Curso de formación en Doctrina Social sobre la sociedad de los cuidados

 

“La sociedad de los cuidados, un reto para la Iglesia” es el tema que propone este año el curso de formación en Doctrina Social de la Iglesia, que organiza la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana. Estas Jornadas tendrán lugar los días 28 y 29 de junio en la Fundación Pablo VI, en Madrid, aunque la matrícula también está abierta para la participación online.

El objetivo de este curso es responder, desde la Iglesia, a la necesidad de los cuidados en una sociedad envejecida donde la soledad empieza a ser endémica, con una pérdida de vínculos sociales y familiares y con una cultura dominada por el individualismo.

La doctrina social en el tema del cuidado

El Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social, Mons. Jesús Fernández González, será el encargado de abrir el curso el martes 28 de junio a las 10.30 horas. En la sesión inaugural también intervendrán el director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela, y el director del secretariado de la Comisión organizadora, Fernando Fuentes. José Carlos Bermejo del Centro de Humanización de la Salud ofrecerá la ponencia de apertura sobre el tema “Cuidar para un mundo humanizado”.

Durante esta primera jornada se podrán escuchar otras dos conferenciasSebastián Mora, de la Universidad Pontificia Comillas, hablará sobre “La crisis de los vínculos en la sociedad” y Luis Alfonso Aranguren, de la Universidad Complutense de Madrid, se centrará en el tema “La fragilidad como condición humana”.

Además, se presentarán experiencias sobre Justicia restaurativa, acogida de emigrantes, trata de personas y víctimas de abusos. Contarán sus proyectos sobre estos cuatro temas Raquel de Benito, de CáritasRufino García, de la Mesa de la Hospitalidad de la diócesis de MadridMaría Concepción Jiménez, de Villa Teresita; y Lidia Troya, del Proyecto Repara del arzobispado de Madrid.

Tiempo de cuidados. Otra forma de estar en el mundo

Para la mañana del miércoles 29 de junio se han programado otras dos ponencias“El cuidado de la sociedad: el bien común” es el tema que abordará Carlos García de Andoin, del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao. “Espiritualidad política: la amistad social” es la cuestión que presentará Emma Martínez Ocaña, de la Institución Teresiana.

La jornada de la tarde comenzará con una mesa redonda en la que se debatirá sobre “Nuevas rupturas de vínculos en la sociedad actual”. Participarán Teresa Villanueva, de Cáritas; Francisco Porcar, de la HOAC; y Fernando Miguel Vidal, de la Universidad Pontificia Comillas.

La filósofa Victoria Camps será la encargada de impartir la conferencia de clausura con el título “Tiempo de cuidados. Otra forma de estar en el mundo”. Se cerrará el curso con las palabras de Mons. Ginés García Beltrán como presidente de la Fundación Pablo VI.

 

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Fuente: conferenciaepiscopal.es

Indulgencia Plenaria con motivo de la Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores

 

La Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede ha concedido la Indulgencia Plenaria todos los ancianos que participen en las liturgias celebradas con motivo de la Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores. También se concede a todos aquellos que en los días inmediatamente anteriores o posteriores a esta Jornada visiten a un anciano que esté solo.

Esta Jornada se celebra, por segundo año consecutivo, el próximo domingo 24 de julio de 2022. El tema elegido por el Santo Padre para la ocasión es: «En la vejez seguirán dando fruto» (Sal 92,15).

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El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida también ha hecho público hoy el kit pastoral con las instrucciones para la celebración de esta Jornada.

Consiste en el mensaje que el Santo Padre publicó para la ocasión, la oración oficial y las catequesis de los miércoles del Papa sobre la ancianidad. Estos textos van acompañados de algunas sugerencias pastorales y litúrgicas.

 

 

Fuente: www.conferenciaepiscopal.es

¿Tienes «Un minuto por la PAZ»? Hoy 8 de Junio a las 13:00 horas

 

¡La paz es posible, la paz es necesaria, la paz es la principal responsabilidad de todos!

 

Este miércoles 8 de junio, a las 13:00 horas, se llevará a cabo la octava edición de la Jornada de Oración «Un minuto por la paz», que busca unir todas las voluntades y compromisos de hombres y mujeres de buena voluntad por la paz, desgraciadamente rota o amenazada en varias regiones del planeta.

“Un minuto por la paz es una iniciativa conjunta del Foro Internacional Acción Católica (FIAC), la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), la Acción Católica Italiana (ACI), la Acción Católica General (ACG), la Acción Católica Argentina (ACA) y la Comisión Justicia y Paz, de Argentina.

Esta jornada se celebra para recordar el octavo aniversario del gesto histórico en el Vaticano cuando el Papa Francisco reunió para una inédita plegaria por la paz en Medio Oriente al presidente israelí Shimon Peres y al líder palestino Mahmud Abas.

“La oración lo puede todo” escribió en aquél entonces el Papa en su cuenta de Twitter donde pidió rezar “por la paz en Medio Oriente y en el mundo”.

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Una gran oportunidad

A raíz de ese encuentro se ha desarrollado “Un minuto por la paz”. La propuesta es que el 8 de junio a las 13:00, donde quiera que se encuentre y dependiendo de su uso horario, cada persona detenga su marcha por un momento, por un minuto, y rece por la paz, cada uno según su propia tradición.

Se puede hacerlo solos o en grupos, en cada uno de los hogares o en el trabajo o estudio, o en una celebración en un lugar de oración. El objetivo “es ofrecer a todos la oportunidad de este gesto, para fomentar la oración continua y el compromiso por la paz y la misericordia”, dicen los organizadores de esta propuesta.

Y finalmente recuerdan que el Papa Francisco a menudo nos recuerda que la paz es un trabajo artesanal que requiere pasión, paciencia, experiencia, tesón y que nuestra tarea “es la de rezar los unos por los otros, pidiendo a Dios el don de la paz, encontrarnos, dialogar y promover la armonía con un espíritu de cooperación y amistad” (El Cairo, 28 de abril de 2017).

El Papa, también, ha recordado una y otra vez que el camino del diálogo es el único camino para construir la paz y que entre diferentes confesiones religiosas, de lo que se trata es de rezar a Dios y hacer en conjunto obras de misericordia.

 

Noticia extraída de accioncatolicageneral.es

La Iglesia diocesana prepara su Asamblea final de curso pastoral

  • Tendrá lugar el próximo sábado día 25 de junio en el Colegio La Salle

 

El próximo 25 de junio tendrá lugar en el Colegio La Salle la Asamblea final de curso de todas las actividades pastorales llevadas a cabo en la Archidiócesis de Santiago de Compostela.

A lo largo de la jornada de ese sábado, desde las 10:30 de la mañana hasta las 2 de la tarde, habrá tiempo para orar, para reflexionar, para el trabajo en grupo, para la convivencia y para el compartir experiencias.

La Asamblea diocesana de fin de curso se desarrollará bajo el lema “Poneos en camino”. Estarán presentes en el encuentro el arzobispo, monseñor Julián Barrio, y el obispo auxiliar, monseñor Francisco Prieto.

 

 

La Iglesia en España celebra el 11 de junio la Asamblea final del Sínodo

 

 

La Iglesia está en camino siempre. Es el esfuerzo de la Iglesia sinodal la que nos pone en movimiento.

El 17 de octubre de 2021 se iniciaba la fase diocesana del Sínodo sobre la sinodalidad convocado por el Papa Francisco. Una fase centrada en las Iglesias particulares y otras realidades eclesiales que han puesto “en escucha” a todo el Pueblo de Dios, sin excluir a nadie.

Este proceso de escucha y discernimiento se ha ido concretando en las asambleas particulares.

El sábado 11 de junio tendrá lugar la Asamblea final del Sínodo en Madrid, donde se presentará la síntesis que recoge todas las aportaciones. La Fundación Pablo VI reunirá a representantes de todas las diócesis, de las congregaciones religiosas, de movimientos y los distintos grupos eclesiales.

De nuestra archidiócesis de Santiago de Compostela participarán además de nuestros pastores, D. Julián y D. Francisco, los miembros del equipo sinodal y algunos representantes de los  distintos grupos sinodales que durante estos meses participaron en esta fase diocesana del Sínodo que ahora termina, como nos comenta, Alfredo Losada, vicedelegado de Apostolado Seglar y coordinador diocesano del Sínodo en Santiago de Compostela

 

 

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

Vídeo del Papa. Junio 2022. Por las familias: “un camino hacia Dios a través de la vida cotidiana»

Recemos por las familias cristianas de todo el mundo, para que, con gestos concretos, vivan la gratuidad del amor y la santidad en la vida cotidiana.

Papa Francisco – Junio 2022

 

El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia
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El Vídeo del Papa comparte la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Este mes de junio el Papa se dirige a las familias. En su mensaje, el Papa subraya que «El amor en la familia es un camino personal de santidad» y es consciente que «no existe la familia perfecta» y al mismo tiempo, recuerda que «Dios está con nosotros, en la familia» .

El Santo Padre anima a las familias cristianas a expresar el amor en gestos concretos, a aprender de los errores y a encontrar la presencia de Dios en todo momento.

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La familia en el centro. Hacia el Encuentro Mundial de las Familias.

El vídeo del Papa de junio es el segundo de una serie de tres meses alrededor del ámbito familiar, realizados por la Red Mundial de Oración del Papa con la colaboración del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. En el mes de mayo Francisco dedicó su intención de oración a los jóvenes mientras en julio, el Papa rezará por los ancianos.

Además, la intención de oración de junio se proyecta hacia la celebración del Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar del 22 al 26 de junio en Roma, evento con el que se cierra un año dedicado a la meditación sobre la familia con motivo del 5º aniversario de la Exhortación Apostólica Amoris laetitia.

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¿La familia en crisis?

Desde hace años, parece que la familia está en crisis permanente. Por esto, es importante cuidar la propia familia, en su realidad concreta. De hecho, la familia sigue siendo la principal fuente de sentido para la vida de muchas personas. Apunta en esta dirección una encuesta realizada por el Pew Research Center en 2021, en la que respondiendo a qué da significado a la propia existencia, los encuestados mencionaron la familia en primera posición, por delante de la carrera profesional, el bienestar material o la salud.

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Un lugar donde se aprende a convivir

En el Video, el Pontífice explica que la “familia es el lugar donde aprendemos a convivir”, los más jóvenes y con los más mayores. “Y al estar unidos, jóvenes, ancianos, mayores, niños, al estar unidos en las diferencias, evangelizamos con nuestro ejemplo de vida”.

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No existe la familia perfecta. La familia como camino de santidad. Dios acompaña a las familias.

Por supuesto, no existe la familia perfecta, pero no pasa nada. No hay que tenerle miedo a los errores; hay que aprender de ellos para seguir adelante”, dice el Papa, recordando que, además de su gran valor humano, la familia también es valiosa desde una perspectiva de la fe: “El amor en la familia es un camino personal de santidad para cada uno de nosotros”. Así, la fe ofrece motivos y aliento para proteger la institución familiar. “No olvidemos que Dios está con nosotros: en la familia, en el barrio, en la ciudad que habitamos. Él se preocupa por nosotros, permanece con nosotros en todo momento en el vaivén de la barca agitada por el mar: cuando discutimos, cuando sufrimos y cuando estamos alegres,” dice Francisco.

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En la familia, momentos ordinarios se vuelven extraordinarios

Sobre las familias que van creciendo en el camino de la santidad, ha hablado el Card. Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida: “No existen las familias perfectas, nos recuerda Amoris laetitia, y no debemos tener miedo de las dificultades. Todas las familias tienen inquietudes, sufrimientos, pero también gozos y esperanzas. Las relaciones de amor entre esposos, padres, hijos y abuelos es lo que les convierte en caminos de santidad, hechos de simples gestos cotidianos, que con poco hacen extraordinarios los momentos ordinarios.”

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Encontrar personas diferentes es una riqueza, no una amenaza

El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “Francisco nos recuerda que la familia es el lugar donde aprendemos a convivir con la diferencia, con los más jóvenes y con los más mayores. Encontrar personas diferentes es una riqueza, no una amenaza. En el mundo de hoy parece que la diferencia genera confrontación cuando tendría que abrir caminos nuevos. La familia es el lugar para aprender a amar, a convivir en la diferencia, aprendiendo de los errores, conscientes que el Señor está presente, ayuda y acompaña. Esta experiencia de la presencia de Dios nace de la oración, por eso es importante rezar por esta intención de oración del Papa”.

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Fuente: thepopevideo.org

Doce semanas para hacer Memoria. Esta semana: #HMMayores

 

La Iglesia comenzó en el mes de abril su proyecto #HazMemoria. Durante doce semanas queremos traer a nuestra memoria lo que es la vida de la Iglesia en los más variados ámbitos de su trabajo diario: desde el anuncio del Evangelio a la actividad socio sanitaria, desde la acogida a los enfermos a la catequesis de niños y jóvenes, desde la celebración de la eucaristía a la compañía a presos o mujeres abandonadas.

Queremos dar a conocer el trabajo de centenares de miles de personas que, desde su compromiso cristiano, entregan lo que tienen para el bien de todos: su tiempo, sus capacidades, sus donativos, sus bienes,… incluso la vida entera. Somos conscientes, como dice el Papa, de que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece, pero estamos seguros de que lo más valioso es el bosque crece, que da frutos, que lleva a cabo lo que se espera de él, en silencio, sin prisa pero sin pausa.

Cada semana recordamos lo que la Iglesia hace en relación a un campo concreto de su actividad y porqué lo hace. Ofrecemos tres testimonios de quienes llevan a cabo ese trabajo y quienes se benefician de él.

 

 

Esta semana #HMMayores

 

La aspiración de cada persona es muchas veces aspiración a la sabiduría. Queremos conocer los qués y los porqués de las cosas que nos pasan, el sentido de la vida y de la historia, los motivos y las consecuencias del tiempo que vivimos. Pero muchas veces nos faltan maestros. Maestros con experiencia y con conocimiento. Maestros con sabiduría.

 

Una buena parte de nuestro tiempo lo empleamos en encontrar al que sabe para pedirle respuestas. A veces, sin éxito: no encontramos la persona o la persona no tiene respuestas. Sin embargo, si miramos a nuestro lado encontramos una sabiduría cercana, accesible, disponible, paciente. Es la sabiduría de los mayores, de los ancianos. Siempre dispuestos a dar un buen consejo, una explicación de vida, una interpretación acertada de los tiempos.

 

Cuando la vida se oscurece y las explicaciones desaparecen, ellos continúan dando luz y esperanza porque a ellos ya les ha pasado de todo y saben que el sol está siempre detrás de las nubes; que a la noche le sigue el día. Los ancianos son, a un tiempo, un complejo de fortaleza, sabiduría, experiencia y amor.

 

 

Muchas veces, para no molestar, esperan la pregunta que necesitas hacerle para iluminar tu vida, pero en ocasiones esa pregunta no llega. Su sabiduría pasa desapercibida y desaprovechada. Cuando se es joven uno parece capaz de toda la ciencia, de todas las respuestas, de encontrar la salida para cualquier dificultad. Pero muy pronto, quizá con la llegada del dolor o del sufrimiento, uno descubre que no se sostiene solo, que no es capaz de dar sentido a la vida y que muchas preguntas están sin respuesta. Y entonces caben dos salidas: el silencio de la incertidumbre o la consulta a los mayores.

En este tiempo muchas veces queda descartada la vejez. Se pondera la juventud y la belleza, la salud y el estar en forma. Se denigra la enfermedad y la vejez. Lo hemos visto especialmente durante la pandemia. Se ha oscurecido la referencia de los mayores y ahora, en tantos hogares, se les echa en falta. Bastaba su sola presencia para que hubiera paz, concordia, encuentro. Su ausencia nos ha privado de cosas muy valiosas en la familia. Se nos olvida en la familia que, como dice Francisco L. Bernárdez, lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado.

Es el momento de volver a mirar la ancianidad como lugar de paz y esperanza y reconocer y agradecer su presencia, hacerla valiosa, dotar su vida de sentido. Las jóvenes generaciones deben encontrar en ellos el sentido profundo de su tiempo y una experiencia de vida que les permita mirar el futuro sin temor.

 

Acceder a #HMMayores

 

Noticia extraída de www.conferenciaepiscopal.es

Mons. Barrio destaca el papel fundamental del laicado en la corresponsabilidad y en la misión evangelizadora de la Iglesia

 

En una Carta Pastoral dedicada al Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar, que se celebrará en la solemnidad de Pentecostés, el arzobispo de Santiago recuerda, en continuidad con el mensaje del pasado año y en el contexto sinodal, que “se nos invita a seguir construyendo juntos con la fuerza del Espíritu Santo una Iglesia en salida para anunciar con alegría el Evangelio y ser comunicadores de esperanza, recordando que todos los bautizados hemos de sentirnos protagonistas de la misión que se nos ha confiado en la Iglesia y en el mundo”.

En este sentido indica que “no podemos olvidar el papel fundamental del laicado en la corresponsabilidad y en la misión evangelizadora de la Iglesia”. Y añade: “la vocación cristiana es por su propia naturaleza vocación apostólica, misionera, evangelizadora”.

En la carta a los laicos, el arzobispo recuerda tres actitudes que configuran la identidad cristiana y apostólica del discípulo de Cristo: “una inquietud profunda y humilde para sintonizar con Cristo, la fidelidad a su persona y la obediencia a la acción iluminadora y santificadora del Espíritu, y la humilde intrepidez para aceptar el honor de la repulsa o de la acogida que el hombre libremente ha de hacer siempre de Cristo, signo de contradicción frente al misterio insondable de la libertad humana”.

La sinodalidad nos interpela a estar en el corazón del mundo asumiendo el compromiso en la vida pública”, dice mons. Barrio.

 

 

Carta Pastoral en el Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar 2022

“Sigamos construyendo juntos. El Espíritu Santo nos necesita”

 

Queridos diocesanos:

En continuidad con el mensaje del pasado año y en el contexto sinodal en el que,  invitados por el papa Francisco para preparar el Sínodo de los Obispos (2023), nos encontramos, se nos invita a seguir construyendo juntos con la fuerza del Espíritu Santo una Iglesia en salida para anunciar con alegría el Evangelio y ser comunicadores de esperanza, recordando que todos los bautizados hemos de sentirnos protagonistas de la misión que se nos ha confiado en la Iglesia y en el mundo (cf. LG 31). No podemos olvidar el papel fundamental del laicado en la corresponsabilidad y en la misión evangelizadora de la Iglesia.

Después de la Resurrección el Señor confirió a los apóstoles la misión de anunciar el Evangelio con todas las consecuencias. Hubo dificultades desde el principio pero Pedro ante la prohibición de predicar dirá: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” y no les atemoriza ni les abate. No les asusta ser ultrajados con tal de cumplir la misión encomendada. Predicar el Evangelio desemboca en la práctica del culto. Conocer que Cristo ha muerto y resucitado por nuestra salvación ha de llevarnos a adherirnos a Él como nuestro Señor.

En esta Jornada recordamos nuevamente esta consideración del papa Francisco: “He aquí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear  la vida aisladamente… Se necesita una comunidad que nos  sostenga, que nos ayude  y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante. ¿Qué importante es soñar juntos… Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos[1]. “Sigamos construyendo juntos. Sigamos creyendo que los sueños se construyen juntos, desde la fraternidad, la comunión eclesial. La sinodalidad consiste en ir creando un “nosotros” eclesial, compartido, es decir, que todos sintamos como propia la biografía de la Iglesia”[2]. La vocación cristiana es por su propia naturaleza  vocación apostólica, misionera, evangelizadora.

Tres actitudes configuran la identidad cristiana y apostólica del discípulo de Cristo: una inquietud profunda y humilde para sintonizar con Cristo, la fidelidad a su persona y la obediencia a la acción iluminadora y santificadora del Espíritu, y la humilde intrepidez para aceptar el honor de la repulsa o de la acogida que el hombre libremente ha de hacer siempre de Cristo, signo de contradicción  frente al misterio insondable de la libertad humana. En nuestro peregrinar apostólico hemos de recordar que hemos sido elegidos en Cristo, amados con Cristo y enviados como Cristo en nuestro Bautismo (cf. Jn 3,3; 5-7). “No podemos obviar el sacramento del Bautismo, porque aquí se encuentra la base para una nueva concepción del laico en la Iglesia, como miembro de pleno derecho”[3]. Elegidos como fruto gratuito de una absoluta y amorosa iniciativa del Padre, los cristianos son como una prolongación viviente de Cristo; amados, son como seres transferidos al Reino del Hijo de su Amor hasta que el mismo Cristo habite por la fe  en nuestros corazones (Ef 3,17); enviados, son como testigos vivientes de Cristo para dar fruto y que el fruto permanezca. Sin conciencia de ser elegidos se manifiesta la radical crisis cristiana, sin conciencia de ser amados emerge la irresponsabilidad de la propia identidad ante Dios y ante Cristo, sin conciencia de ser enviados se reduce el cristianismo a puro convencionalismo social o religioso. En este momento caracterizado por cambios imprevisibles que están afectando a la Iglesia, “el esfuerzo orientado al anuncio del Evangelio a los hombres de nuestro tiempo, exaltados por la esperanza pero a la vez perturbados con frecuencia por el temor y la angustia, es sin duda alguna un servicio que se presenta a la comunidad cristiana e incluso a toda la humanidad[4].

Necesitamos la fuerza del Espíritu Santo, “garante de la comunión, de la unidad que no es igual a uniformidad, sino que se expresa en la diversidad que nos conduce a la complementariedad”[5]. El papa Francisco nos dice: “Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una simple administración… Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un estado permanente de misión”[6]La sinodalidad nos interpela a estar en el corazón del mundo asumiendo el compromiso en la vida pública, conscientes de que “la Iglesia  no pretende disputar poderes terrenos, sino ofrecerse como hogar entre los hogares, abierto para testimoniar al mundo actual la fe, la esperanza y el amor al Señor y a aquellos que Él ama con predilección[7].

¡Que el Espíritu Santo nos ilumine en la tarea evangelizadora y revitalice el Apostolado Seglar y la Acción Católica! Os saluda con afecto y bendice en el Señor.

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1] FRANCISCO, Fratelli tutti, 8.

[2] Mensaje de los Obispos. Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, 2022.

[3] Ibid.

[4] PABLO VI, Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, nº 1.

[5] Mensaje…

[6] FRANCISCO, Evangelii gaudium, 25.

[7] FREANCISCO, Fratelli tutti, 276.

 

Fuente: archicompostela.es

“Aunque perdamos clientes, hay cosas por las que una empresa cristiana no puede pasar”

Rafael Alcalde, emprendedor y empresario católico.

  • “Eso que tú vives se va transmitiendo, ves como alguno empieza ir a misa, otro entra en un grupo, los equipos van cambiando y se trabaja muy a gusto”

  • “Lo que nosotros vivimos el mundo lo desea”

  • “Aunque perdamos clientes, hay cosas por las que una empresa cristiana no puede pasar”

Rafael Alcalde está casado y tiene dos hijos. Asegura que su matrimonio es la primera vocación. Toda su vida ha evolucionado hacia la creatividad y el desarrollo software. Tiene claro que ser emprendedor le ayuda a vivir su fe, le permite la conciliación y le sirve para fiarse de Dios cada día.

 

 

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a tu profesión?

Toda mi vida he estado enfocado al desarrollo software. Siempre he participado en startups o he creado las mías. Esta es la tercera. He ido evolucionando poco a poco hacia la creatividad. Creo que el Señor pone en el corazón ciertos deseos y en mi caso he visto que me ha puesto las herramientas necesarias y a la gente adecuada en el camino.

¿En qué te ayuda ser emprendedor?

A mí me ayuda a vivir la fe, sobre todo porque hace que me tenga que fiar del Señor en todo momento. A mí también me ha permitido la conciliación, saber que tú tienes una misión pero que hay otro que te ayuda a conseguirlo, que te cuida en los momentos de dificultad y te impulsa a seguir adelante.

A veces no llegamos a todo, es evidente, pero ahí te abandonas en el Señor y te dejas llevar.

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¿Cómo es tu empresa ahora mismo?

Pues creo que es una empresa diferente, en la que se puede trabajar a gusto y en la que se va viendo la evolución de la gente. En la que sabemos que tenemos una misión y nos ayudamos entre todos. Creo que los empleados se sienten cuidados, que la empresa se preocupa por ellos. Que aunque seamos una startup muy molona y moderna, puedan sentir que va más allá, que somos un equipo.

Es un punto de encuentro, tenemos mucha relación y lo que tú vives se va transmitiendo. Ves cómo alguien que no creía en Dios empieza ir a misa, o que otro entra en un grupo, que empleados de diferentes movimientos se cuidan entre sí y comparten su fe.

¿Y cómo se lleva a una empresa la misión cristiana?

Pues lo primero es que el objetivo de la empresa sea compatible con el Evangelio. En nuestro caso la principal idea es preparar equipos que puedan desarrollar otras empresas tecnológicamente, esto permite que muchos profesionales que trabajaban por encargo y en cierto modo se sentían un poco “usados” puedan encontrar un ambiente de trabajo estable, que les cuida y les permite desarrollarse en otros aspectos de la vida.

También sabes que hay cosas por las que una empresa cristiana no puede pasar, nosotros eso lo tenemos muy claro. Aunque perdamos clientes hay cosas que no podemos hacer… y a lo mejor precisamente por esto hay otros clientes que ganamos.

 

También te puede interesar:  #HazMemoria #HMLaicos

 

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

Doce semanas para hacer Memoria: Esta semana #HMLaicos

 

La Iglesia comenzó en el mes de abril su proyecto #HazMemoria. Durante doce semanas queremos traer a nuestra memoria lo que es la vida de la Iglesia en los más variados ámbitos de su trabajo diario: desde el anuncio del Evangelio a la actividad socio sanitaria, desde la acogida a los enfermos a la catequesis de niños y jóvenes, desde la celebración de la eucaristía a la compañía a presos o mujeres abandonadas.

Queremos dar a conocer el trabajo de centenares de miles de personas que, desde su compromiso cristiano, entregan lo que tienen para el bien de todos: su tiempo, sus capacidades, sus donativos, sus bienes,… incluso la vida entera. Somos conscientes, como dice el Papa, de que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece, pero estamos seguros de que lo más valioso es el bosque crece, que da frutos, que lleva a cabo lo que se espera de él, en silencio, sin prisa pero sin pausa.

Cada semana recordamos lo que la Iglesia hace en relación a un campo concreto de su actividad y porqué lo hace. Ofrecemos tres testimonios de quienes llevan a cabo ese trabajo y quienes se benefician de él.

 

 

Esta semana #HMLaicos

 

 

En el momento de nuestra incorporación a la Iglesia, en el día del bautismo, pasamos a ser parte del grupo más numeroso de los que forman este Pueblo de Dios. Somos fieles laicos con una consagración única, la recibida en el bautismo. Esta elección de Dios, confirmada después con el don del Espíritu Santo, se mantiene en el tiempo y es fuerza y señal del compromiso que adquirimos para participar, como laicos, en la misión de la Iglesia.

 

El lugar en que se realiza la consagración de los laicos es el mundo. El mandato del Señor en el Génesis: “moveos por la tierra y dominadla” (Gn 9,7) es llamada a la presencia de los laicos en todas las circunstancias de la vida para colaborar en la organización del común: en las instituciones públicas, políticas o económicas, en las organizaciones sociales, vecinales, profesionales, culturales o deportivas. Trabajar, como dice el Concilio buscando “el Reino de Dios tratando las realidades temporales y ordenándolas según Dios” (Lg 31). Pero ese dominio al que nos llama la Biblia es un dominio desde el servicio, como enseña Jesús: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos” (Mc 9,35).

 

 

Es muy grande la diversidad de situaciones y circunstancias que hoy existen en el mundo, sometidas además a una constante evolución. La crisis económica, social y sanitaria exige un compromiso activo, los problemas derivados de la guerra y de los conflictos en tantos lugares del mundo precisan también respuestas rápidas y globales. Los cristianos en este tiempo tenemos una misión que realizar desde el compromiso y la entrega generosa de sus capacidades, de su tiempo y de sus habilidades para construir el Reino de Dios. Necesitamos para ello una vida de gracia, cercana al Espíritu que sostiene, una comunidad de referencia, una familia que acoja y sostenga en los momentos de dificultades y una implicación personal en el mundo con criterio de servicio, colaboración y escucha mutua.

Los fieles laicos miramos al mundo cara a cara con sus valores y problemas, sus inquietudes y esperanzas, sus conquistas y derrotas: un mundo cuyas situaciones económicas, sociales, políticas y culturales presentan problemas y dificultades graves. Es nuestro lugar y nuestro tiempo para la caridad política, la que implica a todos los bautizados a proponer un ordenamiento del común basado en la doctrina social de la Iglesia que pueda dar respuesta cristiana a las situaciones planteadas.

Los fieles laicos estamos llamados a acoger el llamamiento de Cristo a trabajar en el Reino, a ser parte activa, consciente y responsable de la misión de la Iglesia en el tiempo presente y hasta el final de la historia

Acceder a #MHLaicos

 

Noticia extraída de www.conferenciaepiscopal.es