Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar 2023: «Juntos anunciamos lo que vivimos»

 

El próximo 28 de mayo, día de la solemnidad de Pentecostés, la Iglesia celebra también el DÍA DE LA ACCIÓN CATÓLICA Y DEL APOSTOLADO SEGLAR. El lema que para la Jornada de este año es «Juntos anunciamos lo que vivimos»

Un día, como recuerdan los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida  en su mensaje, que todos los bautizados juntos: los laicos, consagrados y pastores, tenemos la misión de anunciar a Jesucristo con nuestra vida cotidiana.

Dicha comisión es la encargada de elaborar los materiales para divulgar y preparar la jornada. (Se pueden descargar en los distintos enlaces que aparecen al final).

¿Cuál es el mensaje de los obispos?

La Jornada de este año, explican los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, “nos invita a todos los bautizados, especialmente a los laicos, a tomar conciencia de la importancia del anuncio explícito de Jesucristo, con palabras y con obras”.

Esta Comisión, anuncian, quiere llevar a cabo un ejercicio de discernimiento sobre el Itinerario del Primer Anuncio pues las conclusiones del proceso sinodal evidencian que es una prioridad pastoral para la Iglesia en España. Además, se recoge como una preferencia en las orientaciones pastorales de la CEE (2021-2025), Fieles al envío misionero.

También “nos urge” a situar el primer anuncio como núcleo y eje de la labor pastoral como Iglesia responder al “cambio de época”: “La sociedad actual, marcada por la secularización y el pluralismo, se coloca cada día más de espaldas a Dios y la mayoría de las personas viven como si Dios no existiera. Si hace unos años la fe fue arrinconada al ámbito privado de la persona, ahora ha sido en muchos casos expulsada incluso de ese espacio. Podemos afirmar que estamos asistiendo a una situación de esquizofrenia creyente, porque se ha establecido una contraposición entre la vida de fe y la vida cotidiana”.

El primer anuncio, matizan, encuentra su fundamento en el mandato expreso de Jesús, “que nos invita a la evangelización: «Id al mundo entero y anunciad el evangelio a toda la creación» (Mc 16,15)”. Y en contexto actual, caracterizado en muchos casos por el desconocimiento y la indiferencia hacia la persona de Jesús, estamos llamados a hacernos presentes, a nivel personal y comunitario, en los espacios públicos para anunciar el kerigma con lenguajes adecuados al interlocutor y especialmente con nuestro testimonio”.

Una tarea de todo el pueblo de Dios

Los obispos valoran las iniciativas de primer anuncio que ya existen en nuestra Iglesia en España, pero confiesan que “nuestro anhelo es que todospor el sacramento del bautismo, tomemos conciencia de nuestra vocación de ser anunciadores de Jesucristo, que proclamemos con nuestras palabras y obras el kerigma, el núcleo del evangelio: Jesucristo te ama, ha dado la vida por ti y ha resucitado”.

Por eso, ofrecen unas pautas. Como punto de partida para abordar cualquier cambio pastoral señalan la importancia de la oración, de los sacramentos y de “renovar nuestro encuentro con el Señor” pues “no podemos ser creíbles en el exterior si no cuidamos el interior”.

También es fundamental, explican, comunicar con lenguajes adecuados a aquellos con los que se dialoga. Y hoy “este anuncio debe insertarse en la nueva cultura digital en la que nos movemos”. En este sentido plantean el desafío de convertirse en una presencia evangelizadora en el continente digital.

Otra palabra clave es el testimonio pues nuestro mundo necesita “no tanto maestros como testigos”. Es fundamental “anunciar a Cristo con nuestro modo de vivir” para “tocar el corazón y la mente de los que nos escuchan porque predicamos con nuestra vida”. “Nos duele”, confiesan, que en la síntesis del Sínodo en España “se vea a la Iglesia como una institución reaccionaria y poco propositiva, alejada de la realidad de hoy”.

Como Iglesia “tenemos que situarnos en diálogo con el mundo, ofreciendo la buena noticia del evangelio a tantas personas que están sufriendo, que se sienten marginadas por la sociedad por cualquier motivo”. Estamos llamados a anunciar “al que es la vida, Jesucristo, en medio de las situaciones de muerte, de tristeza o de falta de esperanza que hay a nuestro alrededor”.

Esta Jornada, que coincide con las elecciones municipales y autonómicas, “nos interpela también a un testimonio cristiano en el mundo de la política, que, en palabras del papa Francisco, «es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común» (EG 205).

Los obispos terminan su mensaje agradeciendo el trabajo de las delegaciones de apostolado seglar; de los movimientos y asociaciones; de la Acción Católica; del Consejo Asesor de Laicos y “el testimonio anónimo de tantos laicos de nuestras parroquias que cada día anuncian a Jesucristo en sus ambientes, con palabras y obras”.

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Materiales de la Jornada

 

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

El Papa en el Regina Caeli: «Jesús intercede por nosotros ante el Padre y pide por nuestro perdón»

 

Antes de rezar el Regina Caeli en este quinto domingo de Pascua, la Ascensión de Jesús, Francisco afirmó que desde el Cielo, Jesús le presenta sus llagas al Padre para interceder por nosotros. Le dice al Padre: "Ésto es lo que sufrí por los hombres, ¡haz algo!", dijo el Papa y de esta manera le hace ver el precio de la redención, el Padre se conmueve. "Así reza Jesús", es como le gusta pensar al Papa Francisco sobre este momento.

 

En su alocución previa al rezo mariano, el Papa Francisco recordó la solemnidad de hoy, la Ascensión del Señor. Una fiesta dijo que nos hace surgir dos preguntas:

 

¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra? ¡Su despedida parecería un momento triste, no algo por lo que estar alegre! ¿Y por qué celebrar una partida? Primera pregunta. Segunda pregunta: ¿qué hace ahora Jesús en el cielo?«

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Porqué celebramos

Explicando esta solemnidad, el Santo Padre, dijo que con la Ascensión sucedió algo nuevo y hermoso: Jesús ha llevado nuestra humanidad al cielo, nuestra carne al cielo, es decir a Dios. Esa humanidad, afirmó, que había tomado en la tierra, no se ha quedado aquí, Jesús después de ser Resucitado no era un Espíritu, no: tenía su cuerpo humano, la carne, los huesos, todo; y estará ahí para siempre.

 

“Desde el día de la Ascensión Dios mismo, podríamos decir, ha “cambiado”: ¡desde entonces ya no es solo espíritu, sino que por todo lo que nos ama lleva en sí nuestra misma carne, nuestra humanidad! El lugar que nos espera está indicado, nuestro destino está ahí. Así escribía un antiguo Padre en la fe: «¡Espléndida noticia! Aquel que se ha hecho hombre por nosotros […], para hacernos sus hermanos, se presenta como hombre delante del Padre, para llevar consigo a todos aquellos que están unidos a él» (S. Gregorio de Nisa, Discurso sobre la resurrección de Cristo, 1)”.

 

Sobre la Ascensión de Jesús, Francisco dijo que hoy celebramos “la conquista del cielo”; Jesús volviendo al Padre, pero con nuestra humanidad. Así que el cielo ya es un poco nuestro. Jesús ha abierto la puerta y su cuerpo está allí, afirmó.

 

¿Qué hace Jesús en el cielo?

El Pontífice dijo a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, que Jesús está por nosotros delante del Padre, le muestra continuamente nuestra humanidad, las llagas que ha sufrido por nosotros;

 

«Me gusta pensar que Jesús, delante del Padre, reza así: haciéndole ver las heridas. «Esto es lo que he sufrido por los hombres: ¡haz algo!». Le muestra el precio de la redención. El Padre se conmueve. Pero, piénsalo bien, así reza Jesús. Por eso no nos ha dejado solos«.

 

De hecho, antes de ascender nos dijo, como dice el Evangelio hoy: «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo» (Mt 28,20). Está siempre con nosotros, está «siempre vivo para interceder» (Hb 7,25) a nuestro favor, para mostrar las llagas al Padre por nosotros. En una palabra, afirmó Francisco,  intercede; está en el mejor “lugar”, delante del Padre suyo y nuestro, para interceder por nosotros”.

 

La intercesión es fundamental

La intercesión de Jesús es fundamental, esta fe también nos ayuda: no perder la esperanza, no desanimarse. Ante el Padre hay alguien que le muestra las heridas e intercede por nosotros, señaló el Papa.

 

 

 

Fuente: vaticanews.va