Nuestro arzobispo D. Francisco en la JMJ de Lisboa
Nuestro arzobispo de Santiago de Compostela, D. Francisco, es uno de los 70 obispos españoles que acompañan a los jóvenes de sus diócesis en esta Jornada Mundial de la Juventud, JMJ Lisboa 2023.
Ya antes de vivir en plenitud la JMJ, D. Francisco se desplazó a la villa portuguesa de Aveiro donde los peregrinos de Galicia estuvieron viviendo la experiencia de los “Días en las Diócesis” siendo acogidos por familias. Allí se encontró con ellos y celebró una Eucaristía recordándoles que la JMJ tenía que ser una experiencia auténtica de fe y que toda la diócesis de Santiago de Compostela rezaba por ellos.
Y en los propios días de la JMJ (1 al 6 agosto) D. Francisco está participando en varios actos con nuestros jóvenes diocesanos acompañados por sacerdotes y monitores del equipo de Pastoral Juvenil diocesano (Rise Up, Eucaristías…)
Asi en la agenda de este jueves 3 de agosto tuvo un momento para el encuentro para compartir testimonios, música y reflexionar juntos con jóvenes de habla hispana (Rise Up). Mons. Francisco Prieto estuvo en la Parroquia de Cruz Quebrada-Dafundo, en el Parque de Santa Catarina con un grupo de jóvenes de las Diócesis de Galicia y a otros jóvenes de Nicaragua, México y Cuba. Después de la catequesis, que se basó en el texto evangélico de las Bodas de Caná, hubo un trabajo por grupos y una puesta en común.
A continuación se celebró la Eucaristía, presidida por el propio arzobispo de Santiago. En la homilía pidió a los jóvenes que tengan sencillez de corazón manifestada en el deseo de dejarse sorprender por Dios. Y afirmó: “Dios cuenta contigo: hecha las redes y provoca el encuentro con Él. Mantengamos el corazón joven, sencillo, profundo. No temamos: María se pone en camino con nosotros cada día”.
El viernes 4 de agosto por la mañana, mons. Francisco Prieto y el equipo de Pastoral Juvenil diocesano asistieron a la catequesis en la parroquia de la Santísima Trinidad de Lisboa. Es aquí donde a los jóvenes de la Diócesis de Santiago les han pedido el servicio de animar el encuentro. Hubo tiempo para la adoración, para las confesiones y para meditar sobre la misericordia.