«¡Cambia el rumbo de tu vida!» .- Material de Cuaresma y Pascua 2022 de ACG.

Un  año más Acción Católica General pone a nuestra disposición unos materiales de Cuaresma y Pascua que han elaborado para que podamos adentramos en el desierto cuaresmal con la firme voluntad de hacer un auténtico camino de conversión que renueve nuestra vida y desde ahí hacer una Iglesia más creíble y un mundo más habitable. Sin olvidarnos que la gracia de Dios nos precede y es Él mismo el que quiere cambiar nuestro corazón y poner un rumbo nuevo a nuestra vida. El Espíritu Santo nos conducirá a la “Verdad plena” y nos hará gustar y saborear el misterio pascual.

Bajo el lema ¡Cambia el rumbo de tu vida! ACG nos ofrece este sencillo material por si puede ayudarnos personal o comunitariamente, por si puede facilitar que tu grupo o tu parroquia, tu colegio o asociación vivan este tiempo de cuaresma con más intensidad y así prepararnos para la Pascua, estando dispuestos a acoger lo que Dios quiera hacer con nosotros, abiertos a las sorpresas del Espíritu, para así, anunciar a otros, con obras y palabras lo que el Señor ha hecho con nosotros.

Para los jóvenes y adultos nos proponen catequesis cuaresmal, celebración penitencial, celebración de Pascua y reflexiones con los salmos de cada domingo. Además nos ofrecen unos “verbos” para cada domingo, inspirados en los salmos correspondientes que nos pueden ayudar en nuestra meditación y oración personal o comunitaria.

Y en infancia el rumbo lo marcará el Evangelio de cada domingo y se contará con la ayuda de un mapa con el que guiados por el Espíritu, los niños/as podrán acompañar a Jesús escuchando su Palabra.

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CONFIAR…
ORAR…
“MISERICORDEAR”…
BENDECIR…
AGRADECER…

… PORQUE ES LA PASCUA DEL SEÑOR

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“Anúnciales con obras y palabras,

lo que el Señor ha hecho contigo”

(Cf. Mc 1,19-20)

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Fuente: accioncatolicageneral.es

Nuestro arzobispo nos escribe una Carta Pastoral en la que nos invita a vivir esta Cuaresma fortaleciendo nuestro espíritu.

 

En esta ocasión, el arzobispo de Santiago comienza su Carta Pastoral para la Cuaresma recordando el mensaje del papa Francisco para este tiempo litúrgico que se inicia el próximo miércoles día 2 de marzo con la imposición de la ceniza. Monseñor Barrio incide en lo que pontífice nos dice sobre la Cuaresma, que “es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado”.

En este sentido, D. Julián nos invita a sembrar generosamente siendo “el ayuno, la limosna y la oración, semillas para esta siembra cuaresmal, que nos ayudarán en este propósito a entender nuestra relación con las cosas y las personas y nuestro estilo de vida y acción”. Además mons. Barrio nos recuerda que este es un tiempo para “fortalecer nuestro espíritu” y asegura que “las gracias jubilares nos ayudan a fortalecer nuestra espiritualidad, viviendo el sentido penitencial y la conversión a Dios”, por lo que nos invita a acudir a Jesús que es «la acequia de  gracia que nos refresca y hace que no nos marchitemos».

En este camino cuaresmal, el arzobispo invita a participar en la celebración de las 24 horas para el Señor, que tendrán lugar el viernes 25 y el sábado 26 de marzo, en momentos de adoración al Santísimo, lectura de la Palabra de Dios y celebraciones penitenciales que se programen en el contexto de esta celebración. Ya que como nos indica “en la adoración eucarística encontramos también el ambiente propicio para celebrar el Sacramento de la Reconciliación cuya experiencia nos lleva a ser misericordiosos con los demás”.

 

Texto íntegro de la Carta Pastoral:

 

 

Carta Pastoral de mons. Barrio en la Cuaresma del 2022

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Queridos diocesanos:

El Papa en su Mensaje para esta Cuaresma nos dice que ésta es “un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado”. En esta perspectiva nos llama a reflexionar sobre este texto de san Pablo a los Gálatas: “No nos cansemos de hacer el bien que, sino desmayamos, a su tiempo cosecharemos” (Gal 6,9-10a). La invitación es a sembrar generosamente porque quien siembra tacañamente no puede pretender cosechar abundantemente. El ayuno, la limosna y la oración, semillas para la siembra cuaresmal,  nos ayudarán en este propósito a entender nuestra relación con las cosas y las personas y nuestro estilo de vida y acción.

Fortalecer nuestro espíritu

Escribe San Pablo que “a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio” (Rom. 8, 28), pero era consciente de que las cosas no iban bien y no acontecían como él hubiera deseado. Tal vez pueda ser esta nuestra impresión. Es el amor de Dios el que pone el bien allí donde, a los ojos del mundo, sólo hay mal. Pues desde el amor el mal se vuelve ocasión para desarrollar el servicio, la acogida, el cuidado, la solidaridad. La caridad no pasará nunca (cf. 1Cor. 13, 8). No debemos dejar que enferme y se debilite nuestro espíritu. Las gracias jubilares nos ayudan a fortalecer nuestra espiritualidad, viviendo el sentido penitencial y la conversión a Dios.

Cristo, acequia de gracia

La siembra necesita unas condiciones para que sea fructífera. El hombre que confía en el Señor es como un “un árbol plantado al borde de la  acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas” (Sal 1, 3). Jesús es la acequia de  gracia que nos refresca y hace que no nos marchitemos. San Pablo nos transmite su experiencia: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Fil. 4,13). El fruto no está nunca en nuestras manos. En la misión no va incluido el éxito, pero esta certeza no ha de llevarnos ni a la indiferencia ni a la pasividad. No tenemos excusa para no dar frutos de santidad que den gloria a Dios. La vida misma es vocación que debe ser vivida siempre con esperanza cristiana, manteniendo las lámparas encendidas (cf. Mt. 25, 1-13) aunque la espera se alargue. Esta actitud interpelará proféticamente y nunca defraudará.

La fe cristiana habla con las manos

La fe cristiana no es el sueño en el que se refugia quien calcula la carga de la vida. Los creyentes en Cristo “sufren con los que sufren” (Cf. 1Cor. 12, 26), toman en serio el dolor del prójimo y les conmueve tratando de hacer algo por remediarlo. En los momentos de oscuridad es cuando mejor se puede percibir el brillar de la única luz verdadera, Jesús Resucitado, que es el amor crucificado de Dios por nosotros. La fe no necesita del sufrimiento para revalorizarse, ni “cotiza al alza” cuando el ser humano está sufriendo, ni Dios nos aguarda pacientemente detrás de la desgracia para que le glorifiquemos. La fe en Cristo habla con las manos, porque “actúa mediante la caridad” (Gal. 5, 2), no olvidando al huérfano y protegiendo a la viuda, para que, cuando presentemos nuestra oración no oigamos: “aunque multipliquéis vuestras plegarias, no os escucharé” (cf. Is. 1, 15-17). “La fe sin obras es una fe muerta” (Sant 2,17). Se nos llama a trabajar por la realización integral de la persona. “El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de caridad”[1].

Tatuados en Dios

Cristo ha entregado su vida y está presente en quienes vieron resquebrajarse el suelo sobre el que se apoyaban. Las manos llagadas del resucitado son signo de que el amor del Padre es más fuerte que la muerte: “Mirad mis manos y mis pies, soy yo en persona (Lc. 24,39). Quienquiera que contemple con fe estas manos podrá reconocer en ellas todo el peso del dolor del mundo y también el realismo de su esperanza. Quien las está mostrando nos dice: “Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos” (Ap. 1, 18). En su resurrección vivimos de su presente eterno y nuestros nombres quedan inscritos en el libro de la vida porque estamos tatuados en Dios: “Yo te llevo grabada como un tatuaje en mis manos” (Is. 49,16).

24 Horas para el Señor

En este camino cuaresmal un referente es la celebración de las 24 horas para el Señor, que tendrán lugar el viernes 25 y el sábado 26 de marzo, recordando las palabras de Jesús a la pecadora perdonada: “Han quedado perdonados tus pecados” (Lc 7,48). En la adoración eucarística encontramos también el ambiente propicio para celebrar el Sacramento de la Reconciliación cuya experiencia nos lleva a ser misericordiosos con los demás. Pido que en las parroquias, en las comunidades religiosas y en nuestros Seminarios se programen momentos de adoración al Santísimo, lectura de la Palabra de Dios y celebraciones penitenciales en el contexto de esta celebración.

¡Buen camino hacia la Pascua! Os saluda con afecto y bendice en el Señor.

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1]FRANCISCO, Laudato si’, 231.

 

 

Fuente: archicompostela.es

 

Jornada de formación de Pastoral Familiar: «Bienaventuranzas y Matrimonio»

Desde la Delegación de Pastoral Familiar de la Diócesis de Santiago nos «invitan a descubrir un amor para siempre» dentro de la jornada de formación que organizan este sábado 26 de febrero destinada, en primer lugar, a los agentes de pastoral familiar pero abierta a catequistas, matrimonios, novios y fieles interesados.

 

La jornada se desarrollará en la casa de Espiritualidad “Raíña da Paz”, Matalobos 36, en la ciudad de Pontevedra. La sesión, bajo el título “Bienaventuranzas y Matrimonio”, será impartida por el sacerdote franciscano fray Miguel de la Mata Merayo, guardián del convento de san Francisco de Santiago de Compostela.

Comenzará a las 10:30 h., con el siguiente programa:

10,30: Oración y conferencia
11,45: descanso-café
12,15: trabajo en grupos y puesta en común.
Finalizará a las 13,30

El esquema de la charla se puede descargar aquí

 

Para facilitar la asistencia, esta jornada se repetirá en las 3 vicarias de la Diócesis: en  Pontevedra será la primera que se celebre. Las personas que estén interesadas y no puedan acudir este sábado podrán seguir el curso el sábado 5 de marzo en la parroquia santuario de Santa Gema, en A Coruña, o el sábado 23 de abril en el convento de san Francisco, en Santiago de Compostela.

 

Por cuestiones organizativas es conveniente inscribirse previamente en:

  • pfamiliar@archicompostela.org
  • anloter@protonmail.com (Coordinadores en la vicaría de Pontevedra)
  • prematrimonialesoburgo@gmail.com (Coordinadores en la vicaría de A Coruña).

 

 

Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma 2022: «No nos cansemos de hacer el bien»

El Papa Francisco ha hecho público hoy, jueves 24 de enero, su MENSAJE PARA LA CUARESMA 2022. El Pontífice invita a reflexionar en este camino cuaresmal sobre la exhortación de san Pablo a los gálatas: «No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a)».

El Papa Francisco nos exhorta a meditar asiduamente la Palabra de Dios, para fortalecer la vida cristiana como “colaboradores de Dios” haciendo el bien con la oración, el ayuno y la caridad, porque como nos dice en su mensaje: «el ayuno prepara el terreno, la oración riega, la caridad fecunda”.

El Papa nos pide que: “no nos cansemos de orar. Jesús nos ha enseñado que es necesario «orar siempre sin desanimarse» (Lc 18,1). Necesitamos orar porque necesitamos a Dios. Pensar que nos bastamos a nosotros mismos es una ilusión peligrosa”; que «no nos cansemos de extirpar el mal de nuestra vida» , que dejemos que el “ayuno corporal que la Iglesia nos pide en Cuaresma fortalezca nuestro espíritu para la lucha contra el pecado”; que «no nos cansemos de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, sabiendo que Dios nunca se cansa de perdonar»; y que «no nos cansemos de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo, durante esta Cuaresma dando con alegría»

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Texto íntegro del Mensaje del Papa para la Cuaresma 2022

 

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2022

«No nos cansemos de hacer el bien,
porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo.
Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a)

 

Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado. Para nuestro camino cuaresmal de 2022 nos hará bien reflexionar sobre la exhortación de san Pablo a los gálatas: «No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad (kairós), hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a).

1. Siembra y cosecha

En este pasaje el Apóstol evoca la imagen de la siembra y la cosecha, que a Jesús tanto le gustaba (cf. Mt 13). San Pablo nos habla de un kairós, un tiempo propicio para sembrar el bien con vistas a la cosecha. ¿Qué es para nosotros este tiempo favorable? Ciertamente, la Cuaresma es un tiempo favorable, pero también lo es toda nuestra existencia terrena, de la cual la Cuaresma es de alguna manera una imagen [1]. Con demasiada frecuencia prevalecen en nuestra vida la avidez y la soberbia, el deseo de tener, de acumular y de consumir, como muestra la parábola evangélica del hombre necio, que consideraba que su vida era segura y feliz porque había acumulado una gran cosecha en sus graneros (cf. Lc 12,16-21). La Cuaresma nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radiquen tanto en el poseer cuanto en el dar, no estén tanto en el acumular cuanto en sembrar el bien y compartir.

El primer agricultor es Dios mismo, que generosamente «sigue derramando en la humanidad semillas de bien» (Carta enc. Fratelli tutti, 54). Durante la Cuaresma estamos llamados a responder al don de Dios acogiendo su Palabra «viva y eficaz» (Hb 4,12). La escucha asidua de la Palabra de Dios nos hace madurar una docilidad que nos dispone a acoger su obra en nosotros (cf. St 1,21), que hace fecunda nuestra vida. Si esto ya es un motivo de alegría, aún más grande es la llamada a ser «colaboradores de Dios» (1 Co 3,9), utilizando bien el tiempo presente (cf. Ef 5,16) para sembrar también nosotros obrando el bien. Esta llamada a sembrar el bien no tenemos que verla como un peso, sino como una gracia con la que el Creador quiere que estemos activamente unidos a su magnanimidad fecunda.

¿Y la cosecha? ¿Acaso la siembra no se hace toda con vistas a la cosecha? Claro que sí. El vínculo estrecho entre la siembra y la cosecha lo corrobora el propio san Pablo cuando afirma: «A sembrador mezquino, cosecha mezquina; a sembrador generoso, cosecha generosa» (2 Co 9,6). Pero, ¿de qué cosecha se trata? Un primer fruto del bien que sembramos lo tenemos en nosotros mismos y en nuestras relaciones cotidianas, incluso en los más pequeños gestos de bondad. En Dios no se pierde ningún acto de amor, por más pequeño que sea, no se pierde ningún «cansancio generoso» (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 279). Al igual que el árbol se conoce por sus frutos (cf. Mt 7,16.20), una vida llena de obras buenas es luminosa (cf. Mt 5,14-16) y lleva el perfume de Cristo al mundo (cf. 2 Co 2,15). Servir a Dios, liberados del pecado, hace madurar frutos de santificación para la salvación de todos (cf. Rm 6,22).

En realidad, sólo vemos una pequeña parte del fruto de lo que sembramos, ya que según el proverbio evangélico «uno siembra y otro cosecha» (Jn 4,37). Precisamente sembrando para el bien de los demás participamos en la magnanimidad de Dios: «Una gran nobleza es ser capaz de desatar procesos cuyos frutos serán recogidos por otros, con la esperanza puesta en las fuerzas secretas del bien que se siembra» (Carta enc. Fratelli tutti, 196). Sembrar el bien para los demás nos libera de las estrechas lógicas del beneficio personal y da a nuestras acciones el amplio alcance de la gratuidad, introduciéndonos en el maravilloso horizonte de los benévolos designios de Dios.

La Palabra de Dios ensancha y eleva aún más nuestra mirada, nos anuncia que la siega más verdadera es la escatológica, la del último día, el día sin ocaso. El fruto completo de nuestra vida y nuestras acciones es el «fruto para la vida eterna» (Jn 4,36), que será nuestro «tesoro en el cielo» (Lc 18,22; cf. 12,33). El propio Jesús usa la imagen de la semilla que muere al caer en la tierra y que da fruto para expresar el misterio de su muerte y resurrección (cf. Jn 12,24); y san Pablo la retoma para hablar de la resurrección de nuestro cuerpo: «Se siembra lo corruptible y resucita incorruptible; se siembra lo deshonroso y resucita glorioso; se siembra lo débil y resucita lleno de fortaleza; en fin, se siembra un cuerpo material y resucita un cuerpo espiritual» (1 Co 15,42-44). Esta esperanza es la gran luz que Cristo resucitado trae al mundo: «Si lo que esperamos de Cristo se reduce sólo a esta vida, somos los más desdichados de todos los seres humanos. Lo cierto es que Cristo ha resucitado de entre los muertos como fruto primero de los que murieron» (1 Co 15,19-20), para que aquellos que están íntimamente unidos a Él en el amor, en una muerte como la suya (cf. Rm 6,5), estemos también unidos a su resurrección para la vida eterna (cf. Jn 5,29). «Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre» (Mt 13,43).

2. «No nos cansemos de hacer el bien»

La resurrección de Cristo anima las esperanzas terrenas con la «gran esperanza» de la vida eterna e introduce ya en el tiempo presente la semilla de la salvación (cf. Benedicto XVI, Carta enc. Spe salvi, 3; 7). Frente a la amarga desilusión por tantos sueños rotos, frente a la preocupación por los retos que nos conciernen, frente al desaliento por la pobreza de nuestros medios, tenemos la tentación de encerrarnos en el propio egoísmo individualista y refugiarnos en la indiferencia ante el sufrimiento de los demás. Efectivamente, incluso los mejores recursos son limitados, «los jóvenes se cansan y se fatigan, los muchachos tropiezan y caen» (Is 40,30). Sin embargo, Dios «da fuerzas a quien está cansado, acrecienta el vigor del que está exhausto. […] Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, vuelan como las águilas; corren y no se fatigan, caminan y no se cansan» (Is 40,29.31). La Cuaresma nos llama a poner nuestra fe y nuestra esperanza en el Señor (cf. 1 P 1,21), porque sólo con los ojos fijos en Cristo resucitado (cf. Hb 12,2) podemos acoger la exhortación del Apóstol: «No nos cansemos de hacer el bien» (Ga 6,9).

No nos cansemos de orar. Jesús nos ha enseñado que es necesario «orar siempre sin desanimarse» ( Lc 18,1). Necesitamos orar porque necesitamos a Dios. Pensar que nos bastamos a nosotros mismos es una ilusión peligrosa. Con la pandemia hemos palpado nuestra fragilidad personal y social. Que la Cuaresma nos permita ahora experimentar el consuelo de la fe en Dios, sin el cual no podemos tener estabilidad (cf. Is 7,9). Nadie se salva solo, porque estamos todos en la misma barca en medio de las tempestades de la historia [2]; pero, sobre todo, nadie se salva sin Dios, porque sólo el misterio pascual de Jesucristo nos concede vencer las oscuras aguas de la muerte. La fe no nos exime de las tribulaciones de la vida, pero nos permite atravesarlas unidos a Dios en Cristo, con la gran esperanza que no defrauda y cuya prenda es el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo (cf. Rm 5,1-5).

No nos cansemos de extirpar el mal de nuestra vida. Que el ayuno corporal que la Iglesia nos pide en Cuaresma fortalezca nuestro espíritu para la lucha contra el pecado. No nos cansemos de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, sabiendo que Dios nunca se cansa de perdonar [3].  No nos cansemos de luchar contra la concupiscencia, esa fragilidad que nos impulsa hacia el egoísmo y a toda clase de mal, y que a lo largo de los siglos ha encontrado modos distintos para hundir al hombre en el pecado (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 166). Uno de estos modos es el riesgo de dependencia de los medios de comunicación digitales, que empobrece las relaciones humanas. La Cuaresma es un tiempo propicio para contrarrestar estas insidias y cultivar, en cambio, una comunicación humana más integral (cf. ibíd., 43) hecha de «encuentros reales» ( ibíd., 50), cara a cara.

No nos cansemos de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo. Durante esta Cuaresma practiquemos la limosna, dando con alegría (cf. 2 Co 9,7). Dios, «quien provee semilla al sembrador y pan para comer» (2 Co 9,10), nos proporciona a cada uno no sólo lo que necesitamos para subsistir, sino también para que podamos ser generosos en el hacer el bien a los demás. Si es verdad que toda nuestra vida es un tiempo para sembrar el bien, aprovechemos especialmente esta Cuaresma para cuidar a quienes tenemos cerca, para hacernos prójimos de aquellos hermanos y hermanas que están heridos en el camino de la vida (cf. Lc 10,25-37). La Cuaresma es un tiempo propicio para buscar —y no evitar— a quien está necesitado; para llamar —y no ignorar— a quien desea ser escuchado y recibir una buena palabra; para visitar —y no abandonar— a quien sufre la soledad. Pongamos en práctica el llamado a hacer el bien a todos, tomándonos tiempo para amar a los más pequeños e indefensos, a los abandonados y despreciados, a quienes son discriminados y marginados (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 193).

3. «Si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos»

La Cuaresma nos recuerda cada año que «el bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día» (ibíd., 11). Por tanto, pidamos a Dios la paciente constancia del agricultor (cf. St 5,7) para no desistir en hacer el bien, un paso tras otro. Quien caiga tienda la mano al Padre, que siempre nos vuelve a levantar. Quien se encuentre perdido, engañado por las seducciones del maligno, que no tarde en volver a Él, que «es rico en perdón» (Is 55,7). En este tiempo de conversión, apoyándonos en la gracia de Dios y en la comunión de la Iglesia, no nos cansemos de sembrar el bien. El ayuno prepara el terreno, la oración riega, la caridad fecunda. Tenemos la certeza en la fe de que «si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos» y de que, con el don de la perseverancia, alcanzaremos los bienes prometidos (cf. Hb 10,36) para nuestra salvación y la de los demás (cf. 1 Tm 4,16). Practicando el amor fraterno con todos nos unimos a Cristo, que dio su vida por nosotros (cf. 2 Co 5,14-15), y empezamos a saborear la alegría del Reino de los cielos, cuando Dios será «todo en todos» (1 Co 15,28).

Que la Virgen María, en cuyo seno brotó el Salvador y que «conservaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19) nos obtenga el don de la paciencia y permanezca a nuestro lado con su presencia maternal, para que este tiempo de conversión dé frutos de salvación eterna.

 

Roma, San Juan de Letrán, 11 de noviembre de 2021, Memoria de san Martín de Tours, obispo.

 

FRANCISCO

 


[1] Cf. S. Agustín, Sermo, 243, 9,8; 270, 3; Enarrationes in Psalmos, 110, 1.

[2] Cf. Momento extraordinario de oración en tiempos de epidemia (27 de marzo de 2020).

[3] Cf. Ángelus del 17 de marzo de 2013.

 

 

El Papa invita a una jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania el 2 de marzo

“Que la Reina de la Paz preserve al mundo de la locura de la guerra.”

 

El papa Francisco, al finalizar la audiencia general del miércoles 23 de febrero, ha hecho un llamamiento a creyentes y no creyentes a unirse en oración y ayuno por la paz en Ucrania el próximo 2 de marzo, miércoles de ceniza.

El Santo Padre exhorta a todas la partes implicadas «que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional».

 

 

 

Mons. Julián Barrio: “Año 2022, una esperada y esperanzada prolongación del Año Santo”

 

«El Apóstol nos invita a experimentar el júbilo de sentirnos amados, perdonados y acompañados mientras avanzamos por los caminos de la vida»

 

«Una alegría como la que supone un Año Santo hemos de compartirla juntos sintiéndonos familia en la fe, la esperanza y la caridad»

 

(Mensaje del arzobispo D. Julián Barrio 22/02/2022)

 

 

Fuente: pastoralsantiago.org

Encuentro de Empresarios Católicos Año Santo 21-22. Inscripción abierta.

 

 

La Ciudad de Santiago de Compostela acoge el ENCUENTRO DE EMPRESARIOS CATÓLICOS Año Santo 21-22 los días jueves 31 de marzo y el viernes 1 de abril. En estas fechas se darán cita representantes del mundo de la empresa, de la educación y de la Iglesia en diferentes conferencias magistrales y mesas redondas que girarán en torno a temas de actualidad. Tendrá lugar en la Hospedería San Martín Pinario.

Ya se ha abierto el plazo de inscripción para este encuentro. Aquellas personas interesadas en asistir pueden inscribirse en el siguiente correo electrónico encuentroempresarios@archicompostela.org o bien, rellenar el formulario que se encuentra en el siguiente enlace: https://archicompostela.es/encuentro-empresarios-catolicos/

El programa del encuentro se puede consultar en el siguiente dossier informativo:

 

Dossier Informativo

 

Asamblea Diocesana de Catequistas. ¡No te pierdas este gran acontecimiento!

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Bajo el lema «Con Santiago, llamados a ser catequistas en camino», la Delegación de Catequesis de Santiago de Compostela realiza la ASAMBLEA DIOCESANA DE CATEQUISTAS de este año, que tendrá lugar el próximo 5 de marzo.

Así, se invita a todos los que colaboran como catequistas en las parroquias y comunidades, pero también a los padres y madres, a participar en este encuentro.

La jornada tendrá lugar de 10:00 a 17:30 h. y consistirá en tres momentos o ETAPAS principales:

  • A las 10:00h se dará inicio a la jornada con la etapa «en camino». En este momento se realizará el encuentro en la Ciudad de la Cultura y se dará comienzo a la peregrinación hacia la ciudad del Apóstol.
  • A las 11: 00h se continuará con la etapa «llamados a ser catequistas». En ella se celebrará el acto penitencial en el convento de las Mercedarias Descalzas.
  • A las 13: 30h se hará una pausa para comer en la hospedería de San Martín Pinario.
  • Por último a las 15: 30h se dará inicio a uno de los grandes momentos de la jornada, la etapa «con Santiago». Se comenzará atravesando la Puerta Santa para a continuación dar inicio a la Eucaristía Jubilar.

 

COMO INSCRIBIRSE…

Debido a la situación creada por el Covid-19, es necesario inscribirse previamente en el formulario que a continuación os dejamos para poder asistir.

En el primer bloque del formulario se hace referencia al número y la procedencia de los asistentes.

A continuación, en el segundo de los bloques se debe elegir:

    • Si no se participar a toda la jornada, se debe indicar en cada recuadro el número de catequistas que participan en cada uno de los momentos y eventos. Si se va a participar sólo a la Eucaristía se debe recoger la credencial en un lateral de la Puerta Santa.
    • Elegir señalar modalidad y número de personas para comer. Hay la posibilidad de comer en la hospedería de San Martín Pinario su menú (12€), o nosotros llevar nuestra propia comida y bebida, la cual cada persona tendrá que hacerse cargo de ella, y comer allí.

En un tercer bloque hace referencia al reconocimiento a catequistas. Se debe indicar si en alguna parroquia o ámbito pastoral hay algún catequista que haya cumplido 25, 50 o 60 años desempañando esta labor para que sean reconocidos en esa jornada.

Para finalizar, el en el último de los bloques, se debe indicar si alguno de los asistentes tiene movilidad reducida.

Este formulario se debe de entregar cumplimentado, antes del día 2 de marzo. Lo puedes enviar

  • por correo postal a la Delegación de Catequesis, plaza de la inmaculada, 5 – 15704, Santiago de Compostela;
  • por correo electrónico escaneando y adjuntando el archivo a: catequese@archicompostela.gal

Podéis descargar el archivo en el siguiente enlace:

 

¡NO TE PIERDAS ESTE GRAN ACONTECIMIENTO!

 

 

Fuente: catequesisdegalicia.org

 

Formación básica sobre el ministerio laical de catequista

El ministerio de catequista en la Iglesia es muy antiguo. La Iglesia ha querido reconocer este servicio como una expresión concreta del carisma personal que ha favorecido el ejercicio de su misión evangelizadora. Este acontecimiento trascendental trastoca la formación del catequista, que ha de ser continua y actual.

Conscientes de este desafío desde la Delegación de Catequesis de Santiago nos quieren ofrecer este material formativo básico. Con esto no pretenden más que introducirnos y comprender la novedad que la institución de este ministerio antiguo representa en la Iglesia. Informar y sensibilizar a los catequistas de la reciente institución del ministerio del catequista, para suscitar el discernimiento y el compromiso en el desarrollo de este ministerio,

Modalidades de formación

  • Reuniones mensuales de programación de la catequesis.
  • Curso de formación parroquial.
  • Autoformación.

La Delegación de Catequesis de Santiago ofrecerá este curso On line, durante el mes de marzo, MES DE LA CATEQUESIS Y DE LOS CATEQUISTAS . La apertura de la plataforma será los domingos 7, 13, 20 y 27 de marzo, de manera totalmente gratuita.

¡Esperan contar contigo en este espacio formativo!

 

Fuente: catequesisdegalicia.org

Comienza la semana del Matrimonio. Descarga en tu móvil la nueva App: «appmatrimonio.es»

 

 

¿Qué tal aprovechar estos días en que tanto se hablará de amor y romanticismo para (re)activar nuestro matrimonio, ponerlo en «modo ON» y celebrar nuestro camino juntos? Para eso, nada mejor que descargar la appmatrimonio.es en el teléfono móvil  o en el ordenador que está a nuestra disposición en https://appmatrimonio.es

Además desde la Delegación de Pastoral Familiar de la archidiócesis de Santiago de Compostela se nos invita a todos los diocesanos a participar, a partir de este lunes 14 de febrero, en el “Retiro en Casa” propuesto desde esta app MatrimONio.

Una vez descargada la aplicación, se podrán recibir los materiales para participar en el retiro, que se desarrollará desde el lunes 14 hasta el domingo 20 de este mes de febrero. Desde la organización del retiro online, la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal, se irán colgando los materiales día a día, hasta completar la semana. Pero si por cualquier circunstancia no fuese posible seguir el retiro en la semana dedicada al matrimonio, todas las aportaciones seguirán activadas en la app para que se puedan utilizar en cualquier momento.

 

El retiro en casa

La app ofrece ocho carpetas con múltiples iniciativas para vivir el matrimonio con más intensidad. En el retiro en casa aparecen los enlaces a los siete días que durará la experiencia. Como sucede en un retiro convencional, los participantes no conocerán los materiales con anterioridad, de modo que solo aparecerán en la app los relativos al día correspondiente.

Cada jornada tendrá cuatro partes: una meditación a través de un vídeo, una oración, un testimonio y una tarea o “deberes” para que el matrimonio o la pareja de novios participante refuerce los beneficios del retiro.

 

Nueva web: matrimonioesmas.org

Además, también a partir de hoy, lunes 14 de febrero, estará disponible una nueva página web creada ex profeso para esta Semana del Matrimonio: matrimonioesmas.org. A través de ella se podrá acceder a todos los recursos realizados para su difusión en las redes sociales. Podremos encontrar gran variedad de materiales que se irán actualizando a lo largo de los próximos días: cine, actividades, ideas… además del retiro acompañado con una reflexión para cada día. ¡No os lo perdáis!

 

La Semana del Matrimonio

 

La Semana del Matrimonio quiere ser una auténtica campaña vocacional al matrimonio y demuestra con toda claridad la implicación de la Conferencia Episcopal Española en la promoción y en el apoyo decidido al laicado.

La presente campaña se enmarca en el Año Familia Amoris laetitia convocado por el papa Francisco el pasado 19 de marzo coincidiendo con el quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica y que finalizará con la celebración del X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, del 22 al 26 de junio de 2022.

 

 

«Bienaventuranzas y matrimonio»- Nuevo curso de Pastoral Familiar

Desde la delegación de Pastoral Familiar de nuestra archidiócesis se organiza una jornada de formación dirigida de un modo especial a los agentes de pastoral familiar, pero que también está abierta a todos los fieles que estén interesados.

La sesión se celebrará en cada una de las vicarías de la diócesis en horario de mañana, de 10.30 h. a 13.30 h. bajo el título “Bienaventuranzas y Matrimonio” y será impartido por el sacerdote franciscano Miguel de la Mata Merayo.

  • En Pontevedra: el sábado 26 de febrero en las instalaciones de Raíña da Paz.
  • En A Coruña: el sábado 5 de marzo en la parroquia santuario de Santa Gema.
  • En Santiago, en fecha por determinar (será un sábado en todo caso)

Si estás interesado puedes contactar en:

  • pfamiliar@archicompostela.org; Tfno: 679-22.07.88 (Antonio Gutiérrez)
  • anloter@protonmail.com (Coordinadores en la vicaría de Pontevedra)
  • prematrimonialesoburgo@gmail.com (Coordinadores en la vicaría de A Coruña).