», para preguntarles, con valentía y desde una acogida cordial y agradecida, como nos ven y que nos piden. «De este modo la aportación de nuestra archidiócesis a la reflexión sinodal sea más enriquecedora y realista».

El obispo auxiliar nos animó a  vivir este momento como Iglesia diocesana unida, parroquias y movimientos, «como una oportunidad muy providencial que nos pone a todos en movimiento para recuperar esa «musculatura» que perdimos con la pandemia  y que caminemos y gustemos el hecho de ser Pueblo de Dios»

 

Al hilo de estas intervenciones, el DELEGADO de APOSTOLADO SEGLAR, D. Javier Porro, invitó a los asistentes a que hubiera algunas personas concretas (1, 2 ó 3) que estén interesadas y puedan trabajar y profundizar en alguna de estas tres propuestas (Poscongreso, Semana Social y Sínodo de Obispos) en cada uno de sus movimientos y asociaciones laicales. No haría falta que todo el grupo, movimiento o asociación participe activamente en todas las propuestas, sino que se organicen y sugirió que lo tuvieran en cuenta en sus respectivas programaciones para el curso pastoral que viene.

 

Y por último, para finalizar este encuentro, se abrió un COLOQUIO ABIERTO  con los asistentes de los distintos movimientos laicales presentes en nuestra diócesis, en el que aprovecharon para comentar como han vivido desde sus movimientos estos meses de pandemia y como se presenta el futuro para cada uno de ellos.

 

 

 

#HazMemoria #HMJóvenes: La Iglesia se ofrece para acompañar y formar a los jóvenes en su recorrido vital

En la duodécima semana de la campaña #HazMemoria que la Conferencia Episcopal Española ha puesto en marcha junto con los medios de comunicación EcclesiaTrece y COPE, el contenido se centra en la atención, formación y acompañamiento a los jóvenes.

La juventud: el corazón de la Iglesia

 

 

La juventud es una etapa llena de cambios, de comienzos, de aprendizajes…y la Iglesia quiere acompañar a los jóvenes en este recorrido vital.

Ser joven es tener un corazón con capacidad de amar. Las características vitales y existenciales de los jóvenes son próximas a lo que pide el Evangelio de Jesús y la pertenencia a una Iglesia en salida. Es propio del corazón joven disponerse a la entrega de la vida, a soñar con ideales altos, al cambio, ser capaz de volver a comenzar, de levantarse y de dejarse enseñar.

La juventud es terreno de la esperanza. De la esperanza personal porque sueña cosas grandes, busca horizontes amplios, se atreve a más y acepta propuestas desafiantes. De la esperanza de la Iglesia porque los jóvenes no son sólo un terreno de misión de la Iglesia, son también protagonistas de esa misión. Como lugar de misión, la Iglesia siente a los jóvenes como miembros de ella misma y procura poner a su alcance los valores de la bondad, del amor, de la entrega, del servicio. Y de la esperanza de la sociedad, la Iglesia acompaña a los jóvenes a construir un mundo mejor.

La Iglesia se ofrece a través de innumerables iniciativas para formar a los más jóvenes, ofrecer itinerarios de vida cristiana y de servicio a los necesitados. Se trata de realizar un camino juntos, que enriquezca la vida cristiana de la comunidad y la vida personal del joven.

Como les dice el Papa Francisco: «Jóvenes, vosotros sois el ahora de Dios».

 

El contenido de este tema se puede encontrar en este enlace#HMJóvenes

 

La campaña #HazMemoria

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Con este hastag #HazMemoria se pretende poner en valor el papel de la Iglesia y de los cristianos en el trabajo de la sociedad y la importancia de su aportación al bien común de todos.

Con esta campaña de doce temas, que durará hasta el 30 de junio, se pretende hacer presente en los medios de comunicación la vida real de la Iglesia, las actividades que realiza, las personas que la llevan adelante, las historias que hacen visible la acción de la Iglesia en el mundo.

 

Fuente: Conferencia Episcopal Española

Mensaje del Santo Padre Francisco para la V Jornada Mundial de los Pobres

Se ha presentado el Mensaje para la V Jornada Mundial de los Pobres que se celebrará el 14 de noviembre próximo, en el que el Papa lanza un fuerte llamamiento a los cristianos y a los gobiernos de todo el mundo para que intervengan con urgencia y de una manera nueva, porque los pobres, también a causa de la pandemia, han aumentado de manera desproporcionada. Es necesario cambiar los estilos de vida, porque es el egoísmo el que causa la pobreza.

“Los creyentes, cuando quieren ver y palpar a Jesús en persona, saben a dónde dirigirse, los pobres on sacramento de Cristo, representan su persona y remiten a él”. Es lo que escribe el Papa en su Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres sobre el tema: «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7).  “Es una invitación a no perder nunca de vista la oportunidad que se ofrece de hacer el bien”, afirma el Santo Padre, pero “no se trata de aliviar nuestra conciencia dando alguna limosna, sino más bien de contrastar la cultura de la indiferencia y la injusticia con la que tratamos a los pobres”

Francisco subraya con fuerza: “quienes no reconocen a los pobres traicionan la enseñanza de Jesús y no pueden ser sus discípulos”. Los pobres – observa – están “en el centro del camino de la Iglesia”.

 

A continuación se trascribe el mensaje completo:

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE
para la V Jornada Mundial de los Pobres

14 de noviembre de 2021, Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario

«A los pobres los tienen siempre con ustedes»(Mc 14,7)

1. «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7). Jesús pronunció estas palabras en el contexto de una comida en Betania, en casa de un tal Simón, llamado “el leproso”, unos días antes de la Pascua. Según narra el evangelista, una mujer entró con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy valioso y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Ese gesto suscitó gran asombro y dio lugar a dos interpretaciones diversas.

La primera fue la indignación de algunos de los presentes, entre ellos los discípulos que, considerando el valor del perfume —unos 300 denarios, equivalentes al salario anual de un obrero— pensaron que habría sido mejor venderlo y dar lo recaudado a los pobres. Según el Evangelio de Juan, fue Judas quien se hizo intérprete de esta opinión: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para darlos a los pobres?». Y el evangelista señala: «Esto no lo dijo porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón y, como tenía la bolsa del dinero en común, robaba de lo que echaban en ella» (12,5-6). No es casualidad que esta dura crítica salga de la boca del traidor, es la prueba de que quienes no reconocen a los pobres traicionan la enseñanza de Jesús y no pueden ser sus discípulos. A este respecto, recordamos las contundentes palabras de Orígenes: «Judas parecía preocuparse por los pobres […]. Si ahora todavía hay alguien que tiene la bolsa de la Iglesia y habla a favor de los pobres como Judas, pero luego toma lo que ponen dentro, entonces, que tenga su parte junto a Judas» (Comentario al Evangelio de Mateo, XI, 9).

La segunda interpretación la dio el propio Jesús y permite captar el sentido profundo del gesto realizado por la mujer. Él dijo: «¡Déjenla! ¿Por qué la molestan? Ha hecho una obra buena conmigo» (Mc 14,6). Jesús sabía que su muerte estaba cercana y vio en ese gesto la anticipación de la unción de su cuerpo sin vida antes de ser depuesto en el sepulcro. Esta visión va más allá de cualquier expectativa de los comensales. Jesús les recuerda que el primer pobre es Él, el más pobre entre los pobres, porque los representa a todos. Y es también en nombre de los pobres, de las personas solas, marginadas y discriminadas, que el Hijo de Dios aceptó el gesto de aquella mujer. Ella, con su sensibilidad femenina, demostró ser la única que comprendió el estado de ánimo del Señor. Esta mujer anónima, destinada quizá por esto a representar a todo el universo femenino que a lo largo de los siglos no tendrá voz y sufrirá violencia, inauguró la significativa presencia de las mujeres que participan en el momento culminante de la vida de Cristo: su crucifixión, muerte y sepultura, y su aparición como Resucitado. Las mujeres, tan a menudo discriminadas y mantenidas al margen de los puestos de responsabilidad, en las páginas de los Evangelios son, en cambio, protagonistas en la historia de la revelación. Y es elocuente la expresión final de Jesús, que asoció a esta mujer a la gran misión evangelizadora: «Les aseguro que, para honrar su memoria, en cualquier parte del mundo donde se proclame la Buena Noticia se contará lo que ella acaba de hacer conmigo» (Mc 14,9).

2. Esta fuerte “empatía” entre Jesús y la mujer, y el modo en que Él interpretó su unción, en contraste con la visión escandalizada de Judas y de los otros, abre un camino fecundo de reflexión sobre el vínculo inseparable que hay entre Jesús, los pobres y el anuncio del Evangelio.

El rostro de Dios que Él revela, de hecho, es el de un Padre para los pobres y cercano a los pobres. Toda la obra de Jesús afirma que la pobreza no es fruto de la fatalidad, sino un signo concreto de su presencia entre nosotros. No lo encontramos cuando y donde quisiéramos, sino que lo reconocemos en la vida de los pobres, en su sufrimiento e indigencia, en las condiciones a veces inhumanas en las que se ven obligados a vivir. No me canso de repetir que los pobres son verdaderos evangelizadores porque fueron los primeros en ser evangelizados y llamados a compartir la bienaventuranza del Señor y su Reino (cf. Mt 5,3).

Los pobres de cualquier condición y de cualquier latitud nos evangelizan, porque nos permiten redescubrir de manera siempre nueva los rasgos más genuinos del rostro del Padre. «Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fidei, en sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos. La nueva evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia. Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos. Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro “considerándolo como uno consigo”. Esta atención amante es el inicio de una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cual deseo buscar efectivamente su bien» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 198-199).

3. Jesús no sólo está de parte de los pobres, sino que comparte con ellos la misma suerte. Esta es una importante lección también para sus discípulos de todos los tiempos. Sus palabras «a los pobres los tienen siempre con ustedes» también indican que su presencia en medio de nosotros es constante, pero que no debe conducirnos a un acostumbramiento que se convierta en indiferencia, sino a involucrarnos en un compartir la vida que no admite delegaciones. Los pobres no son personas “externas” a la comunidad, sino hermanos y hermanas con los cuales compartir el sufrimiento para aliviar su malestar y marginación, para devolverles la dignidad perdida y asegurarles la necesaria inclusión social. Por otra parte, se sabe que una obra de beneficencia presupone un benefactor y un beneficiado, mientras que el compartir genera fraternidad. La limosna es ocasional, mientras que el compartir es duradero. La primera corre el riesgo de gratificar a quien la realiza y humillar a quien la recibe; el segundo refuerza la solidaridad y sienta las bases necesarias para alcanzar la justicia. En definitiva, los creyentes, cuando quieren ver y palpar a Jesús en persona, saben a dónde dirigirse, los pobres son sacramento de Cristo, representan su persona y remiten a él.

Tenemos muchos ejemplos de santos y santas que han hecho del compartir con los pobres su proyecto de vida. Pienso, entre otros, en el padre Damián de Veuster, santo apóstol de los leprosos. Con gran generosidad respondió a la llamada de ir a la isla de Molokai, convertida en un gueto accesible sólo a los leprosos, para vivir y morir con ellos. Puso manos a la obra e hizo todo lo posible para que la vida de esos pobres, enfermos y marginados, reducidos a la extrema degradación, fuera digna de ser vivida. Se hizo médico y enfermero, sin reparar en los riesgos que corría, y llevó la luz del amor a esa “colonia de muerte”, como era llamada la isla. La lepra lo afectó también a él, signo de un compartir total con los hermanos y hermanas por los que había dado la vida. Su testimonio es muy actual en nuestros días, marcados por la pandemia de coronavirus. La gracia de Dios actúa ciertamente en el corazón de muchos que, sin aparecer, se gastan por los más pobres en un concreto compartir.

4. Necesitamos, pues, adherirnos con plena convicción a la invitación del Señor: «Conviértanse y crean en la Buena Noticia» (Mc 1,15). Esta conversión consiste, en primer lugar, en abrir nuestro corazón para reconocer las múltiples expresiones de la pobreza y en manifestar el Reino de Dios mediante un estilo de vida coherente con la fe que profesamos. A menudo los pobres son considerados como personas separadas, como una categoría que requiere un particular servicio caritativo. Seguir a Jesús implica, en este sentido, un cambio de mentalidad, es decir, acoger el reto de compartir y participar. Convertirnos en sus discípulos implica la opción de no acumular tesoros en la tierra, que dan la ilusión de una seguridad en realidad frágil y efímera. Por el contrario, requiere la disponibilidad para liberarse de todo vínculo que impida alcanzar la verdadera felicidad y bienaventuranza, para reconocer lo que es duradero y que no puede ser destruido por nada ni por nadie (cf. Mt 6,19-20).

La enseñanza de Jesús también en este caso va a contracorriente, porque promete lo que sólo los ojos de la fe pueden ver y experimentar con absoluta certeza: «Y todo el que deje casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi causa, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna» (Mt 19,29). Si no se elige convertirse en pobres de las riquezas efímeras, del poder mundano y de la vanagloria, nunca se podrá dar la vida por amor; se vivirá una existencia fragmentaria, llena de buenos propósitos, pero ineficaz para transformar el mundo. Se trata, por tanto, de abrirse con decisión a la gracia de Cristo, que puede hacernos testigos de su caridad sin límites y devolverle credibilidad a nuestra presencia en el mundo.

5. El Evangelio de Cristo impulsa a estar especialmente atentos a los pobres y pide reconocer las múltiples y demasiadas formas de desorden moral y social que generan siempre nuevas formas de pobreza. Parece que se está imponiendo la idea de que los pobres no sólo son responsables de su condición, sino que constituyen una carga intolerable para un sistema económico que pone en el centro los intereses de algunas categorías privilegiadas. Un mercado que ignora o selecciona los principios éticos crea condiciones inhumanas que se abaten sobre las personas que ya viven en condiciones precarias. Se asiste así a la creación de trampas siempre nuevas de indigencia y exclusión, producidas por actores económicos y financieros sin escrúpulos, carentes de sentido humanitario y de responsabilidad social.

El año pasado, además, se añadió otra plaga que produjo ulteriormente más pobres: la pandemia. Esta sigue tocando a las puertas de millones de personas y, cuando no trae consigo el sufrimiento y la muerte, es de todas maneras portadora de pobreza. Los pobres han aumentado desproporcionadamente y, por desgracia, seguirán aumentando en los próximos meses. Algunos países, a causa de la pandemia, están sufriendo gravísimas consecuencias, de modo que las personas más vulnerables están privadas de los bienes de primera necesidad. Las largas filas frente a los comedores para los pobres son el signo tangible de este deterioro. Una mirada atenta exige que se encuentren las soluciones más adecuadas para combatir el virus a nivel mundial, sin apuntar a intereses partidistas. En particular, es urgente dar respuestas concretas a quienes padecen el desempleo, que golpea dramáticamente a muchos padres de familia, mujeres y jóvenes. La solidaridad social y la generosidad de la que muchas personas son capaces, gracias a Dios, unidas a proyectos de promoción humana a largo plazo, están aportando y aportarán una contribución muy importante en esta coyuntura.

6. Sin embargo, permanece abierto el interrogante, que no es obvio en absoluto: ¿cómo es posible dar una solución tangible a los millones de pobres que a menudo sólo encuentran indiferencia, o incluso fastidio, como respuesta? ¿Qué camino de justicia es necesario recorrer para que se superen las desigualdades sociales y se restablezca la dignidad humana, tantas veces pisoteada? Un estilo de vida individualista es cómplice en la generación de pobreza, y a menudo descarga sobre los pobres toda la responsabilidad de su condición. Sin embargo, la pobreza no es fruto del destino sino consecuencia del egoísmo. Por lo tanto, es decisivo dar vida a procesos de desarrollo en los que se valoren las capacidades de todos, para que la complementariedad de las competencias y la diversidad de las funciones den lugar a un recurso común de participación. Hay muchas pobrezas de los “ricos” que podrían ser curadas por la riqueza de los “pobres”, ¡si sólo se encontraran y se conocieran! Ninguno es tan pobre que no pueda dar algo de sí mismo en la reciprocidad. Los pobres no pueden ser sólo los que reciben; hay que ponerlos en condiciones de poder dar, porque saben bien cómo corresponder. ¡Cuántos ejemplos de compartir están ante nuestros ojos! Los pobres nos enseñan a menudo la solidaridad y el compartir. Es cierto, son personas a las que les falta algo, frecuentemente les falta mucho e incluso lo necesario, pero no les falta todo, porque conservan la dignidad de hijos de Dios que nada ni nadie les puede quitar.

7. Por eso se requiere un enfoque diferente de la pobreza. Es un reto que los gobiernos y las instituciones mundiales deben afrontar con un modelo social previsor, capaz de responder a las nuevas formas de pobreza que afectan al mundo y que marcarán las próximas décadas de forma decisiva. Si se margina a los pobres, como si fueran los culpables de su condición, entonces el concepto mismo de democracia se pone en crisis y toda política social se vuelve un fracaso. Con gran humildad deberíamos confesar que en lo referente a los pobres somos a menudo incompetentes. Se habla de ellos en abstracto, nos detenemos en las estadísticas y se piensa en provocar conmoción con algún documental. La pobreza, por el contrario, debería suscitar una planificación creativa, que permita aumentar la libertad efectiva para poder realizar la existencia con las capacidades propias de cada persona. Pensar que la libertad se concede e incrementa por la posesión de dinero es una ilusión de la que hay que alejarse. Servir eficazmente a los pobres impulsa a la acción y permite encontrar los medios más adecuados para levantar y promover a esta parte de la humanidad, demasiadas veces anónima y sin voz, pero que tiene impresa en sí el rostro del Salvador que pide ayuda.

8. «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7). Es una invitación a no perder nunca de vista la oportunidad que se ofrece de hacer el bien. En el fondo se puede entrever el antiguo mandato bíblico: «Si hubiese un hermano pobre entre los tuyos, no seas inhumano ni le niegues tu ayuda a tu hermano el pobre. Por el contrario, tiéndele la mano y préstale lo que necesite, lo que le falte. […] Le prestarás, y no de mala gana, porque por eso el Señor, tu Dios, te bendecirá en todo lo que hagas y emprendas. Ya que no faltarán pobres en la tierra» (Dt 15.7-8.10-11). El apóstol Pablo se sitúa en la misma línea cuando exhorta a los cristianos de sus comunidades a socorrer a los pobres de la primera comunidad de Jerusalén y a hacerlo «no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama a quien da con alegría» (2 Co 9,7). No se trata de aliviar nuestra conciencia dando alguna limosna, sino más bien de contrastar la cultura de la indiferencia y la injusticia con la que tratamos a los pobres.

En este contexto también es bueno recordar las palabras de san Juan Crisóstomo: «El que es generoso no debe pedir cuentas de la conducta, sino sólo mejorar la condición de pobreza y satisfacer la necesidad. El pobre sólo tiene una defensa: su pobreza y la condición de necesidad en la que se encuentra. No le pidas nada más; pero aunque fuese el hombre más malvado del mundo, si le falta el alimento necesario, librémosle del hambre. […] El hombre misericordioso es un puerto para quien está en necesidad: el puerto acoge y libera del peligro a todos los náufragos; sean ellos malvados, buenos, o sean como sean aquellos que se encuentren en peligro, el puerto los protege dentro de su bahía. Por tanto, también tú, cuando veas en tierra a un hombre que ha sufrido el naufragio de la pobreza, no juzgues, no pidas cuentas de su conducta, sino libéralo de la desgracia» (Discursos sobre el pobre Lázaro, II, 5).

9. Es decisivo que se aumente la sensibilidad para comprender las necesidades de los pobres, en continuo cambio como lo son las condiciones de vida. De hecho, hoy en día, en las zonas económicamente más desarrolladas del mundo, se está menos dispuestos que en el pasado a enfrentarse a la pobreza. El estado de relativo bienestar al que se está acostumbrados hace más difícil aceptar sacrificios y privaciones. Se es capaz de todo, con tal de no perder lo que ha sido fruto de una conquista fácil. Así, se cae en formas de rencor, de nerviosismo espasmódico, de reivindicaciones que llevan al miedo, a la angustia y, en algunos casos, a la violencia. Este no ha de ser el criterio sobre el que se construya el futuro; sin embargo, estas también son formas de pobreza de las que no se puede apartar la mirada. Debemos estar abiertos a leer los signos de los tiempos que expresan nuevas modalidades de cómo ser evangelizadores en el mundo contemporáneo. La ayuda inmediata para satisfacer las necesidades de los pobres no debe impedirnos ser previsores a la hora de poner en práctica nuevos signos del amor y de la caridad cristiana como respuesta a las nuevas formas de pobreza que experimenta la humanidad de hoy.

Deseo que la Jornada Mundial de los Pobres, que llega a su quinta edición, arraigue cada vez más en nuestras Iglesias locales y se abra a un movimiento de evangelización que en primera instancia salga al encuentro de los pobres, allí donde estén. No podemos esperar a que llamen a nuestra puerta, es urgente que vayamos nosotros a encontrarlos en sus casas, en los hospitales y en las residencias asistenciales, en las calles y en los rincones oscuros donde a veces se esconden, en los centros de refugio y acogida… Es importante entender cómo se sienten, qué perciben y qué deseos tienen en el corazón. Hagamos nuestras las apremiantes palabras de don Primo Mazzolari: «Quisiera pedirles que no me pregunten si hay pobresquiénes son y cuántos son, porque temo que tales preguntas representen una distracción o el pretexto para apartarse de una indicación precisa de la conciencia y del corazón. […] Nunca he contado a los pobres, porque no se pueden contar: a los pobres se les abraza, no se les cuenta» (“Adesso” n. 7 – 15 abril 1949). Los pobres están entre nosotros. Qué evangélico sería si pudiéramos decir con toda verdad: también nosotros somos pobres, porque sólo así lograremos reconocerlos realmente y hacerlos parte de nuestra vida e instrumentos de salvación.

 

Roma, San Juan de Letrán, 13 de junio de 2021,
Memoria litúrgica de san Antonio de Padua

 

Francisco

 

Fuente: www.press.vatican.va

#HazMemoria #HMMisiones: La acción evangelizadora de la Iglesia que nos afecta a todos los bautizados.

En la undécima semana de la campaña #HazMemoria que la Conferencia Episcopal Española ha puesto en marcha junto con los medios de comunicación EcclesiaTrece y COPE, el contenido se centra en la acción evangelizadora de la Iglesia.

La labor evangelizadora de la Iglesia: las misiones.

 

 

El propósito de Jesús para su Iglesia es prolongar la misión que Él realizó en el tiempo y extenderla por todos los pueblos de la tierra. Esta misión ha sido confiada a la Iglesia y la realizan todos sus miembros, cada uno según su vocación, su carisma, su lugar en la historia y las peculiares condiciones de su tiempo, pero afecta a todos: sacerdotes, religiosos y laicos.

Casi 11.000 misioneros: sacerdotes, religiosos y laicos (familias enteras, jóvenes y adultos) entregan hoy su vida por anunciar el Evangelio en todo el mundo, siguiendo el mandato de Jesús: «Id por todo el mundo y anunciad el Evangelio» (Mc 16,15). Se trata de la labor misionera de la Iglesia. Toda la acción de la Iglesia tiene como objetivo último el conocimiento de Jesús y el trato personal con Él.  El papa Francisco invita a todos los bautizados a ser Iglesia en salida.

Misioneros en el entorno habitual

Por otra parte, la gran mayoría de los cristianos, también convocados a esa misión, la realizan en su ambiente normal, en el trabajo, entre sus amistades, en la familia… buscando las ocasiones propicias para dar testimonio de su pertenencia al Pueblo de Dios y de su compromiso con el anuncio del Evangelio.

Muchos de ellos adquieren un cierto compromiso con la Iglesia como voluntarios y comprometen una parte de su tiempo en la catequesis parroquial, en la ayuda a la celebración, en los servicios parroquiales de Cáritas, etc. Con la conciencia de enviados por el Señor, en cualquier lugar se puede prestar un servicio valioso de anuncio del Evangelio.

 

El contenido de este tema se puede encontrar en este enlace#HMMisiones

 

La campaña #HazMemoria

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Con este hastag #HazMemoria se pretende poner en valor el papel de la Iglesia y de los cristianos en el trabajo de la sociedad y la importancia de su aportación al bien común de todos.

Con esta campaña de doce temas, que durará hasta el 30 de junio, se pretende hacer presente en los medios de comunicación la vida real de la Iglesia, las actividades que realiza, las personas que la llevan adelante, las historias que hacen visible la acción de la Iglesia en el mundo.

 

Fuente: Conferencia Episcopal Española

Monseñor Barrio: “El Papa ha estado muy cariñoso con nosotros en la audiencia”

| Imagen extraída de la cuenta de Twitter y Facebook del presidente de la Xunta

 

  • El arzobispo, tras el encuentro con el Pontífice, dice que “vivimos con esa esperanza de que pueda ser factible que el Papa Francisco venga a Santiago”

El Papa Francisco recibió ayer lunes en audiencia privada al arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, a quien acompañaba el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Al término del encuentro, el arzobispo compostelano comentó ante los medios de comunicación que “el Papa ha estado muy cariñoso con nosotros en la audiencia”. Monseñor Barrio añadió que el “motivo era agradecerle el que haya prolongado un año más el Año Santo”. Y añadió: “yo le he explicado toda la programación pastoral que hemos hecho con esa inquietud y esa preocupación de decir que el Año Santo sea un año de conversión y de reconciliación”. Al ser preguntado por una posible visita del Pontífice a Compostela a lo largo del Año Santo Compostelano, monseñor Barrio aseguró que “vivimos con esperanza siempre, y más estando en Santiago. En ese sentido vivimos con esa esperanza de que pueda ser factible que el Papa Francisco venga a Santiago”.

 

| Imagen extraída de la cuenta de Twitter y Facebook del presidente de la Xunta

 

Por otra parte, en declaraciones a COPE, el arzobispo insistió en que la audiencia “ha sido muy agradable” y “yo he salido muy esperanzado por la preocupación y el interés que el Papa ha demostrado con la celebración del Año Santo Compostelano”. “Yo le he dicho”, continuó el arzobispo ante la corresponsal de COPE en el Vaticano, Eva Fernández: “Santidad, nos alegraría que también usted fuera peregrino a Santiago y allí calzar las sandalias de la esperanza, que son las que les queremos poner a todos los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela”.

“Santidad”, le he dicho, “Dios nos ayuda y el Apóstol Santiago”, finalizó el arzobispo.

 

Fuente: archicompostela.es

La Catedral de Santiago acogerá un nueva misa diaria del Peregrino

 

A partir de hoy lunes 14 de junio, la Catedral de Santiago acogerá una nueva misa diaria del peregrino, a las 9:30 h, tal y como acordó la semana pasada el Cabildo.

De esta manera, la Misa del Peregrino se celebrará diariamente en el altar mayor a las 9:30 h, 12:00 h y 19:30 h.

A estas misas se suman la de las 11:00 h en la capilla de la Corticela, y las de las 10:30 h, en lengua inglesa, en la capilla del Centro de Acogida al Peregrino.

 

Fuente: archicompostela.es

Peregrinación virtual de Pastoral Santiago. Junio: Itinerario basado en la Biblia

 

Desde Pastoral de Santiago quieren proponernos este mes de Junio en su Peregrinación Virtual un ITINERARIO BASADO EN LA BIBLIA treinta hitos para delimitar esta ruta jacobea bajo la influencia de la Sagrada Escritura.

Has decidido ponerte en camino hacia la tumba del apóstol Santiago. A través de los siglos esta experiencia les sirvió a miles de hombres y mujeres para encontrarse con ellos mismos y con Cristo.

La espiritualidad del peregrino del Camino jacobeo coincide con la espiritualidad bíblica. Por esto, no hay mejor compañía para el que inicia su andadura que tantos personajes bíblicos que se pusieron en marcha al amparo de Dios. Estos personajes te acompañarán para que puedas llegar a la meta.

A continuación, te ofrecemos unas pistas orientativas divididas en treinta etapas, con el fin de conocerte, reflexionar y orar. En cada etapa encontrarás un pasaje bíblico, una pequeña reflexión y una oración. El Camino que inicias puede ser un momento para descubrir tu verdadero camino.

Ánimo peregrino y ¡Buen camino!

 

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Otras rutas:

 

Fuente: pastoralsantiago.org

Más de 44 millones de horas dedicadas a los demás

Sacerdotes, consagrados o laicos. Son millones de personas que, entregando su tiempo, suman al año más de 44 millones de horas para acompañar, cuidar, curar y proteger a los demás. Es la actividad pastoral, que da continuidad a la misión de Jesucristo en la vida de la Iglesia.

Horas dedicadas a los demás

En esta actividad cada uno aporta según sus posibilidades y sus capacidades. Los hay que se dedican a la catequesis; otros a la gestión económica de las parroquias; también quienes se entregan en el acompañamiento a las familias, a los jóvenes, a los ancianos… Y no faltan tampoco los que se ocupan de la atención a los enfermos o a visitar a los presos en las cárceles.

  • 16.960 sacerdotes
  • 465 diáconos permanentes
  • 1.129 seminaristas
  • 37.286 religiosas/os
  • 8.739 monjas/es clausura
  • 413.325 laicas/os

Fuente: Memoria anual de actividades de la Iglesia 2019

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22.993 parroquias en el centro de la actividad pastoral de la Iglesia

La actividad pastoral de la Iglesia parte de la parroquia. Según datos de la Memoria anual de actividades 2019, en España hay 22.993 parroquias. En una de ellas, en la basílica menor de Santa Engracia, en Zaragoza, ejerce su ministerio sacerdotal Pedro Sauras.

Pedro tiene 28 años y reconoce que «una de las cosas más enriquecedoras de mi vida sacerdotal es la gran cantidad de personas y tan variada con la que me cruzo a lo largo del día». Y es que la parroquia es un lugar de encuentro, en primer lugar, en la liturgia y en los sacramentos. También en la evangelización y en la catequesis, «dedico mucho tiempo a la formación y al acompañamiento de jóvenes». Y en la acción social, «cubriendo las necesidades materiales, todas las semanas aquí acompañamos con alimentos, con ropa, con recursos; pero también espirituales: la soledad, llevar la comunión a los enfermos que no pueden venir, o en el sufrimiento y en el dolor».

En resumen: «queremos ser las manos, los ojos, la voz, los pies de Jesús, hoy. Queremos ser una parroquia que transparente el corazón de Cristo a través de la misericordia, de la esperanza y de la alegría».

 

«La principal misión del sacerdote es acercar a Dios a la gente y a la gente a Dios:
facilitar el encuentro personal con Jesucristo, que el que lo experimenta, cambia radicalmente de vida».

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Maruja, acólita de exequias en el cementerio de Vicálvaro

Maruja y Mª Teresa ponen su tiempo a disposición de la parroquia. Son dos acólitas, la primera en la parroquia Santa María la Antigua de Vicálvaro (Madrid) y la segunda en la catedral de Mallorca.

Maruja, que lleva más de 50 años en grupos de oración y de liturgia, hace del cementerio de Vicálvaro ese lugar de encuentro, acompañamiento y oración, pues se encarga de la liturgia de las exequias cuando la parroquia se lo necesita. Una labor que le permite rezar ante personas que no son de Iglesia  o que no tienen fe, «pero me escuchan y yo intento que les llegue la palabra de Dios en esos momentos tan duros,  cuando se está viviendo tanto dolor».

Además, en la parroquia prepara los grupos de oración. En esta época de pandemia, explica, «seguimos comunicándonos con los jóvenes a través del WhatsApp. No queremos perder esa vivencia de fe. Es imprescindible estar unidos en la oración, en la fe».

 

«Es muy importante el silencio para escuchar a Dios.
Saber que Dios se comunica, que Dios habla a las personas».

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María Teresa, acólita de la catedral de Mallorca

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María Teresa comenzó el servicio litúrgico coincidiendo con su jubilación, hace más o menos un año y medio. «Era un momento ideal -señala- para poder dedicar más tiempo a algo que me había hecho siempre mucha, mucha ilusión». Y está estudiando teología online «porque pienso que cuanto más preparados estemos los laicos, mejor podemos ofrecer el mensaje de Cristo«.

Para ella, «lo importante es que seamos personas y que tengamos la ilusión de tener y anunciar los  valores del Evangelio, de ayudar a los demás. Es esencial poder dar testimonio del mensaje de Cristo, que es un mensaje de amor y esperanza».

 

«Las mujeres siempre vamos a estar al lado de Jesús, empezando por su madre, la Virgen María,  
siguiendo por Marta y María, así como todas las mujeres del Evangelio.»

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

#HazMemoria #HMPastoral: La acción pastoral de la Iglesia es acompañar, cuidar, curar y proteger al Pueblo de Dios, sin excluir a nadie.

En la décima semana de la campaña #HazMemoria que la Conferencia Episcopal Española ha puesto en marcha junto con los medios de comunicación EcclesiaTrece y COPE, el contenido se centra en la acción pastoral de la Iglesia.

La labor pastoral de la Iglesia.

 

 

La Iglesia tiene muchas expresiones en lo que concierne a su labor pastoral. No obstante, se pueden resumir en estas cuatro dimensiones: acompañar, cuidar, curar y proteger al Pueblo de Dios. En ellas cabe desde la catequesis, la visita a los enfermos y a los presos, el cuidado de los moribundos, los colegios, las editoriales de la Iglesia y sus medios de comunicación, la confesión y el acompañamiento espiritual.

Toda la actividad de la Iglesia tiene como fin el servicio al Pueblo de Dios. A lo largo de la historia de la Iglesia, son abundantes los testimonios de aquellos que han entregado su vida, como el buen pastor, en el cumplimiento de la misión que habían recibido.

De la labor pastoral brota la acción social de la Iglesia, el empeño por cuidar al Pueblo de Dios se prolonga a todas las personas que están cerca, sean o no, parte de la Iglesia. La actividad pastoral de la Iglesia no excluye a nadie.

El contenido de este tema se puede encontrar en este enlace#HMPastoral

 

La campaña #HazMemoria

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Con este hastag #HazMemoria se pretende poner en valor el papel de la Iglesia y de los cristianos en el trabajo de la sociedad y la importancia de su aportación al bien común de todos.

Con esta campaña de doce temas, que durará hasta el 30 de junio, se pretende hacer presente en los medios de comunicación la vida real de la Iglesia, las actividades que realiza, las personas que la llevan adelante, las historias que hacen visible la acción de la Iglesia en el mundo.

 

Fuente: Conferencia Episcopal Española