Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del Enfermo 2024: «Hagamos crecer la cultura de la ternura»

«Cuidemos a los que sufren y están solos», «los enfermos, los frágiles, los pobres están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de nuestra atención humana y pastoral». Así lo escribe el Papa Francisco en su mensaje para la XXXII Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el próximo 11 de febrero, y cuyo texto íntegro adjuntamos: 

 

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA XXXII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

11 de febrero de 2024

«No conviene que el hombre esté solo».
Cuidar al enfermo cuidando las relaciones

 

«No conviene que el hombre esté solo» (Gn 2,18). Desde el principio, Dios, que es amor, creó el ser humano para la comunión, inscribiendo en su ser la dimensión relacional. Así, nuestra vida, modelada a imagen de la Trinidad, está llamada a realizarse plenamente en el dinamismo de las relaciones, de la amistad y del amor mutuo. Hemos sido creados para estar juntos, no solos. Y es precisamente porque este proyecto de comunión está inscrito en lo más profundo del corazón humano, que la experiencia del abandono y de la soledad nos asusta, es dolorosa e, incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de alguna enfermedad grave.

Pienso, por ejemplo, en cuantos estuvieron terriblemente solos durante la pandemia de Covid-19; en los pacientes que no podían recibir visitas, pero también en los enfermeros, médicos y personal de apoyo, sobrecargados de trabajo y encerrados en las salas de aislamiento. Y obviamente no olvidemos a quienes debieron afrontar solos la hora de la muerte, solo asistidos por el personal sanitario, pero lejos de sus propias familias.

Al mismo tiempo, me uno con dolor a la condición de sufrimiento y soledad de quienes, a causa de la guerra y sus trágicas consecuencias, se encuentran sin apoyo y sin asistencia. La guerra es la más terrible de las enfermedades sociales y son las personas más frágiles las que pagan el precio más alto.

Sin embargo, es necesario subrayar que, también en los países que gozan de paz y cuentan con mayores recursos, el tiempo de la vejez y de la enfermedad se vive a menudo en la soledad y, a veces, incluso en el abandono. Esta triste realidad es consecuencia sobre todo de la cultura del individualismo, que exalta el rendimiento a toda costa y cultiva el mito de la eficiencia, volviéndose indiferente e incluso despiadada cuando las personas ya no tienen la fuerza necesaria para seguir ese ritmo. Se convierte entonces en una cultura del descarte, en la que «no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si “todavía no son útiles” —como los no nacidos—, o si “ya no sirven” —como los ancianos—.» (Carta enc. Fratelli tutti, 18). Desgraciadamente, esta lógica también prevalece en determinadas opciones políticas, que no son capaces de poner en el centro la dignidad de la persona humana y sus necesidades, y no siempre favorecen las estrategias y los medios necesarios para garantizar el derecho fundamental a la salud y el acceso a los cuidados médicos a todo ser humano. Al mismo tiempo, el abandono de las personas frágiles y su soledad también se agravan por el hecho de reducir los cuidados únicamente a servicios de salud, sin que éstos vayan sabiamente acompañados por una “alianza terapéutica” entre médico, paciente y familiares.

Nos hace bien volver a escuchar esa palabra bíblica: ¡no conviene que el hombre esté solo! Dios la pronuncia al comienzo mismo de la creación y nos revela así el sentido profundo de su designio sobre la humanidad, pero, al mismo tiempo, también la herida mortal del pecado, que se introduce generando recelos, fracturas, divisiones y, por tanto, aislamiento. Esto afecta a la persona en todas sus relaciones; con Dios, consigo misma, con los demás y con la creación. Ese aislamiento nos hace perder el sentido de la existencia, nos roba la alegría del amor y nos hace experimentar una opresiva sensación de soledad en todas las etapas cruciales de la vida.

Hermanos y hermanas, el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura. Por eso, cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar sus relaciones, todas sus relaciones; con Dios, con los demás —familiares, amigos, personal sanitario—, con la creación y consigo mismo. ¿Es esto posible? Claro que es posible, y todos estamos llamados a comprometernos para que sea así. Fijémonos en la imagen del Buen Samaritano (cf. Lc 10, 25-37), en su capacidad para aminorar el paso y hacerse prójimo, en la actitud de ternura con que alivia las heridas del hermano que sufre.

Recordemos esta verdad central de nuestra vida, que hemos venido al mundo porque alguien nos ha acogido. Hemos sido hechos para el amor, estamos llamados a la comunión y a la fraternidad. Esta dimensión de nuestro ser nos sostiene de manera particular en tiempos de enfermedad y fragilidad, y es la primera terapia que debemos adoptar todos juntos para curar las enfermedades de la sociedad en la que vivimos.

A ustedes que padecen una enfermedad, temporal o crónica, me gustaría decirles: ¡no se avergüencen de su deseo de cercanía y ternura! No lo oculten y no piensen nunca que son una carga para los demás. La condición de los enfermos nos invita a todos a frenar los ritmos exasperados en los que estamos inmersos y a redescubrirnos a nosotros mismos.

En este cambio de época en el que vivimos, nosotros los cristianos estamos especialmente llamados a hacer nuestra la mirada compasiva de Jesús. Cuidemos a quienes sufren y están solos, e incluso marginados y descartados. Con el amor recíproco que Cristo Señor nos da en la oración, sobre todo en la Eucaristía, sanemos las heridas de la soledad y del aislamiento. Cooperemos así a contrarrestar la cultura del individualismo, de la indiferencia, del descarte, y hagamos crecer la cultura de la ternura y de la compasión.

Los enfermos, los frágiles, los pobres están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de nuestra atención humana y solicitud pastoral. No olvidemos esto. Y encomendémonos a María Santísima, Salud de los Enfermos, para que interceda por nosotros y nos ayude a ser artífices de cercanía y de relaciones fraternas.

 

Roma, San Juan de Letrán, 10 de enero de 2024

Francisco

 

 

 

Fuente: vatican.va

Campaña del Enfermo 2024: «Dar esperanza en la tristeza»

«Dar esperanza en la tristeza» es el lema que propone el departamento de Pastoral de la Salud para la Campaña del Enfermo 2024. Una Campaña que la Iglesia en España inicia el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, con la Jornada del Enfermo a nivel mundial y se cierra el 5 de mayo, con la Pascua del Enfermo.

¿Por qué el lema «Dar esperanza en la tristeza»?

Durante este tiempo, desde Pastoral de la Salud, se quiere promover la reflexión sobre un tema que «nos parece particularmente urgente», el aumento de las personas que padecen sufrimiento psicológico y emocional. Una preocupación que se respalda en un dato: España encabeza la lista de países que más ansiolíticos consumen, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud de 2022, del Ministerio de Sanidad.

Ante esta realidad, explica el departamento en la presentación de la Campaña, «nos ha parecido oportuno reflexionar sobre las causas y modos de acompañar a estas personas para anunciar con el profeta Jeremías: “Convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas” (Jer 31, 13)». El objetivo es tomar conciencia teniendo en cuenta que «no se trata de una enfermedad mental en el sentido que comúnmente le damos a este término» para «centrarnos en el cuidado y acompañamiento de las personas que padecen este sufrimiento que se manifiesta en la tristeza, la pena, el desánimo o la ansiedad».

La reflexión sobre este tema ya se inició en las Jornadas Nacionales de delegados de Pastoral de la Salud que se celebraron en septiembre de 2023. De hecho, las aportaciones de los ponentes serán la base para preparar los temas de formación que se irán publicando como materiales para esta Campaña, que ahora se inicia con la presentación, el cartel y la estampa.

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Pastoral de la Salud también recupera el documento que hizo público el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en noviembre de 2020, “Acompañar a personas con sufrimiento psicológico en el contexto de la pandemia covid-19”. Un texto en el que se señala cómo para la Iglesia, la salud no sólo se refiere al cuerpo, sino sobre todo a la integralidad de la persona con todos sus componentes psicológicos, sociales, culturales, éticos y espirituales.

En la presentación, además, se recuerdan las palabras del papa Francisco en la Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio” (nº 6): “Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta, pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias».

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

 

Así se viviu a Xornada Diocesana de Primeiro Anuncio

Este sábado tivo lugar na Casa de Exercicios Espirituais de Santiago a Xornada Diocesana de Primeiro Anuncio en camiño ao Encontro nacional de laicos sobre Primeiro Anuncio do 16 ao 18 de febreiro en Madrid, organizada pola Delegación para el Laicado e a Delegación de 1er Anuncio da Arquidiocese de Santiago de Compostela.

 

 

Comezouse cun momento de oración na capela, preparado por Javier e Montse, en torno ao Espírito Santo e o encontro persoal con Cristo.

 

 

Xa nunha sala ateigada de xente (unhas 60 persoas asistentes, de toda a archidiocese) o delegado de Primeiro Anuncio, Javier García, presentou nunha breve charla unhas aclaracións en torno ao Primeiro Anuncio, e ás necesidades para impulsarlo na acción pastoral da Igrexa: cómpre xerar estruturas, hai que prepararse e involucrar a toda a Igrexa, para ser quen de xerar unha nova cultura, o que pasa por cambiar as prioridades pastorais investindo en medios, persoas e cartos, para promover procesos que formen parte da pastoral ordinaria.

 

 

Despois houbo un traballo por grupos nos que se dialogou sobre as cuestións prioritarias para animar na diocese cambios reais en torno ao Primeiro Anuncio. Tras o descanso, durante o cal reparamos forzas cun café e un biscoito caseiro, púxose en común o traballado.

Foi un espazo moi produtivo, onde se recalcou a necesidade de fomentar por unha banda a oración persoal e comunitaria para facer experiencia do amor de Deus, e por outra banda, ser testemuñas coas nosas vidas. Insistiuse na necesidade de cambiar a mentalidade para redescubrir a Xesús como modelo de vida, así como da importancia da colaboración do clero e o laicado, con consellos pastorais nas parroquias e equipos interparroquiais.

 

 

A intervención do arcebispo D. Francisco foi moi clarificadora, poñendo o acento pastoral na volta ao esencial: o encontro transformador de Xesucristo. Isto debe levarnos a tres notas: nacer de novo ao espírito, recoñecer a Deus no partir do pan e dar a vida polos demais.

O delegado para o laicado, Alfredo Losada, enmarcou a xornada no traballo pastoral en torno aos catro itinerarios surxidos no Congreso de laicos e a carta pastoral de advento do arcebispo de Santiago. Fixo fincapé en que a misión de evanxelizar ten orixe na vocación bautismal e que o compromiso misioneiro debe levarnos ao cambio das realidades máis cercanas e sentir e vivir ao estilo de Xesús de Nazaret.

 

 

 

Finalizou a xornada co envío misioneiro por parte do arcebispo D. Francisco dos asistentes da diocese ao «Encontro nacional de laicos sobre Primeiro Anuncio».

 

 

 

 

 

Jornada Diocesana en camino al Encuentro Nacional de Laicos sobre el Primer Anuncio

La Delegación para el Laicado y Delegación para el Primer Anuncio organizan la Jornada diocesana en camino al Encuentro nacional de laicos sobre el Primer Anuncio, que tendrá lugar en la Casa de Ejercicios de Santiago de Compostela el próximo sábado 20 de enero de 2024 de 10:00 a 13:30hs.

Es una Jornada abierta a participantes del congreso de laicos, miembros de asociaciones y movimientos laicales, participantes en EDAP y grupos sinodales, participantes del Encuentro nacional del primer anuncio, y cualquier laico, sacerdote, diácono o miembro de la vida religiosa interesado en el primer anuncio.

Desde el Congreso de laicos de 2020 se marcaron cuatro itinerarios pastorales a tener en cuenta en nuestra Iglesia: primer anuncio, acompañamiento, procesos formativos y presencia en la vida pública.

En este bienio 23-24 se está focalizando la actividad pastoral en el primer anuncio, siendo un hito dentro de este camino el Encuentro nacional de laicos sobre el primer anuncio, que tendrá lugar en Madrid, del 16 al 18 de febrero.

Por este motivo, desde la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida se ha presentado una propuesta de trabajo para “poner al mayor número de personas de nuestras diócesis, asociaciones y movimientos en sintonía con el objetivo que perseguimos: dar un impulso comunitario al Primer Anuncio en todos los ámbitos de la Iglesia española”. Dicha propuesta es celebrar un Encuentro en cada diócesis para dialogar y discernir procesos, proyectos y acciones concretas que debemos seguir dando con respecto al Primer Anuncio.

Ese Encuentro diocesano es la jornada del sábado 20 de enero, que tendrá el siguiente desarrollo: tras la oración inicial, habrá una breve comunicación sobre los rasgos del primer anuncio, destacando que todos los bautizados estamos llamados al mismo. Después habrá un trabajo por grupos para reflexionar sobre las implicaciones del Primer Anuncio en la pastoral (parroquias, movimientos, diócesis). Tras una pausa/café se pondrá en común lo dialogado y se presentará la Delegación para el Primer Anuncio. Por último, habrá un envío oficial de los diocesanos que acudirán al Encuentro nacional de laicos sobre el primer anuncio.

Se hace invitación a participar en este Encuentro para conocer más de cerca aquello sobre lo que el arzobispo de Santiago, mons. Francisco Prieto, resaltaba en su Carta Pastoral de Adviento de 2023: “En toda renovación eclesial, el primer anuncio o kerygma debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora.”

 

 

Noticia extraída de: pastoralsantiago.org

Del 18 al 25 de enero | Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del 18 al 25 de enero de 2024 este año con el lema «Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo» (cf. Lc 10,27).

El Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión fe y constitución del Consejo Ecuménico de Iglesias elaboran conjuntamente unos materiales para ayudar a la reflexión y para preparar las celebraciones del Octavario.

 

SOUC, una App para rezar cada día en la Semana de Oración por la Unidad

Por su parte, la Subcomisión Episcopal para las Relaciones interconfesionales y Diálogo interreligioso aporta diversos recursos para su celebración. Una de las novedades de este año es una aplicación con reflexiones y oraciones para el octavario que podrá ser descargada, de forma gratuita, en dispositivos móviles llamada SOUC (Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos). El objetivo es que el mayor número de personas pueda sumarse a esta red internacional de oración, conformando así, según explica la Subcomisión, lo que Paul Couturier llamó un «vasto monasterio invisible» donde todos eleven al unísono la petición del Señor: «Padre, que todos sean uno para que el mundo crea» (Jn 17,21).

Enlace para descargar:    https://play.google.com/store/apps/details?id=com.mobincube.suc.sc_8FDUHR

 

Descargar APP

 

 

Más materiales para la Semana de Oración por la Unidad

Los demás materiales que aporta la Subcomisión Episcopal para las Relaciones interconfesionales y Diálogo interreligioso son: el mensaje que firman los obispos de esta Subcomisión; un guion para las celebraciones eucarísticas de la Semana; o un material para reflexionar preparado especialmente para acercar la Semana de Oración a los niños y adolescentes.

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Reflexiones bíblicas y oraciones para el octavario

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

Objetivos para el año de la Delegación del Laicado de nuestra archidiócesis.

Nuestro delegado para el Laicado de la archidiócesis de Santiago de Compostela, Alfredo Losada,  nos explica brevemente cuales son los objetivos de esta delegación para este año:

 

 

 

 

Domingo de la Palabra de Dios, 21 de enero de 2024: «Permaneced en mi Palabra»

El Domingo de la Palabra de Dios, que en la Iglesia se ha fijado el tercer domingo del tiempo ordinario, se celebrará este año el 21 de enero, bajo el lema tomado del evangelio según san Juan: «Permaneced en mi Palabra» (cf. Jn 8,31).

Esta Jornada la instituyó el papa Francisco el 30 de septiembre de 2019, a través de la carta apostólicaen forma de motu proprio, Aperuit illis, en la que  anunció: «Establezco que el III domingo del tiempo ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios» (n. 3)”. La iniciativa tiene como objetivo dedicar concretamente un domingo del año litúrgico a la Palabra de Dios para darla a conocer al mundo.

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La lectio divina para meditar y vivir la Palabra de Dios

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El obispo responsable del área de Pastoral bíblica, Mons. Julián Ruiz Martorell, presenta los materiales donde invita «a favorecer en las parroquias la creación de grupos de escucha orante y lectura creyente de la Palabra de Dios. Y lo mismo se puede aplicar a los movimientos, grupos y asociaciones. En nuestro contexto social y eclesial es imprescindible tener familiaridad con la Sagrada Escritura».

En este sentido, recuerda, además, que «necesitamos leer la Palabra de Dios en el silencio de nuestros hogares. Y es imprescindible escucharla comunitariamente cuando la Palabra se proclama en la liturgia. Porque allí es Cristo mismo quien habla. Y también se debe dar un tercer paso: compartir en grupo el eco que esta Palabra produce en cada persona. Y conocer la resonancia que esta Palabra ha producido en la tradición viva de la Iglesia. Especialmente, los santos son los grandes oyentes y sus vidas han sido un comentario vivo a lo que han escuchado y asimilado».

Desde este área de Pastoral bíblica de la CEE se ofrece para enseñar a leer, meditar y vivir un texto de la Palabra de Dios el método de la lectio divina, que es un método sencillo y una práctica antigua en la Iglesia. Para ello proponen tres esquemas de lectio divina: la primera para niños, tomando como base el salmo responsorialla segunda, para jóvenes, a partir del texto de la primera lectura; y la tercera, para adultos, desde el Evangelio.

 

Presentación y Lectio divina

 

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

2024 – AÑO DE LA ORACIÓN

El Año de la Oración 2024 es una iniciativa propuesta por el Papa Francisco como parte de la preparación para el Jubileo de la Iglesia que se celebrará en el año 2025:

 

«… En este tiempo de preparación, me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo. Oración, para agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla. Oración como voz “de un solo corazón y una sola alma” (cf. Hch 4,32) que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día. Oración que permite a cada hombre y mujer de este mundo dirigirse al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón. Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción. En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del “Padre Nuestro”, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos…»

(Carta del Santo Padre Francisco a  S.E. Mons. Rino Fisichella para el Jubileo 2025)

 

En el marco de la preparación del Jubileo, se invita a las diócesis a promover la centralidad en la oración individual y comunitaria. Y así también nos invitaba nuestro arzobispo D. Francisco Prieto en su carta pastoral de Adviento:

 

«… Porque queremos que Dios sea el primero y el centro de nuestra vida os invito a vivir el próximo 2024 como el Año de la Oración que el papa Francisco ha convocado como preparación del Jubileo Romano 2025. Necesitamos recuperar el deseo de estar con el Señor: frente a las urgencias cotidianas, debemos detenernos en una oración de escucha de la Palabra que nos lleve a la acción (cf. EG 262). En la oración personal y comunitaria el Espíritu Santo transformará nuestra mente y corazón para llevar a la practica la conversión pastoral que todos anhelamos. Te invito a ser discípulo orante a los pies del Resucitado para que aquellos que no lo conocen encuentren en ti un maestro de oración (cf. EG 266). Animo a que todas nuestras parroquias y comunidades sean escuelas de oración que faciliten el encuentro real con Cristo vivo en la Iglesia…»

(Carta Pastoral de Adviento 2023 de Mons. Francisco Prieto «Caminemos a la luz del Señor»)

 

Además para vivir mejor este año, el Dicasterio para la Evangelización de la CEE publicará una serie de “Apuntes para la Oración”, para volver a poner en el centro la relación profunda con el Señor, a través de las múltiples formas de oración contempladas en la rica tradición católica.

APUNTES PARA LA ORACIÓN:

    1. ORAR HOY, “UN DESAFÍO A SUPERAR” Prefacio Papa Francisco, por Angelo Comastri
    2. ORAR CON LOS SALMOS por Gianfranco Ravasi
    3. LA ORACIÓN DE JESÚS de Juan López Vergara
    4. EL VIAJE EN DIOS: SANTOS Y PECADORES EN ORACIÓN de Paul Brendan Murray
    5. LAS PARÁBOLAS DE LA ORACIÓN de Antonio Pitta
    6. LA IGLESIA EN ORACIÓN de monje
    7. LA ORACIÓN DE MARÍA Y DE LOS SANTOS de Catherine Aubin
    8. LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑÓ: PADRENUESTRO por Ugo Vanni

 

Acojamos esta iniciativa del Papa Francisco y la invitación de nuestro arzobispo D. Francisco de hacer de este año 2024, un año intenso de oración. para fortalecernos en nuestra espiritualidad, profundizar y enriquecer nuestra relación con Dios, y así unidos al Señor podamos ser sus testigos y prepararnos para ser Peregrinos de la Esperanza para el Jubileo 2025

 

 

 

Vídeo del Papa. Enero 2024. Por el don de la diversidad en la Iglesia: «Hay que alegrarse de vivir la diversidad de carismas en la Iglesia»

 

Oremos al Espíritu Santo para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica.

Papa Francisco – ENERO 2024

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«Los cristianos necesitan comprender y vivir “el don de la diversidad en la Iglesia”
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.Se acaba de publicar el Video del Papa con la nueva intención de oración del Santo Padre –que se confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. En este mes de enero en el que se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Papa Francisco propone a los fieles rezar para reconocer la variedad de carismas dentro de la Iglesia como un «don de Dios» y no como un «motivo de conflicto» y nos alienta a «descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica»,

La intención del Santo Padre se convierte en un emotivo llamamiento: “no hay que tenerle miedo a la diversidad de carismas en la Iglesia”,

El Papa Francisco también reconoce la contribución que ofrecen las Iglesias orientales: “Tienen unas tradiciones propias, unos ritos litúrgicos característicos, pero mantienen la unidad de la fe. La refuerzan, no la dividen” y nos dice que  «para avanzar en el camino de la fe necesitamos también el diálogo ecuménico con nuestros hermanos y hermanas de otras confesiones y comunidades».

 

 

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Unidos ante la cruz

 

El hilo conductor del Video del Papa de este mes es la cruz, símbolo de unidad y diversidad: una cruz que aparece en puertas, en montañas, en iglesias, para mostrar la riqueza de las distintas comunidades cristianas, precisamente en sus diferencias. La cruz es «el madero en el que Dios escribió su Evangelio”, escribió la poetisa Alda Merini; es mucho más que un objeto de devoción, en definitiva, es el misterio de amor ante el que se encuentran todos los cristianos, más allá de su confesión, tradición y rito.

Por ello, el Video del Papa termina con la imagen de una enorme cruz formada por miles de cristianos de diversas procedencias, retomando metafóricamente el llamamiento del Santo Padre para que “la comunidad cristiana crezca como un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo”.

 

 

Conocer y reconocer la diversidad de carismas

 

El Padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, subraya “que la diversidad de carismas, de tradiciones teológicas y rituales en la Iglesia Católica, es algo positivo. También hay muchas tradiciones espirituales como las promovidas por órdenes y congregaciones religiosas. Dios ama la diversidad, es signo de la presencia del Espíritu Santo. Es así que nos conduce a la plenitud de la verdad, a toda a anchura, altura y profundidad de su amor. Por eso, dice Francisco, “hay que alegrarse de vivir esta diversidad”. Nuestra fe crece cuando nos abrimos a esta diversidad, también en “el diálogo ecuménico con los hermanos y hermanas de otras confesiones y comunidades cristianas”. No es algo que “confunde o que molesta”, insiste el Papa, sino que es “como un regalo que Dios hace a la comunidad cristiana para que crezca como un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo”.

Este mes oremos para que el Espíritu Santo nos ayude a reconocer el don de la diversidad, a descubrir su riqueza, a acoger al otro, y a dar gracias.

 

 

 

 

 

 

 

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Fuente: thepopevideo.org

Mensaje de Año Nuevo de nuestro arzobispo D. Francisco

 

 

 

Fuente: archicompostela.es