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Mons. Francisco Prieto Fernández, nuevo arzobispo de Santiago de Compostela: “Con todos quiero caminar, como hermano en la fe, como vuestro pastor”

 

La ceremonia de toma de posesión de monseñor mons. Francisco Prieto Fernández, como nuevo arzobispo de la Archidiócesis de Santiago ha tenido lugar la mañana de este sábado tres de junio, en la Catedral compostelana. La Solemne Eucaristía trascurrió en medio de la presencia de cerca de treinta obispos procedentes de diversas diócesis de España, quienes, junto al nuncio apostólico, mons. Bernardito Azúa, acompañaron mons. prieto en el relevo de mons. Julián Barrio, como cabeza de la Iglesia que peregrina en Santiago de Compostela.

La ceremonia comenzó a las once de la mañana, cuando la comitiva compuesta por el nuncio, el Arzobispo electo y el Arzobispo Administrador Apostólico fue recibida en la Puerta de la Catedral por el Cabildo Metropolitano. El Deán presidente del Cabildo de la Catedral ofreció al Arzobispo electo el Lignum Crucis para que lo venere besándolo y, de igual modo, al Nuncio Apostólico y al Arzobispo Administrador Apostólico. A continuación, se dirigieron en procesión a la Capilla del Santísimo, donde oraron ante el Santísimo Sacramento unos momentos. Terminada la breve visita, se dirigieron a la sacristía, donde se revistieron para celebrar la Misa Estacional.

Ya en la Eucaristía, tras una breve alocución de monseñor Barrio, el nuncio presentó a monseñor Prieto, se mostraron y leyeron las letras apostólicas, con el nombramiento del arzobispo, firmadas por el Papa Francisco.

Tras esta lectura, monseñor Prieto ocupó la cátedra y recibió el báculo. Es entonces cuando se formalizó el relevo al frente de la Archidiócesis, y una representación de la misma formada por sacerdotes, religiosas y laicos subió al presbiterio para saludar y felicitar al nuevo arzobispo.

Acto seguido, la Eucaristía se siguió celebrando como de costumbre, pero ya bajo la presidencia de monseñor Francisco Prieto.

El Señor siempre nos precede, Él toma la iniciativa”, así iniciaba la homilía el nuevo arzobispo, en la que destacó que “seguir al Señor no consiste en, primer lugar, en sacrificios y renuncias. Es, ante todo, un encuentro transformador con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva que suscita nuevas relaciones con Dios y con los hombres, y así somos llamados a vivir gozosamente como hijos y hermanos”.

Mons. Prieto manifestó que en los dos años como Obispo Auxiliar ha podido apreciar, descubrir “el rostro mismo de Cristo” en los sacerdotes, en los miembros de la vida consagrada, en los fieles laicos: “Por el bautismo, compartimos la dignidad y la vocación común de participar en la vida y misión de la Iglesia, una misión común al servicio del Evangelio. Por el bautismo somos llamados, vocacionados, a caminar juntos, en la escucha de todos al Espíritu, que es el que nos conduce a la verdad completa, el maestro que nos ayuda a discernir y el que educa los oídos en el corazón, tomando la imagen agustiniana, para aprender el arte de la escucha y del acompañamiento del prójimo”.

El prelado compostelano destacó que la sinodalidad no sólo puede ser pensada, sino sobre todo vivida: “nos descubre que todo el pueblo de Dios es peregrino hacia la casa del Padre, un pueblo de muchos rostros y carismas, un pueblo de bautizados en el que, desde el primero hasta el último, actúa la fuerza santificadora del Espíritu que impulsa a evangelizar.” Y añadió: “El Sínodo Diocesano de 2016-2017 ha trazado un camino que debemos retomar sin dilación. No es momento de quejas, de resentimientos, de rendirse, sino de preguntarnos si estamos dispuestos a mirar el futuro en clave de Evangelio”.

En este sentido, mons. Prieto apeló a la actitud de “salida”: “La Iglesia “en salida” ha de ser un sueño hecho realidad, realidad de Evangelio en el corazón del mundo y de los hombres para mostrarles el camino de vida y salvación que Dios quiere para cada uno de nosotros. Eso fue lo que hizo Jesucristo, eso es lo que nos pide que sigamos haciendo”.

El arzobispo de Santiago invitó a trabajar en la tarea común de construir juntos espacios de convivencia y humanidad: “Los hombres y mujeres de este tiempo, especialmente los que más sufren los golpes de esta crisis y de las guerras que áun nos acechan, merecen todo nuestro esfuerzo y empeño. Comparto con vosotros el deseo de trabajar juntos, desde el respeto y el diálogo, en favor de bien común”.

En esta mañana hizo suyas aquellas palabras de san Agustín: “Yo os custodio por el oficio de gobierno, pero quiero ser custodiado con vosotros. Yo soy pastor para vosotros, pero soy oveja con vosotros bajo aquel Pastor. Desde este lugar soy como maestro para vosotros, pero soy condiscípulo vuestro en esta escuela bajo aquel único Maestro”.

Terminó la homilía pidiendo ayuda para ser obispo de todos y obispo con todos: “Con todos quiero caminar, como hermano en la fe, como vuestro pastor. Y Obispo para todos, en una Iglesia, esta que peregrina en Santiago de Compostela, que ha de ser hogar donde todos cabemos y en la que todos nos alegremos y demos gracias por vivir la unidad en la diversidad, ambas frutos del mismo Espíritu, y así busquemos y encontremos la verdad en la comunión con Dios y con las personas”.

 

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Autoridades eclesiástica

Cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, miembros del Colegio de Consultores y del Cabildo metropolitano, vicarios episcopales, delegados episcopales y diocesanos, diáconos, seminaristas, miembros de vida consagrada, laicos… junto a sus familiares y amigos de su Ourense natal han rezado y acompañado a mons. Prieto en esta celebración.

 

Autoridades civiles

A la ceremonia de toma de posesión asistieron el Presidente da Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; el Presidente del Parlamento, Miguel Ángel Santalices; así como el General del AMA, el Rector de la USC, el Teniente Alcalde de Santiago, el Portavoz Municipal del PP en Santiago, Jefe Superior Policía Nacional, General Jefe Guardia Civil, el Coronel del Aeródromo, el Director Escuela Naval de Marín, el Jefe Provincial de la Policía Nacional de A Coruña y el de Ourense, el Comisario de la Policía Nacional de Santiago, el Inspector de la Policía Local de Santiago, etc.

 

Biografía

La Santa Sede ha hecho público el sábado 1 de abril de 2023 el nombramiento de Mons. Francisco José Prieto Fernández como Arzobispo de la  Diócesis  de  Santiago de Compostela.

Mons. Francisco José Prieto Fernández fue ordenado obispo el día 10 de abril de 2021, en la Catedral de Santiago de Compostela, por el arzobispo Mons. Julián Barrio Barrio.

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales y de la Subcomisión Episcopal para el Patrimonio Cultural.

Nació en Ourense el 18 de agosto de 1968. Cursó estudios eclesiásticos en el Instituto Teológico “Divino Maestro” de Ourense, centro afiliado a la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca (1986-1992) y  fue ordenado sacerdote el 26 de junio de 1993.

Es licenciado en Teología Patrística por la Facultad de Teología de la Universidad Gregoriana de Roma (1992-1994) y doctor en Teología Bíblica por la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca (2008).

Su ministerio pastoral lo ha desarrollado en la diócesis de Ourense. Ha sido capellán del monasterio de San José (Clarisas) (desde 2004) y vicario episcopal para la Nueva Evangelización de Ourense (desde 2012).

La actividad pastoral la ha compaginado con la docencia en el Instituto Teológico “Divino Maestro” de Ourense como profesor de Patrología y Orígenes del Cristianismo (desde el curso 1995-1996); de Metodología Científica (desde el curso 2007-2008); de Cristología (desde el curso 2009-2010) y de Mariología (desde el curso 2018- 2019). Es profesor invitado en el Instituto Teológico Compostelano (desde el curso 2017- 2018) y director del Centro de Ciencias Religiosas San Martín en Ourense, sección del Instituto Superior Compostelano de Ciencias Religiosas. Formación Permanente del Clero de la diócesis de Ourense (desde el año 1995).

Miembro de la Asociación Bíblica Española (desde 2002) y de la Comisión Teológica Asesora de la Conferencia Episcopal Española (desde 2013), es secretario del consejo de redacción de la revista Auriensia, publicación del Instituto Teológico “Divino Maestro” (desde 1998).

Anteriormente ha desempeñado los siguientes cargos pastorales: vicario parroquial de la parroquia de Santa Teresita (1994-1995); formador del seminario menor (1995- 1996); administrador parroquial de Chaguazoso, Manzalvos, Cádavos y Castromil (1996- 1997), de Vilar das Tres (1997- 2001) y de Carballeda (O Reino), Torrezuela, Corna y Coiras (2008-2009), además de vicario parroquial de San Pío X (2009).

 

 

 

Fuente: archicompostela.es

¿Dónde seguir la inauguración del ministerio episcopal y toma de posesión de mons. Francisco Prieto como Arzobispo Metropolitano de Santiago de Compostela?

 

Este sábado 3 de junio, la Catedral de Santiago acoge la ceremonia de recepción en la catedral, inauguración del ministerio episcopal y toma de posesión de Monseñor Francisco José Prieto, nombrado por el Papa Francisco Arzobispo Metropolitano de Santiago de Compostela.

las 11:00 h, dará inicio la Misa Solemne, durante la cual se desarrollará la ceremonia de toma de posesión, en la cátedra episcopal.

El Canal de televisión 13TV y las radios Cadena Cope y Radio María retransmitirán en directo esta celebración.

 

Fuente: archicompostela.es

 

Inauguración del ministerio episcopal del Arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Francisco Prieto

 

Este sábado 3 de junio, la Catedral de Santiago acoge la ceremonia de recepción en la catedral, inauguración del ministerio episcopal y toma de posesión de Monseñor Francisco José Prieto, nombrado por el Papa Francisco Arzobispo Metropolitano de Santiago de Compostela.

Como viene siendo tradición, el recién nombrado Arzobispo será recibido en la puerta del Obradoiro de la catedral. Allí, el Nuncio Apostólico de Su Santidad en España, Monseñor Bernardito Auza, presentará al nuevo Arzobispo, al que recibirán el Cabildo catedralicio y el Colegio de Consultores de la Diócesis. Antes de entrar en la catedral besará la reliquia del Lignum Crucis, en esta ocasión, un relicario del siglo XII, realizado en Jerusalén (Más información de la pieza). Una vez en el interior, Monseñor Prieto tendrá unos minutos de oración ante el Santísimo Sacramento, en la capilla de la Comunión.

Posteriormente, a las 11:00 h, dará inicio la Misa Solemne, durante la cual se desarrollará la ceremonia de toma de posesión, en la cátedra episcopal. En ella recibirá la adhesión de la diócesis, representada por miembros del Cabildo, del Colegio de Consultores, algunos sacerdotes, religiosos y fieles laicos. Durante la Eucaristía, el nuevo Arzobispo empleará el conocido como cáliz de San Rosendo, valiosa pieza medieval, del siglo XIII, y que llegaría a la catedral procedente del monasterio de Caaveiro. Además, sobre el altar, estará la cruz de cristal de roca, regalo de los reyes Carlos II y Mariana de Habsburgo en el Año Santo de 1683.

 

Fuente: archicompostela.es

 

¡GRACIAS D. JULIÁN! Emotivo homenaje a D. Julián por su Ministerios Episcopal en nuestra Archidiócesis.

 

 

Ayer miércoles, 17 de mayo, la Catedral de Santiago de Compostela acogió la Eucaristía de Acción de Gracias por el Ministerio Episcopal del mons. Julián Barrio ejercido a lo largo de 30 años en la Archidiócesis.

A las 10:30 h. comenzaba la Celebración presidida por mons. Barrio, acompañado por el arzobispo electo de Santiago mons. Francisco Prieto, el obispo de la Diócesis de Ourense mons. Leonardo Lemos, el obispo de la Diócesis de Tui-Vigo mons. Luis Quinteiro, así como mas de un centenar de presbíteros y una amplia representación de todos los fieles diocesanos.

 

 

“Mi barca quedará varada dentro de unos días, hasta que el Señor me haga esa última y definitiva llamada para hacer esa travesía al otro extremo donde espera Jesucristo resucitado”. Con estas palabras comenzaba la homilía Don Julián. Y añadió: “Doy gracias a Dios por estos años de Ministerio en los que he ido experimentando que el señor enriquece la pobreza y fortalece la fragilidad, recordando que es Él quien me ha llamado, elegido y enviado, sin merecimiento alguno por mi parte”.

Mons. Barrio afirmó que ha intentado ser puente, consciente de que el puente debe estar unido a las dos orillas para que pueda servir: “De lo que no haya podido conseguir, el responsable soy yo. De lo conseguido, doy gracias a Dios y a quienes me habéis acompañado”.

Don Julián agradeció al Papa San Juan Pablo II que le encomendó el Ministerio Episcopal, a los papas Benedicto XVI y Francisco por sus signos de benevolencia han tenido con la iglesia que peregrina en Santiago. Y dio gracias también por la colaboración y disponibilidad que siempre tuvo en los obispos auxiliares, vicarios, sacerdotes, miembros de vida consagrada y laicos, y autoridades civiles: “Desde que llegué me encontré con vuestro afecto, comprensión y acogida que tanto me han ayudado. Siendo cristiano con vosotros y obispo para vosotros.”

Especial gratitud para su familia y para las hijas da natividad de María “con cuya ayuda sin duda me ha sido posible realizar también o ministerio episcopal”.

 

 

Acto de homenaje a D. Julián

A continuación, tuvo lugar un acto de homenaje a Don Julián en la iglesia de San Martín Pinario, presentado por los periodistas Paula Pájaro y Alejandro López, y en el que se fueron intercalando vídeos, testimonios de agradecimiento y música.

El hilo conductor fue “En tu Palabra echaré las redes”. Participaron Yolanda Sánchez, Pastoral Penitenciaria; Sor Margarita, Hija de la Caridad, Carmen, una joven que recitó una poesía; Rubén Aramburu, Sacerdote, el primero en ser ordenado por D. Julián; Fredi y Loli, matrimonio y representantes en el Sínodo; María Beatriz García Villar y Ramón Javier Millán Pérez, catequistas; y Sor Alicia, religiosa.

 

 

 

La parte musical corrió a cargo del grupo “PEDAL: Potente Equipo D Animación Litúrgica” y de una familia de Fisterra.

El acto finalizó con un hondo sentir agradecido de D. Julián Barrio a los diocesanos:

 

 

 

Tanto la Eucaristía de acción de gracias como el acto de homenaje a D. Julián están recogidos en imágenes en el siguiente enlace:

 

 

 

 

Fuente: archicompostela.es

Mons. Francisco José Prieto, nombrado arzobispo de nuestra archidiócesis de Santiago de Compostela

 

La Santa Sede ha hecho público, a las 12.00 h. de hoy, sábado 1 de abril, que el papa Francisco ha nombrado arzobispo de Santiago de Compostela a Mons. Francisco José Prieto Fernández, actualmente obispo auxiliar de esta diócesis. Así lo ha comunicado la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española. Desde 1996 era arzobispo de Santiago de Compostela Mons. Julián Barrio Barrio.

Mons. Prieto, obispo auxiliar de Santiago de Compostela desde 2021

El arzobispo electo de Santiago de Compostela nació en Ourense el 18 de agosto de 1968. Cursó estudios eclesiásticos en el Instituto Teológico “Divino Maestro” de Ourense, centro afiliado a la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca (1986-1992). Fue ordenado sacerdote el 26 de junio de 1993.

Es licenciado en Teología Patrística por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1992-1994) y doctor en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de Salamanca (2008).

El 28 de enero de 2021 el papa Francisco le nombró obispo auxiliar de Santiago de Compostela. Su ordenación episcopal tuvo lugar el 10 de abril del mismo año.

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales y de la Subcomisión Episcopal para el Patrimonio Cultural.

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Mons. Julián Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela desde 1996

Mons. Barrio nació en Manganeses de la Polvorosa, provincia de Zamora y diócesis de Astorga, el 15 de agosto de 1946. Cursó los estudios de Humanidades y de Filosofía en el seminario diocesano de Astorga.

Es licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1971), doctor en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1976) y licenciado en Filosofía y Letras, sección de Geografía e Historia, por la Universidad de Oviedo (1979).

El  7 de febrero de 1993 fue consagrado como obispo auxiliar de Santiago de Compostela, sede de la que fue nombrado arzobispo tres años más tarde, el 5 de enero de 1996. El 25 de febrero de ese mismo año tomó posesión de la diócesis compostelana.

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Permanente y de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios.

 

 

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

Carta Pastoral de nuestro arzobispo D. Julián en la Campaña de Manos Unidas

 

La desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío a nivel mundial. Para muchas personas, pensar en desigualdad y en hambre es pensar en un reto imposible, un problema sin solución ante el que no se puede hacer nada.

Contra esa desigualdad trata de luchar año tras año Manos Unidas que cada mes de febrero pone en marcha su Campaña de Manos Unidas que se celebra el segundo domingo del mes de febrero.

El lema elegido para este año es «Frenar la desigualdad está en tus manos» y quiere ser un llamamiento a la sociedad para luchar por la dignidad y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás.

Y como cada año con motivo de esta Campaña el arzobispo de Santiago, D. Julián Barrio, ha publicado una Carta Pastoral en la que recuerda que el número de personas que pasan hambre y viven en la pobreza, va aumentando cada vez más lo que debe golpear nuestra conciencia: “¿Qué sociedad es esta nuestra en la que tan poco cuenta la dignidad de la persona y tantas cualidades buenas se están perdiendo? Cada uno de nosotros podría ser esa persona que tiene que resignarse a la herida de la desigualdad provocada”.

 

 

Carta Pastoral en la Campaña de “Manos Unidas”. Febrero 2023

“Frenar la desigualdad está en tus manos”

 

 

Queridos diocesanos:

La liturgia de la Iglesia reza así: “Padre nuestro que en los cielos estás, haz a los hombres iguales: que ninguno se avergüence de los demás; que todos al que gime den consuelo; que todos al que sufre del hambre la tortura le regalen en rica mesa de manteles blancos con blanco pan y generoso vino[1]. La Campaña de Manos Unidas llama de nuevo a nuestra conciencia, recordándonos que el número de personas que pasan hambre y viven en la pobreza, va aumentando cada vez más. El cristianismo nace precisamente como amor al hombre. Ayudar a los demás nos permite descubrir quién soy, por qué existo y lo mucho que puedo hacer. Esto suscita en nosotros una pregunta preocupante: ¿Qué sociedad es esta nuestra en la que tan poco cuenta la dignidad de la persona y tantas cualidades buenas se están perdiendo? Cada uno de nosotros podría ser esa persona que tiene que resignarse a la herida de la desigualdad provocada. Cuando sanitariamente preocupa el ponernos la vacuna de turno, nos damos cuenta de que para la pobreza, la desigualdad y el hambre no la tenemos porque son otros intereses humanos los que la dificultan. La pobreza y el hambre no son fruto de la fatalidad ni son culpables los pobres y los que pasan hambre como a veces se argumenta.

Siempre podremos hacer algo

El lema de la campaña de este año ha de inquietarnos: “Frenar la desigualdad está en tus manos”. Es un reto que hemos de asumir. Es posible que nos justifiquemos pensando que poco podemos hacer y que la solución a este problema depende de otras instancias que ostentan el poder. En todo caso esto nunca será excusa para que dejemos de hacer lo que esté en nuestras manos. Esperar a solucionarlo todo para actuar, será una forma de justificar nuestra inactividad.

Los cristianos y toda persona de buena voluntad encontrarán una orientación ética y moral en la Doctrina Social de la Iglesia que recoge el mensaje del Evangelio. Para superar la sima de la desigualdad necesitamos tener como puente un trabajo digno con un salario adecuado que evite el bucle de la dependencia. “Ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria. El gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo[2]. El trabajo por la justicia y la paz es una realidad que nos incumbe a todos, reconociéndonos como hijos de Dios y hermanos los unos de los otros. La desigualdad no se aviene con la fraternidad. El momento de responder es ahora. Como dijo el papa Francisco refiriéndose al juicio final: “la respuesta es sólo una: el cuándo es ahora. Está en nuestras manos, en nuestras obras de misericordia: no en las puntualizaciones y en los análisis refinados, no en las justificaciones individuales o sociales. En nuestras manos y nosotros somos responsables”.

La sociedad puede cambiar

Es posible una sociedad en la que la dignidad humana con todos sus derechos y obligaciones sea el faro orientador. Necesitamos un esfuerzo global para superar las desigualdades, mirando al futuro con esperanza. Recordemos que cualquier cosa que hagamos por los demás, la hacemos a Cristo y superemos la pulsión por el tener que genera toda codicia. Más de 811 millones de personas están pasando hambre. Esta realidad no nos puede ser indiferente, aislándonos en nuestra visión pesimista de la vida. No hagamos dependientes a los demás, tratemos de ayudarles a salir de esa situación inhumana. Servir es posibilitar la igualdad. “Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país… Cuando este principio elemental no queda a salvo, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad[3]. Hemos de atrevernos como Tomás, el incrédulo, a meter nuestras manos en las llagas del mundo y en las propias. Es atreverse a encontrar a Cristo para transformar la realidad.

Manos a la obra

La fe cristiana no es el sueño en el que se refugia quien calcula la carga de la vida. Los creyentes en Cristo “sufren con los que sufren” (Cf. 1Cor 12,26), toman en serio el dolor del prójimo y tratan de remediarlo. Se nos llama a trabajar por la realización integral de la persona. “El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de caridad”[4].

Pongamos manos a la obra y hagámoslo con esperanza cristiana que “es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal… para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna. Caminemos en esperanza[5]. La verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad[6]. La campaña de Manos Unidas nos pide contagiar la solidaridad para acabar con las desigualdades, favoreciendo el bien común. Así se nos recuerda que “los más favorecidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los demás[7].

Os saluda con afecto y bendice en el Señor,

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1] Himno de Laudes, martes tercera semana de la Liturgia de las Horas.

[2] FRANCISCO, Fratelli tutti, 162.

[3] FRANCISCO, Fratelli tutti, 107.

[4] FRANCISCO, Laudato si’, 231.

[5] Ibid., 55.

[6] Cf. Ibid., 47.

[7] FRANCISCO, Evangelii gaudium, 190.

 

Fuente: archicompostela.es

Felicidades, Don Julián

 

La Archidiócesis compostelana está de fiesta, pues en esta jornada se cumple el XXX aniversario de la Ordenación Episcopal de nuestro arzobispo, mons. Julián Barrio Barrio. Un 7 de febrero de 1993, en pleno Año Santo, recibió la Ordenación Episcopal en la Catedral compostelana como obispo titular de Sasabe y auxiliar de mons. Antonio María Rouco Varela. Tres años después, el 25 de febrero de 1996 tomaba posesión de la Sede Compostelana tras ser nombrado arzobispo por el papa san Juan Pablo II. Felicidades, Don Julián.

 

Fuente: pastoralsantiago.org

Mensaje de nuestro arzobispo para el período estival “Las vacaciones son un medio propicio para cuidar más el alma”

 

 

Con motivo del período estival, época de vacaciones, nuestro arzobispo de Santiago, D. Julián Barrio, ha querido dirigirse  a todos sus diocesanos con este mensaje:

 

Ha llegado el mes de julio y con él para muchas personas, -ojalá sean muchas- las ansiadas vacaciones.

El verano es tiempo apropiado para buscar algún descanso, aunque todo siga el habitual ritmo del día a día. Y paradójicamente, cuando llega el verano, la vivencia de la fe se viene abajo en la práctica de muchos cristianos, muchos son los que descuidan la participación eucarística, y otros muchos desatienden la oración del día a día.

Refiriéndose al verano y a las vacaciones el Papa Francisco afirmó: “Tómalas–¡de verdad!–. Cambia de ritmo, duerme algo más, lee cosas que te reposen, escucha algo de música, reza más, escucha más la palabra, disfruta en familia… Y todo eso te descansará”.

Disfrutar del tiempo estival, de un tiempo de descanso, no es descansar de Dios sino todo lo contrario: aprovechar que hay más tiempo libre para dedicarlo a esos “asuntos” importantes en nuestra vida: Dios, familia, amigos, crecimiento personal…

Las vacaciones son un medio propicio para cuidar más el alma, dedicando tiempo a la oración, a la lectura de la Biblia, a la participación en la Misa diaria, al rezo del rosario en familia y a otras actividades que dan vigor a nuestro espíritu. Y son un excelente medio para convivir con los demás, sobre todo, con la propia familia, dialogando y compartiendo gozos y alegrías, preocupaciones, penas y proyectos.

Muchos serán los que, aprovechando el tiempo estival, visiten nuestra tierra y se acerquen a la tumba del Apóstol. El Camino de Santiago no se puede interpretar, ni recorrer, sin tener en cuenta la dimensión espiritual. Si esta se perdiera, el Camino se convertiría en una realidad inerte. La ruta que lleva al sepulcro del apóstol nace con la seña de identidad cristiana, subrayando el espíritu penitencial y la conversión. Los peregrinos que llegan a Santiago han de volver calzados con las sandalias de la esperanza.

Ojalá que estas vacaciones sean para todos un momento de armonía y de descanso corporal para seguir construyendo la ciudad de Dios en medio de la ciudad de los hombres.

¡Felices vacaciones!

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela

 

 

Fuente: archicompostela.es

Carta Pastoral de D. Julián con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen 2022

 

“Al acercarse la fecha de la fiesta de la Virgen del Carmen, deseo, como todos los años, acompañaros ofreciéndoos mi palabra y bendición a todas las gentes que, de una manera u otra, viven en torno al mar, de los que Nuestra Señora del Carmen es patrona y protectora”. Así comienza el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio,  su Carta Pastoral dirigida a las gentes de la mar al llegar la festividad de la Virgen del Carmen, el próximo 16 de julio.

Con un emocionado recuerdo a los marineros que fallecieron en el naufragio del barco Villa de Pitanxo en aguas de Terranova, el arzobispo se dirige a sus familias y a las familias de todos los fallecidos por distintos trabajos en el mar:En nuestra Galicia, desde el comienzo del milenio, 138 hermanos nuestros perdieron su vida. Los ponemos en los brazos maternales de la Virgen del Carmen, en la seguridad de que Ella sabrá presentarlos a su Hijo y enviar a los que quedan en este mundo el consuelo y la paz”.

El arzobispo incide en el lema elegido para esta jornada, “¡Naveguemo s juntos!”, expresándoles que “las preocupaciones de la Iglesia deben ser las vuestras, dado que, en ese sentido, viajamos todos en el mismo barco, caminando y navegando juntos, dejándonos encontrar por el Señor”  . En este sentido les invita a “acercaros a la Iglesia y ofrecerle vuestras inquietudes y vuestra siempre necesaria colaboración. En esa barca de Pedro en la que nos encontramos en el navegar de esta vida, todas las voces son importantes y todas merecen ser escuchadas. Sentid a la Iglesia como vuestra casa, porque lo es de verdad”.

 

Texto íntegro:

 

Carta Pastoral en la fiesta de la Virgen del Carmen 2022

“Naveguemos juntos”

 

Queridos diocesanos:

Al acercarse la fecha de la fiesta de la Virgen del Carmen, deseo, como todos los años, acompañaros ofreciéndoos mi palabra y bendición a todas las gentes que, de una manera u otra, viven en torno al mar, de los que Nuestra Señora del Carmen es patrona y protectora.

Quiero llevar a vosotros y a vuestras familias la presencia fraternal de la Iglesia, a la que pertenecéis, y que, como comunidad de creyentes unidos en torno a Jesucristo, vive vuestras preocupaciones como cosa propia. Todavía hace muy poco tiempo, el pasado día de Pentecostés, el Papa, saludando a los peregrinos que rezaban en la plaza de San Pedro, les decís: “Manifiesto mi cercanía a los pescadores, pensemos en aquellos pescadores que, a causa del aumento del costo del carburante, se encuentran en riesgo de detener su actividad…” (Regina Coeli 5-Junio-2022). El Papa, como sucesor de Pedro el pescador de Galilea, recuerda vuestras dificultades y problemas, las manifiesta al mundo, para que se tomen las medidas adecuadas, y las lleva en su oración a la presencia de Dios pidiendo que Él ilumine a las autoridades y a todos los que compete ofrecer soluciones para que vuestras condiciones de vida sean las adecuadas.

Al pensar en vuestros sufrimientos, hago memoria con dolor de los fallecidos en el naufragio del pesquero Villa de Pitanxo. Aunque ya tuve ocasión de acercarme a las familias y de compartir la Eucaristía con vosotros, pidiendo por los fallecidos, en aquel momento tan emotivo en la parroquia de Marín, os reitero ahora mis nuestras palabras de consuelo y esperanza y os ofrezco la oración y la colaboración de la Iglesia en lo que humildemente esté en nuestra mano, deseando que se puedan encontrar los cuerpos que aún no han podido ser rescatados, para que podáis encontrar el consuelo de ofrecerles la sepultura y el último homenaje de vuestra fe y vuestro amor.

Pienso en todos vosotros, en vuestras familias y en las familias de todos los fallecidos por distintos trabajos en el mar. En nuestra Galicia, desde el comienzo del milenio, 138 hermanos nuestros perdieron su vida. Los ponemos en los brazos maternales de la Virgen del Carmen, en la seguridad de que Ella sabrá presentarlos a su Hijo y enviar a los que quedan en este mundo el consuelo y la paz.

El lema de este año para la jornada de las gentes del mar es bien significativo: “Naveguemos juntos”. Vuestra vida está unida a la de los demás miembros de la Iglesia, porque vivimos nuestra pertenencia como un misterio de comunión y de amor. Y también expresa que las preocupaciones de la Iglesia deben ser las vuestras, dado que, en ese sentido, viajamos todos en el mismo barco. A lo largo de este año en nuestra diócesis hemos trabajado preparando el sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma en el 2023. El Papa ha querido que sean escuchadas todas las voces y que sean tenidas en cuenta todas las opiniones, de modo que vivamos esa “sinodalidad”, caminando y navegando juntos, dejándonos encontrar por el Señor. No dudéis en acercaros a la Iglesia y ofrecerle vuestras inquietudes y vuestra siempre necesaria colaboración. En esa barca de Pedro en la que nos encontramos en el navegar de esta vida, todas las voces son importantes y todas merecen ser escuchadas. Sentid a la Iglesia como vuestra casa, porque lo es de verdad. “Por tu palabra echaré la redes” (Lc 5,5), le dijo Pedro a Jesús después de haber faenado durante toda la noche y volver con las redes vacías. Este ha de ser vuestro convencimiento para interpretar vuestro quehacer laboral que en obediencia al Señor tendrá un resultado fructífero, fiándonos a su gracia y ofreciendo vuestro esfuerzo.

En este día del Carmen, en el que en tantas parroquias de la costa y también del interior de nuestra diócesis se celebra con alegría el amparo maternal de nuestra madre del Cielo, os encomiendo a todos, hombres y mujeres del mar, los pescadores y los pertenecientes a la marina mercante, los componentes de la Armada y todos los que de un modo u otro, formáis parte de esta familia del mar, a los que pongo bajo el patrocinio del apóstol Santiago y la protección de Nuestra Señora del Carmen.

Con cordial saludo y bendición en el Señor.

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela

 

Fuente:archicompostela.es

 

Mons. Barrio destaca el papel fundamental del laicado en la corresponsabilidad y en la misión evangelizadora de la Iglesia

 

En una Carta Pastoral dedicada al Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar, que se celebrará en la solemnidad de Pentecostés, el arzobispo de Santiago recuerda, en continuidad con el mensaje del pasado año y en el contexto sinodal, que “se nos invita a seguir construyendo juntos con la fuerza del Espíritu Santo una Iglesia en salida para anunciar con alegría el Evangelio y ser comunicadores de esperanza, recordando que todos los bautizados hemos de sentirnos protagonistas de la misión que se nos ha confiado en la Iglesia y en el mundo”.

En este sentido indica que “no podemos olvidar el papel fundamental del laicado en la corresponsabilidad y en la misión evangelizadora de la Iglesia”. Y añade: “la vocación cristiana es por su propia naturaleza vocación apostólica, misionera, evangelizadora”.

En la carta a los laicos, el arzobispo recuerda tres actitudes que configuran la identidad cristiana y apostólica del discípulo de Cristo: “una inquietud profunda y humilde para sintonizar con Cristo, la fidelidad a su persona y la obediencia a la acción iluminadora y santificadora del Espíritu, y la humilde intrepidez para aceptar el honor de la repulsa o de la acogida que el hombre libremente ha de hacer siempre de Cristo, signo de contradicción frente al misterio insondable de la libertad humana”.

La sinodalidad nos interpela a estar en el corazón del mundo asumiendo el compromiso en la vida pública”, dice mons. Barrio.

 

 

Carta Pastoral en el Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar 2022

“Sigamos construyendo juntos. El Espíritu Santo nos necesita”

 

Queridos diocesanos:

En continuidad con el mensaje del pasado año y en el contexto sinodal en el que,  invitados por el papa Francisco para preparar el Sínodo de los Obispos (2023), nos encontramos, se nos invita a seguir construyendo juntos con la fuerza del Espíritu Santo una Iglesia en salida para anunciar con alegría el Evangelio y ser comunicadores de esperanza, recordando que todos los bautizados hemos de sentirnos protagonistas de la misión que se nos ha confiado en la Iglesia y en el mundo (cf. LG 31). No podemos olvidar el papel fundamental del laicado en la corresponsabilidad y en la misión evangelizadora de la Iglesia.

Después de la Resurrección el Señor confirió a los apóstoles la misión de anunciar el Evangelio con todas las consecuencias. Hubo dificultades desde el principio pero Pedro ante la prohibición de predicar dirá: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” y no les atemoriza ni les abate. No les asusta ser ultrajados con tal de cumplir la misión encomendada. Predicar el Evangelio desemboca en la práctica del culto. Conocer que Cristo ha muerto y resucitado por nuestra salvación ha de llevarnos a adherirnos a Él como nuestro Señor.

En esta Jornada recordamos nuevamente esta consideración del papa Francisco: “He aquí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear  la vida aisladamente… Se necesita una comunidad que nos  sostenga, que nos ayude  y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante. ¿Qué importante es soñar juntos… Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos[1]. “Sigamos construyendo juntos. Sigamos creyendo que los sueños se construyen juntos, desde la fraternidad, la comunión eclesial. La sinodalidad consiste en ir creando un “nosotros” eclesial, compartido, es decir, que todos sintamos como propia la biografía de la Iglesia”[2]. La vocación cristiana es por su propia naturaleza  vocación apostólica, misionera, evangelizadora.

Tres actitudes configuran la identidad cristiana y apostólica del discípulo de Cristo: una inquietud profunda y humilde para sintonizar con Cristo, la fidelidad a su persona y la obediencia a la acción iluminadora y santificadora del Espíritu, y la humilde intrepidez para aceptar el honor de la repulsa o de la acogida que el hombre libremente ha de hacer siempre de Cristo, signo de contradicción  frente al misterio insondable de la libertad humana. En nuestro peregrinar apostólico hemos de recordar que hemos sido elegidos en Cristo, amados con Cristo y enviados como Cristo en nuestro Bautismo (cf. Jn 3,3; 5-7). “No podemos obviar el sacramento del Bautismo, porque aquí se encuentra la base para una nueva concepción del laico en la Iglesia, como miembro de pleno derecho”[3]. Elegidos como fruto gratuito de una absoluta y amorosa iniciativa del Padre, los cristianos son como una prolongación viviente de Cristo; amados, son como seres transferidos al Reino del Hijo de su Amor hasta que el mismo Cristo habite por la fe  en nuestros corazones (Ef 3,17); enviados, son como testigos vivientes de Cristo para dar fruto y que el fruto permanezca. Sin conciencia de ser elegidos se manifiesta la radical crisis cristiana, sin conciencia de ser amados emerge la irresponsabilidad de la propia identidad ante Dios y ante Cristo, sin conciencia de ser enviados se reduce el cristianismo a puro convencionalismo social o religioso. En este momento caracterizado por cambios imprevisibles que están afectando a la Iglesia, “el esfuerzo orientado al anuncio del Evangelio a los hombres de nuestro tiempo, exaltados por la esperanza pero a la vez perturbados con frecuencia por el temor y la angustia, es sin duda alguna un servicio que se presenta a la comunidad cristiana e incluso a toda la humanidad[4].

Necesitamos la fuerza del Espíritu Santo, “garante de la comunión, de la unidad que no es igual a uniformidad, sino que se expresa en la diversidad que nos conduce a la complementariedad”[5]. El papa Francisco nos dice: “Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una simple administración… Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un estado permanente de misión”[6]La sinodalidad nos interpela a estar en el corazón del mundo asumiendo el compromiso en la vida pública, conscientes de que “la Iglesia  no pretende disputar poderes terrenos, sino ofrecerse como hogar entre los hogares, abierto para testimoniar al mundo actual la fe, la esperanza y el amor al Señor y a aquellos que Él ama con predilección[7].

¡Que el Espíritu Santo nos ilumine en la tarea evangelizadora y revitalice el Apostolado Seglar y la Acción Católica! Os saluda con afecto y bendice en el Señor.

 

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1] FRANCISCO, Fratelli tutti, 8.

[2] Mensaje de los Obispos. Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, 2022.

[3] Ibid.

[4] PABLO VI, Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, nº 1.

[5] Mensaje…

[6] FRANCISCO, Evangelii gaudium, 25.

[7] FREANCISCO, Fratelli tutti, 276.

 

Fuente: archicompostela.es