Compartir la Navidad

 

Nos acercamos a la Navidad. Llega ese tiempo especial y diferente en el que celebramos el nacimiento de Jesús, punto de arranque de nuestra fe cristiana. Tenemos que prepararnos para vivir el amor directamente enraizado en la realidad caritativa y de ayuda a los demás. Solamente el amor es capaz de dar luz y sentido a nuestra existencia. El amor que compartimos con otras personas y el que recibimos nos iguala como humanidad, como esa gran familia diversa y plural que somos viviendo desperdigada por el mundo, atravesada de una inmensa riqueza de culturas, pensamientos y formas de entender la vida social. Un amor que nos convoca a la necesidad de cuidar y ser cuidados, de proteger y ser protegidos, de vivir disfrutando de un bien común y colectivo que aspira a encarnarse en el pleno acceso de todas las personas a los derechos humanos y fundamentales para lograr una existencia digna.

En clave de Amor

En Cáritas recordamos que es necesario seguir situados en la clave del amor hacia las personas que más lo necesitan. Y debemos hacerlo con la luz de Belén que nos ilumina el camino y nos da energía para seguir trabajando en la construcción del Reino de Dios aquí en la Tierra.

Esa luz que nos recuerda que tenemos que velar y hacer posibles los derechos fundamentales de todas las personas, algo que es imprescindible para erradicar la pobreza en el mundo, y, por lo tanto, para velar por la justicia.

La Navidad es como un faro que nos estimula, que nos guía nuestro rumbo para seguir trabajando por los más necesitados, los empobrecidos, los solos, los últimos de la sociedad.

Este año la Campaña de Navidad de Cáritas tiene su culminación en los días centrales que giran en torno al nacimiento de Jesús. Y lo hacemos insistiendo en que “Solo el Amor lo ilumina todo”. Llegamos al final, hemos vivido días de acercamiento y preparación. Durante este tiempo hemos transmitido un mensaje a la sociedad, en general, y en particular a los medios de comunicación, a las administraciones y, por supuesto, a cada comunidad y a cada persona, para que tomemos conciencia y compromiso con la realidad en las que nos movemos en el día a día.

La Navidad nos plantea que la Buena Noticia nos alerta que debemos abrir los ojos para mirar a nuestro alrededor, pero no de cualquier forma, sino con perspectiva y conciencia. La Buena Noticia es para todos: para los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para liberar a los cautivos y para enseñarnos a cuidar la creación que el Padre nos ha regalado. Tenemos que mirar nuestra propia realidad y la de los demás para dejarnos transformar por ella y actuar en consecuencia.

No podemos olvidar que vivimos un tiempo duro y difícil para muchísimas personas, familias enteras que ven día a día que la situación de desempleo, la falta de perspectivas y oportunidades derrumban sus expectativas de futuro. En nuestra Diócesis aumentó el número de personas que viven en situación de pobreza grave o extrema.

Una sociedad nueva

Por tal motivo la Campaña de Cáritas nos invita a reflexionar sobre nuestras relaciones con los demás, sobre todo con los más vulnerables. En sus postulados nos da cuenta de nuestro modelo de convivencia, de relaciones con los demás, cómo construimos comunidad y la importancia de tejer redes, como los que muestran su amor verdadero en obras de vida, de compañía, de entrega sincera.

La construcción de una sociedad nueva debe ser  nuestra gran meta y propuesta para este tiempo navideño. Un objetivo que debe estar basado en la humanidad, como una gran familia que se interpreta y se cuestiona sobre la realidad de la pobreza y la injusticia que predomina en el mundo.

Estas fechas de amor tienen que abrir nuestros corazones para ayudar a los que más lo necesitan y para compartir con nuestros semejantes

 

¡¡FELIZ NAVIDAD!! Y los mejores deseos para el año 2023

 

 

 

Fuente: Caritas Diocesana