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Vídeo del Papa. Octubre 2024. Por una misión compartida: “Todos los cristianos somos responsables de la misión de la Iglesia. Todos”.

 

Oremos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos.

Papa Francisco – Octubre 2024

 

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Por una misión compartida” es la intención de oración elegida por el Papa Francisco para este mes de octubre, que aparece en su vídeo-mensaje confiado a su Red Mundial de Oración.  Es un tema vinculado al inicio de la asamblea general del Sínodo. El Papa nos pide a todos los cristianos -laicos, sacerdotes, religiosos- “caminar juntos recorriendo el camino de la sinodalidad” para cumplir  «Lo que tenemos que hacer todos: dar testimonio con nuestras vidas. Y corresponsabilizarnos de la misión de la Iglesia«.

En el signo de la sinodalidad está también la realización del vídeo que acompaña sus palabras: las imágenes producidas por la diócesis de Brooklyn, con la ayuda de DeSales Media, la colaboración de la propia Secretaría General del Sínodo, y el apoyo de la Fondazione Pro Rete Mondiale di Preghiera del Papa.

 

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Trabajar juntos

 

Tanto si se es “conductor de autobús” como “campesina” o “pescador”, subrayó Francisco, la misión es la misma: “dar testimonio con la propia vida”, “cada uno aportando lo que mejor sabe hacer”. En esta corresponsabilidad se trabaja juntos, independientemente de la vocación de cada uno: “Los sacerdotes no somos los jefes de los laicos, sino sus pastores. Jesús nos ha llamado a unos y a otros, no a unos por encima de los otros, sino complementándonos”, explica al comienzo de su mensaje. Y añade, poco después: “Los laicos, los bautizados, están en la Iglesia en su propia casa, y tienen que cuidarla. Lo mismo que nosotros, los sacerdotes, los consagrados”.

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Una misión compartida con la sinodalidad como estilo de vida.

 

Las imágenes que acompañan el mensaje de Francisco cuentan precisamente la riqueza del pueblo santo de Dios (Lumen Gentium, 12): los diversos ministros dentro y fuera de las parroquias, los distintos carismas, los momentos de vida en común… todos con una misión compartida todos los días,  hemos sido llamados a poner nuestros talentos y experiencia al servicio de la Iglesia. En este vídeo además se  destaca las contribuciones de los laicos en las diócesis y se desafia a los fieles a crear comunidades de fe y servicio audaces, alegres y acogedoras, y todo ello desde la sinodalidad que es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio

 

Un llamado común

 

El Padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, reflexiona: “Este mes de octubre de 2024 marca un momento crucial con la celebración de la Asamblea Sinodal en Roma, culminación de un camino iniciado hace tres años y cargado de expectativas, deseos y esperanzas. Un tiempo para escuchar, en medio del combate espiritual que inevitablemente estará presente, lo que el Espíritu del Señor dice a la Iglesia. En El Video del Papa Francisco enfatiza lo esencial:Somos corresponsables en la misión’. Este enfoque, como señala el Papa, debería ser natural, pues todos somos bautizados en Cristo. Sin embargo, el hecho de que se necesiten tres años para tomar conciencia de su necesidad refleja los desafíos que enfrenta la Iglesia en su camino hacia una verdadera sinodalidad.

Como nos lo ha recordado varias veces el Santo Padre, ‘sin oración no habrá Sínodo’. Solo la oración puede transformar los corazones apegados a tradiciones humanas e intereses propios y hacer a la Iglesia más fiel al Evangelio. En este mes crucial, el Papa nos invita a unirnos en oración por el Sínodo, para que sea un verdadero momento de encuentro, escucha mutua y discernimiento comunitario, guiado por el Espíritu Santo”.

 

 

 

 

 

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Fuente: thepopevideo.org

Celebración Diocesana | Xornada Mundial polo Traballo Decente

No décimo aniversario da iniciativa Igrexa polo Traballo Decente (ITD), as entidades convocantes na diócese (Cáritas, ACG, IOAC, Confer, Salesianos Cooperadores, Centro de Traballo e Cultura) volven a conmemorar a Xornada Mundial polo Traballo Decente que se celebra o 7 de outubro. Este ano, co lema «Por ti, por min, traballo decente», reafirman o  compromiso coa dignidade e o coidado de todas as persoas traballadoras en todo o mundo.

 

ACTOS NA DIOCESE DE SANTIAGO

Por tal motivo veñen de convocar una serie de actos que se van celebrar en distintos escenarios da diocese o sábado día 5 e o domingo día 6 do presente mes:

  • Sábado 5 outubro , Santiago de Compostela:

Parroquia de Santa María Salomé

18:00 Concentración

18:45 Acto público e lectura do Manifesto

19:00 Eucaristía

  • Domingo 6 outubro, A Coruña:

Parroquia dos Santos Anxos

12:00 Eucaristía

Parroquia da Milagrosa

12:45 acto público e lectura do Manifesto

13:00 Eucaristía

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MANIFESTO

Na súa convocatoria deron a coñecer o Manifesto no que se denuncia  a situación actual:

É un momento para reflexionar sobre o camiño realizado xuntos e xuntas, e sobre os desafíos que aínda temos por diante na procura da xustiza social e dun traballo decente, onde “o ser humano expresa e acrecenta a dignidade da súa vida” (Papa Francisco, cfr. Evangelii gaudium).

Enfrontámonos a unha realidade preocupante en España, cun desemprego estrutural onde miles de persoas queren traballar e non poden; con, aínda, demasiada temporalidade que dificulta enormemente a estabilidade dos proxectos vitais de miles de persoas traballadoras; cunha insoportable praga, a sinistralidade laboral; coa perda de poder adquisitivo dos salarios; coas dificultades de conciliación laboral e familiar, e o aumento das enfermidades psicosociais, etc… Todas elas situacións persistentes reflexo do traballo indecente existente, que non só afectan a vida das persoas traballadoras, senón que tamén socavan a súa dignidade e debilitan a xustiza social debida.

Reiteramos que a dignidade da persoa traballadora é innegociable e debe estar no centro de todas as decisións políticas e económicas. Segundo a Doutrina Social da Igrexa, cada individuo ten dereito a un traballo digno que lle permita desenvolverse plenamente como ser humano. É fundamental que se xeren oportunidades de traballo decente, protéxanse e promóvanse os dereitos laborais, sen excepción. A redución da xornada laboral pode ser unha delas.

Seguindo a encíclica Laudato si’ do papa Francisco, recoñecemos a importancia da ecoloxía integral no ámbito laboralDébese priorizar que as actividades laboráis sexan sostibles e respectuosas co medioambiente. Isto implica promover prácticas responsables que coiden e preserven a nosa casa común, para as xeracións futuras.

Francisco lembrounos no seu discurso ao Cumio Mundial do Traballo de 2021 a importancia da dimensión do coidado no traballo, como unha forma de coidar e dignificar a vida humana. Isto implica crear contornas laborais con dereitos,participativos, seguros e respectuosos, onde se promova o coidado integral de todas as persoas traballadoras.

A procura do ben común debe ser o obxectivo principal do conxunto da comunidade,  pero particularmente de quen ten a responsabilidade de articular políticas que garantan as condicións esenciais que permitan ás persoas alcanzar unha vida digna, unha vida boa. Isto inclúe garantir un traballo decente, acceso á vivenda e servizos públicos de calidade. Neste senso, tamén pedimos ao Congreso que faga posible a regularización extraordinaria de persoas migrantes.

Finalmente, ITD celebra este décimo aniversario renovando o noso compromiso por un presente e un futuro onde o traballo decente sexa unha realidade para todos, tamén no seo da Igrexa. Lembramos con gratitude a todas as persoas e institucións que contribuíron –e contribúen– a esta causa ao longo dos anos e comprometémonos a seguir loitando pola dignidade e o coidado das persoas traballadoras.

 

 

 

 

IV Jornadas de Católicos y Vida Pública.- «Tolkien: Verdad y Mito»

El Centro de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) de Santiago de Compostela celebrará la IV Jornadas de Católicos y Vida Pública, bajo el título ‘Tolkien: Verdad y mito’. El evento se celebrará los días 4 y 5 de octubre en la Sede de Afundación Santiago de Compostela (Rúa do Vilar, 19, 15705 Santiago de Compostela, A Coruña).
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Trascurridos 50 años desde el fallecimiento de J.R.R Tolkien, desde la ACdP se pretende abordar su obra escrita y su adaptación a otros formatos desde el punto de vista de la historia, la mitología, la lingüística, la filología o la música. Además, se pretende reflexionar sobre los valores y el trasfondo católico que está de forma implícita en su obra, como el propio autor reconoció en alguna ocasión. Valores como la valentía, la esperanza, el espíritu de sacrificio, el trabajo en equipo, la compasión, la lealtad y la libertad de elección entre el bien y el mal. Todo ello de la mano de expertos como Diego Blanco Albarova, Enrique García-Máiquez o Ignacio Saavedra Inaraja.
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Las jornadas serán inauguradas por el Arzobispo de Santiago, Monseñor Francisco José Prieto Fernández.
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La entrada es libre hasta completar aforo.
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Para más informaciónacdpcentrodesantiago@gmail.com
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¿Qué son las Jornadas Católicos y Vida Pública? 

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Las Jornadas Católicos y Vida Pública son una iniciativa de la Asociación Católica de Propagandistas y su obra la Fundación Universitaria San Pablo CEU para reflexionar sobre el papel de los católicos en la sociedad. Un espacio para el pensamiento y las propuestas de acción.
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PROGRAMA _ JCyVP_Santiago_2024 (en PDF)

 

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¿Alguna idea para vivir las vacaciones de verano con un sentido cristiano? Desde la CEE nos ofrecen unas cuantas: Apuntes para el ocio en verano 2024

Las esperadas vacaciones de verano son un periodo propicio para desconectar de la rutina que nos marca una vida ocupada en el trabajo y las obligaciones del día a día, para pasar más tiempo en familia, para cuidar a los que tenemos al lado. Son momentos para conocer el rico patrimonio cultural de la Iglesia en los viajes, disfrutar de libros y películas, exposiciones… y de pararnos para tener momentos de oración.

Precisamente, el papa Francisco invita a que en la época estival «aprendamos a detenernos, a apagar el teléfono móvil para mirar a los ojos a las personas, a cultivar el silencio, a contemplar la naturaleza, a regenerarnos en el diálogo con Dios».

En este apartado, apuntamos algunas propuestas para vivir el ocio en verano con un sentido cristiano. La Iglesia ofrece en sus diócesis y, muchas veces con materiales en sus páginas web, todas estas posibilidades.

 

Visita a templos, exposiciones y peregrinaciones

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Para el tiempo de lectura

  • 40 días con la Madre Teresa: Santa Teresa de Calcuta es conocida por su amor y trabajo «entre los más pobres de los pobres». Pero ¿Cuál era su motivación más profunda? ¿Qué la llevó a vivir una vida de total radicalidad?. El libro «Tengo sed», responde a estos interrogantes.
Películas y series

Desde «Pantalla 90», revista de Cine de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, nos ofrecen recomendaciones, tanto de estrenos como para ver en televisión, de series y películas que pueden interesar para disfrutar en esta época de verano.

  • Para ver en cine en familia
    • Gru 4. Mi villano Favorito, una comedia de animación para todos los públicos con las aventuras de este peculiar personaje, travieso y con humor amarillo.
    • «Fly me to the Moon», una película ambientada en el histórico alunizaje del Apolo 11, en 1969.
  • Para ver en casa: 
    • «The Chosen», la serie que narra la vida de Jesús a través de las personas que mejor lo conocieron.
    • Archie. Mini serie de 4 capítulos. Esta serie tiene una sensibilidad especial hacia la permanente búsqueda del amor y la felicidad.
Selecciones

La publicación digital Selecciones, que se puede descargar en formato epub, ofrece temas muy variados para la reflexión. Su lectura ayudará a conocer la realidad de la sociedad de hoy.

Selecciones se puede leer en tablets, móviles y libros electrónicos. También se puede recibir este servicio digital a través de la suscripción en estos enlaces de Telegram y de Whatsapp.

La Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales (CECS) elabora mensualmente esta publicación.

 

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Fuente: conferenciaepiscopal.es

Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2024: «Envejecer es signo de bendición»

La Santa Sede ha hecho público el Mensaje del papa Francisco para la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que este año se celebra el 28 de julio“En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9) es el tema que propone el Santo Padre para esta Jornada.

 

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA IV JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y DE LOS MAYORES

28 de julio de 2024

“En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9)

 

Queridos hermanos y hermanas:

Dios nunca abandona a sus hijos. Ni siquiera cuando la edad avanza y las fuerzas flaquean, cuando aparecen las canas y el estatus social decae, cuando la vida se vuelve menos productiva y corre el peligro de parecernos inútil. Él no se fija en las apariencias (cf. 1 S 16,7) y no desdeña elegir a aquellos que para muchos resultan irrelevantes. No descarta ninguna piedra, al contrario, las más “viejas” son la base segura sobre las que se pueden apoyar las piedras “nuevas” para construir todas juntas el edificio espiritual (cf. 1 P 2,5).

La Sagrada Escritura, en su conjunto, es una narración del amor fiel del Señor, del que emerge una certeza consoladora: Dios sigue mostrándonos su misericordia, siempre, en cada etapa de la vida, y en cualquier condición en la que nos encontremos, incluso en nuestras traiciones. Los salmos están llenos del asombro del corazón humano frente a Dios, que nos cuida a pesar de nuestra pequeñez (cf. Sal 144,3-4); nos aseguran que Dios nos ha plasmado en el seno materno (cf. Sal 139,13) y que no entregará nuestra vida a la muerte (cf. Sal 16,10). Por tanto, podemos tener la certeza de que también estará cerca de nosotros durante la ancianidad, tanto más porque en la Biblia envejecer es signo de bendición.  

Y, sin embargo, en los salmos encontramos además esta sentida súplica al Señor: «No me rechaces en el tiempo de mi vejez» (Sal 71,9). Una expresión fuerte, muy cruda. Nos lleva a pensar en el sufrimiento extremo de Jesús que exclamó en la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt 27,46).

En la Biblia, pues, hallamos la certeza de la cercanía de Dios en cada etapa de la vida y, al mismo tiempo, encontramos el miedo al abandono, particularmente en la vejez y en el momento del dolor. No se trata de una contradicción. Mirando a nuestro alrededor no nos resulta difícil comprobar cómo esas expresiones reflejan una realidad más que evidente. Con mucha frecuencia la soledad es la amarga compañera de la vida de los que como nosotros son mayores y abuelos. Siendo obispo de Buenos Aires, muchas veces tuve ocasión de visitar residencias de ancianos y me di cuenta de las pocas visitas que recibían esas personas; algunos no veían a sus seres queridos desde hacía muchos meses.

Las causas de esa soledad son múltiples. En muchos países, sobre todo en los más pobres, los ancianos están solos porque sus hijos se han visto obligados a emigrar. Pienso también en las numerosas situaciones de conflicto; cuántos ancianos se quedan solos porque los hombres —jóvenes y adultos— han sido llamados a combatir y las mujeres, sobre todo las madres con niños pequeños, dejan el país para dar seguridad a los hijos. En las ciudades y en los pueblos devastados por la guerra, muchas personas mayores se quedan solas, como únicos signos de vida en zonas donde parece reinar el abandono y la muerte. En otras partes del mundo, además, existe una falsa creencia, muy enraizada en algunas culturas locales, que genera hostilidad respecto a los ancianos, acusados de recurrir a la brujería para quitar energías vitales a los jóvenes; de modo que, en caso de que una muerte prematura, una enfermedad o una suerte adversa afecte a un joven, la culpa recae sobre algún anciano. Esta mentalidad se debe combatir y erradicar. Es uno de esos prejuicios infundados, de los que la fe cristiana nos ha liberado, que alimenta persistentes conflictos generacionales entre jóvenes y ancianos.

Si lo pensamos bien, esta acusación dirigida a los mayores de “robar el futuro a los jóvenes” está muy presente hoy en todas partes. Esta también se encuentra, bajo otras formas, en las sociedades más avanzadas y modernas. Por ejemplo, hoy en día está muy extendida la creencia de que los ancianos hacen pesar sobre los jóvenes el costo de la asistencia que ellos requieren, y de esta manera quitan recursos al desarrollo del país y, por ende, a los jóvenes. Se trata de una percepción distorsionada de la realidad. Es como si la supervivencia de los ancianos pusiera en peligro la de los jóvenes. Como si para favorecer a los jóvenes fuera necesario descuidar a los ancianos o, incluso, eliminarlos. La contraposición entre las generaciones es un engaño y un fruto envenenado de la cultura de la confrontación. Poner a los jóvenes en contra de los ancianos es una manipulación inaceptable; «está en juego la unidad de las edades de la vida, es decir, el real punto de referencia para la comprensión y el aprecio de la vida humana en su totalidad» (Catequesis23 febrero 2022).

El salmo citado anteriormente —en el que se suplica no ser abandonados en la vejez— habla de una conspiración que ciñe la vida de los ancianos. Parecen palabras excesivas, pero comprensibles si se considera que la soledad y el descarte de los mayores no son casuales ni inevitables, son más bien fruto de decisiones —políticas, económicas, sociales y personales— que no reconocen la dignidad infinita de toda persona «más allá de toda circunstancia y en cualquier estado o situación en que se encuentre» (Decl. Dignitas infinita, 1). Esto sucede cuando se pierde el valor de cada uno y las personas se convierten en una mera carga onerosa, en algunos casos demasiado elevada. Lo peor es que, a menudo, los mismos ancianos terminan por someterse a esta mentalidad y llegan a considerarse como un peso, deseando ser los primeros en hacerse a un lado.

Por otra parte, hoy son muchas las mujeres y los hombres que buscan la propia realización personal llevando una existencia lo más autónoma y desligada de los demás que sea posible. Las pertenencias comunes están en crisis y se afirman las individualidades; el pasaje del “nosotros” al “yo” se muestra como uno de los signos más evidentes de nuestro tiempo. La familia, que es la primera y la más radical oposición a la idea de que podemos salvarnos solos, es una de las víctimas de esta cultura individualista. Pero cuando se envejece, a medida que las fuerzas disminuyen, el espejismo del individualismo, la ilusión de no necesitar a nadie y de poder vivir sin vínculos se revela tal cual es: uno se encuentra en cambio teniendo necesidad de todo, pero ya solo, sin ninguna ayuda, sin tener a alguien con quien poder contar. Es un triste descubrimiento que muchos hacen cuando ya es demasiado tarde.

La soledad y el descarte se han vuelto elementos recurrentes en el contexto en el que estamos inmersos. Estos tienen múltiples raíces: en algunos casos son el fruto de una exclusión programada, una especie de triste “complot social”; en otros casos se trata lamentablemente de una decisión propia. Otras veces también se los sufre fingiendo que se trate de una elección autónoma. Estamos perdiendo cada vez más «el sabor de la fraternidad» (Carta enc. Fratelli tutti, 33) e incluso nos cuesta imaginar algo diferente.

En muchos ancianos podemos advertir ese sentimiento de resignación del que habla el libro de Rut, cuando relata que la anciana Noemí —después de la muerte del marido y de los hijos— invitó a sus nueras, Orpá y Rut, a regresar a sus países de origen y a sus casas (cf. Rut 1,8). Noemí —como tantos ancianos de hoy— teme quedarse sola, pero no consigue imaginar algo distinto. Como viuda, es consciente de valer poco ante la sociedad y está convencida de ser un peso para esas dos jóvenes que, al contrario de ella, tienen toda la vida por delante. Por eso piensa que sea mejor hacerse a un lado y ella misma invita a las jóvenes nueras a dejarla y a construir su futuro en otros lugares (cf. Rut 1,11-13). Sus palabras son un concentrado de convenciones sociales y religiosas que parecen inmutables y que marcan su destino.

El relato bíblico nos presenta en este momento dos opiniones diferentes frente a la invitación de Rut y, por tanto, frente a la vejez. Una de las dos nueras, Orpá, que le tiene cariño a Noemí, con un gesto afectuoso la besa, pero acepta lo que ella también cree que es la única solución posible y sigue su propio camino. Rut, en cambio, no se separa de Noemí y le dirige palabras sorprendentes: «No insistas en que te abandone» (Rut 1,16). No tiene miedo de desafiar las costumbres y la opinión común, siente que esa mujer anciana la necesita y, con valentía, permanece a su lado, dando inicio a una nueva travesía para ambas. A todos nosotros —acostumbrados a la idea de que la soledad es un destino inevitable— Rut nos enseña que a la súplica “¡no me abandones!” es posible responder “¡no te abandonaré!”. No duda en trastocar lo que parece una realidad inmutable, ¡vivir solos no puede ser la única alternativa! No es casualidad que Rut —la que se quedó acompañando a la anciana Noemí— sea un antepasado del Mesías (cf. Mt 1,5), de Jesús, el Emanuel, Aquel que es “Dios con nosotros”, Aquel que lleva la cercanía y la proximidad de Dios a todos los hombres, de todas las condiciones y de todas las edades.

La libertad y la valentía de Rut nos invitan a recorrer un camino nuevo. Sigamos sus pasos, hagamos el viaje junto a esta joven mujer extranjera y a la anciana Noemí, no tengamos miedo de cambiar nuestras costumbres y de imaginar un futuro distinto para nuestros ancianos. Nuestro agradecimiento se dirige a todas esas personas que, aun con muchos sacrificios, han seguido efectivamente el ejemplo de Rut y se están ocupando de un anciano, o sencillamente muestran cada día su cercanía a parientes o conocidos que no tienen a nadie. Rut eligió estar cerca de Noemí y fue bendecida con un matrimonio feliz, una descendencia y una tierra. Esto vale siempre y para todos: estando cerca de los ancianos, reconociendo el papel insustituible que estos tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia, también nosotros recibiremos muchos dones, muchas gracias, muchas bendiciones. 

En esta IV Jornada Mundial dedicada a ellos, no dejemos de mostrar nuestra ternura a los abuelos y a los mayores de nuestras familias, visitemos a los que están desanimados o que ya no esperan que un futuro distinto sea posible. A la actitud egoísta que lleva al descarte y a la soledad contrapongamos el corazón abierto y el rostro alegre de quien tiene la valentía de decir “¡no te abandonaré!” y de emprender un camino diferente.

A todos ustedes, queridos abuelos y mayores, y a cuantos los acompañan, llegue mi bendición junto con mi oración. También a ustedes les pido, por favor, que no se olviden de rezar por mí.

Roma, San Juan de Letrán, 25 de abril de 2024

 

Fuente:conferenciaepiscopal.es

En este año de la oración no te pierdas la «Exposición sobre la oración» en S. Cayetano

El próximo domingo, día 14, si Dios quiere, se inaugura una exposición sobre la oración en la parroquia de S. Cayetano en Santiago de Compostela

Se ha hecho esta exposición con la ayuda de los seminaristas del seminario Internacional Bidasoa, Christian y Avishka, naturales de Nicaragua y Sri Lanca que están pasando, en la parroquia de S. Cayetano, un mes de pastoral.

El motivo de esta exposición es la petición del Papa a toda la Iglesia de que este año sea un año de oración en preparación al gran jubileo del año 2025.

Las exposición pretende, a través de imágenes, dar a conocer la importancia de la oración, animar a meterse por ese camino y enseñar diversas maneras de orar. La oración del cuerpo, oración vocal y mental, contemplativa,el rosario etc.

Ahí se puede ver la oración en diversos santos, san Ignacio de Loyola, San Felipe Neri, San Josemaría y otros.

Como no podía ser de otra manera, los grandes modelos son el propio Jesús, la Ss. Virgen y S. José, pero también se pueden ver a los ángeles y a las almas del purgatorio que hablan con Dios y a tantos santos y pecadores.

La exposición estará desde el 15 de julio al 15 de agosto y se podrá ver por la mañana de 10,30  a 12 y por la tarde de 5 a 7. Siempre será explicada por alguien allí presente.

 

Fuente: pastoralsantiago.org

16 de julio, Día de las gentes del mar 2024: «Cuidad de los mares; cuidad de sus gentes»

«Cuidad de los mares; cuidad de sus gentes» es el lema con el que la Iglesia celebra el Día de las gentes del mar 2024. Esta jornada se celebra cada año el 16 de juliocoincidiendo con la fiesta de su patrona, la Virgen del Carmen.

 

Carteles

 

Cartel en castellano (descarga en PDF)

 

 

Cartel en gallego (descarga en PDF)

 

¿Cuál es el mensaje del obispo promotor?

 

Mensaje del obispo promotor (texto íntegro)

El obispo promotor del Apostolado del Mar, Mons. Luis Quinteiro Fiuza, argumenta en su mensaje a qué responde el lema de este año«Cuidad de los mares; cuidad de sus gentes»: “En el contexto actual de graves problemas medioambientales y de una persistente falta de consideración por las necesidades y los derechos de la gente de mar, especialmente en algunos países, María nos llama a cuidar de los mares y a cuidar de sus gentes. La contaminación de los mares es un problema acuciante, la asistencia a la gente de mar una demanda constante. Por eso, «hay que cuidar de ellos»».

Mons. Quinteiro se apoya en los datos de la ONU que señalan que cada año entran en el océano ocho millones de toneladas de plástico “matando la vida marina y amenazando la cadena alimentaria humana”. Es, pues, “de suma urgencia que todos seamos conscientes de que debemos cuidar de los mares, tan importantes para nuestra economía y nuestra subsistencia en general”.

También quiere poner un “énfasis especial en el cuidado de la gente del mar, de aquellos que con su trabajo hacen posible tanto la pesca como el transporte de la mayor parte de mercancías que consumimos en todo el mundo».

El prelado trae a su mensaje las reflexiones sobre la importancia que el sector marítimo tiene para la vida humana del observador permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA, Mons. Fernando Chica Arellano, con motivo del Día Mundial de la Pesca, el 21 de noviembre de 2023. La primera imagen que destacó es la del «puerto» como «lugar de refugio para desembarcar en caso de tormenta», lugar «desde donde se zarpa para descubrir lo nuevo» y como lugar «de encuentro, de espera, de asesoramiento e información».

También puntualizó que, cada vez en mayor grado, los puertos son focos multiculturales de intercambio y diálogo, «donde las relaciones humanas y comerciales contribuyen al crecimiento económico y social de un país, así como a la seguridad alimentaria». Además, Monseñor Arellano recordaba que el papa Francisco ha subrayado sin rodeos «la necesidad de una conversión ecológica» que obligue moralmente, incluso antes que legalmente, «a implementar todas aquellas medidas que la comunidad internacional ha ido negociando con el tiempo y adoptando para que la protección de las personas y el medioambiente se sitúe en el centro de la actividad pesquera».

Stella Maris, explica Mons. Quinteiro, se plantea como tarea urgente su presencia en todos los puertos y lugares de la costa. Y hace una llamada “a todos los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, voluntarios y voluntarias para que se esfuercen en atenderlos humana y espiritualmente”.

Además, invita “a alzar su voz reclamando que se incremente el bienestar de la gente de mar en los puertos y a bordo de los barcos. A la vez que exhorta, “a las autoridades civiles nacionales e internacionales para emplear todos los medios humanos y económicos en la preservación de los mares”.

“Confiamos en que esta jornada festiva de nuestra patrona la Virgen del Carmen sea una ocasión para meditar sobre la importancia de cuidar de los mares y de sus gentes”, concluye el mensaje.

 

En datos

 

La Iglesia Católica presta su asistencia a la gente del mar a través de Stella Maris, Apostolado del Mar. Su objetivo es ofrecer al marino “un hogar lejos del hogar” y atenderles en sus necesidades sociales, culturales, laborales y espirituales. Además de la atención a sus familias, especialmente en el caso de poblaciones marineras.

Una de las actividades principales es la visita a los barcos durante el tiempo que están en puerto. Se contacta con las tripulaciones para ponerse a su disposición y saber sus necesidades.

En los puertos pesqueros se presta atención a los pescadores y sus familias.

 

 

 

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

Instrumentum Laboris para la segunda sesión del Sínodo de los Obispos

El martes 9 de julio se hace público el Instrumentum Laboris para la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 2 al 27 de octubre de 2024.

«Cómo ser una Iglesia sinodal misionera» es el título que encabeza este nuevo documento, que está en continuidad con todo el proceso sinodal iniciado en 2021.

 

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Estructura del Instrumentum Laboris

Las primeras páginas de este Instrumentum Laboris repasan, a modo de introducción, el camino recorrido hasta ahora. Le sigue un apartado dedicado a los Fundamentos de la comprensión de la sinodalidad, que vuelve a proponer la conciencia madurada a lo largo del camino y establecida por la Primera Sesión.

Después, incluye tres partes estrechamente relacionadas, que iluminan la vida sinodal misionera de la Iglesia desde diferentes perspectivas. La primera, desde la perspectiva de las relaciones con el Señor, entre los hermanos y hermanas y entre las Iglesias. La segunda, desde la perspectiva de los caminos que sostienen y alimentan en lo concreto el dinamismo de las
relaciones. Y la tercera, desde la perspectiva de los lugares que, contra la tentación de un universalismo abstracto, hablan de la realidad de los contextos en los que se encarnan las relaciones, con su variedad, pluralidad e interconexión, y con su arraigo en el fundamento del que nace la profesión de fe, según se explica en la introducción.

El documento se cierra con una conclusión sobre la Iglesia sinodal en el mundo.

 

 

 

 

Fuente:conferenciaepiscopal.es

¿Sabías que este domingo, 7 de julio, es la Jornada de responsabilidad en el tráfico 2024?

La Iglesia celebra el primer domingo de julio, este año el día 7, la JORNADA DE RESPONSABILIDAD EN EL TRÁFICO. Una fecha que coincide con el inicio de los desplazamientos masivos por las vacaciones de verano y próxima a la festividad del patrón de los conductores y transportistas, San Cristóbal, que se celebra el 10 de julio.

El departamento de Pastoral de la carretera, dentro de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana, es el encargado de promover esta Jornada que este año se celebra con el lema, «Yo soy el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6). 

 

 

Materiales

Entre los materiales para su difusión, se incorpora este año un tríptico con toda la información sobre este departamento.

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¿Cuál es el mensaje de los obispos?

Los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana firman el mensaje para esta Jornada, que dirigen a todos los que de alguna manera están relacionados con la movilidad humana y la seguridad vial.

«Yo soy el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6), lema de la Jornada

Los obispos explican que las palabras del evangelista san Juan que se han elegido como lema de este año, “Yo soy el camino y la verdad y la vida”, fueron las que pronunció Jesús en su discurso de despedida de los discípulos. Unas palabras que desglosan para indicar algunos comportamientos al volante.

“Yo soy el camino”, explican, significa que caminar con Jesús obliga a “ser buen conductorresponsable, cumplidor de las normas de tráfico y respetuoso con los demás conductores”, a “no pasar de largo ante una necesidad de mi prójimo” y “hacer agradable el viaje de los que comparten el vehículo conmigo”.

“Yo soy la verdad” implica sinceridad “cuando se trata de averiguar quién y cómo se produjo el siniestro. En casos así, donde parece que la verdad o la mentira tienen el mismo valor, no podemos olvidar las palabras de Jesús: «La verdad os hará libres» (Jn 8,32)«.

“Yo soy la vida” recuerda que “cuando conduces un vehículo, solo o en compañía, no puedes olvidar, en ningún momento, la grave responsabilidad que asumes de velar por tu vida y la de los demás”.

Cuidar la vida

Los obispos expresan su inquietud ante el aumento de los siniestros viales y los muertos en carretera, aunque “mantenemos la firme esperanza de siniestros viales, cero”Porque “no hay dinero suficiente para comprar una sola vida. Somos únicos e irrepetibles”.  

Amar y respetar la vida propia y ajena, para un conductor, “equivale a permanecer atento a la conducción, respetando en todo momento las normas de tráfico” y quiere decir “conducir bien y en las debidas condiciones y responsabilidad sin ser un peligro para nadie”.

En este sentido, advierten sobre la importancia de usar el cinturón de seguridad, de no conducir bajo los efectos del alcohol y de las drogas, de correr a la velocidad justa o sobre el uso indebido del móvil. «Amar la propia vida y la de los demás -puntualizan- me obliga a no jugármela sencillamente por usar el móvil indebida e irresponsablemente mientras se conduce, como desgraciadamente sucede con relativa frecuencia. Todo puede esperar y el conductor debe ser consciente de la grave responsabilidad que lleva entre sus manos: cuidar y respetar su vida y la de los demás teniendo siempre presente que «en él vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 18,28)».

Del vehículo se puede abusar, pero también “es un medio que se puede utilizar de modo prudente y ético para la convivencia, el trabajo, la solidaridad y el servicio a los demás”. De hecho, recuerdan y agradecen el servicio que prestan por el bien común “vehículos que son ellos mismos los instrumentos del trabajo: camión, autocar, taxi, o ambulancia”.  

También tienen unas palabras para la “mucha gente buena” que “diariamente se esfuerza como conductores o peatones por hacer las cosas bien, cumpliendo las normas de tráfico con responsabilidad y cuidando de la seguridad vial, que es tanto como decir: salvando vidas”.

Los obispos concluyen su mensaje compartiendo las palabras de Jesús: “«Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado» (Jn 15,11-12), también cuando se conduce un vehículo. Que santa María de la Prudencia y san Cristóbal nos protejan y acompañen en todos nuestros desplazamientos”.

 

 

Fuente: conferenciaepiscopal.es

 

Vídeo del Papa. Julio 2024. Por el cuidado pastoral de los enfermos: “La Unción de los Enfermos no es un sacramento solo para aquellos que están a punto de morir”

 

Oremos para que el sacramento de la Unción de los Enfermos dé a las personas que lo reciben y a sus seres queridos la fuerza del Señor, y se convierta cada vez más para todos en un signo visible de compasión y de esperanza.

Papa Francisco – Julio 2024

 

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“La Unción de los Enfermos es un sacramento que sana el espíritu.” (Papa Francisco)

 

 

La intención de oración del Papa Francisco para este mes de julio es por el cuidado pastoral de los enfermos. El Video del Papa, producido y difundido por su Red Mundial de Oración, nos acerca este mes al significado del sacramento de la Unción de los enfermos y quienes pueden recibirlo. Para Francisco, la Unción de los Enfermos no es solo para quienes están “a punto de morir”, es un sacramento de sanación del espíritu,  por ello  eleva su oración para que este sacramento se convierta cada vez más en un “signo visible de compasión y de esperanza”.

Este videomensaje cuenta con la colaboración de un equipo de profesionales de la Arquidiócesis de Los Ángeles.

 

 

 

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El consuelo, motor de la esperanza

 

“Cuando el sacerdote se acerca a una persona para darle la Unción de los Enfermos, no está necesariamente ayudándole a despedirse de la vida. Pensar así es renunciar a toda esperanza. Es dar por sentado que después del cura llega el enterrador”, comenta Francisco al inicio del video.

Los sacramentos de la Iglesia son regalos, las formas en las que Jesús se hace presente para bendecir, animar, acompañar, consolar. La Iglesia cree y confiesa que el sacerdote viene a ayudar al administrar la Unción de los Enfermos, un sacramento que ofrece consuelo a los que padecen una enfermedad y a sus seres queridos.

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Un sacramento de dimensión comunitaria

 

La invitación del Papa Francisco a la oración de toda la Iglesia es un modo de visibilizar que la Unción de los Enfermos es un sacramento de naturaleza comunitaria y relacional.

“En el momento del dolor y de la enfermedad no estamos solos: el sacerdote y quienes están presentes durante la Unción de los enfermos representan, en efecto, a toda la comunidad cristiana que, como un único cuerpo nos reúne alrededor de quien sufre y de los familiares, alimentando en ellos la fe y la esperanza, y sosteniéndolos con la oración y el calor fraterno”, afirmó el Papa ante miles de fieles en una audiencia general en febrero de 2014, dedicada a este sacramento

 

La cercanía de Jesús

 

Este sacramento asegura la cercanía de Jesús al dolor de quien yace enfermo o anciano, el alivio de sus sufrimientos y el perdón de sus pecados, pero no es sinónimo de la recepción de un milagro de sanación del cuerpo ni de la muerte inminente.

La Unción de los Enfermos es, muchas veces, el sacramento olvidado, o menos reconocido, continuó el Papa. Sin embargo, “es Jesús mismo quien viene a aliviar al enfermo, a darle fuerza, a darle esperanza, a ayudarlo; y también para perdonar sus pecados. ¡Y esto es muy hermoso!”, de ahí su importancia pastoral.

Las imágenes que acompañan las palabras de Francisco -filmadas en dos diócesis estadounidenses: Allentown (Pensilvania) y Los Ángeles (California)- ponen de relieve precisamente los diferentes contextos en los que se puede administrar el sacramento. En el vídeo, realizado por un equipo de profesionales de la Arquidiócesis de Los Ángeles, se entrelazan dos historias aparentemente muy diferentes en edad y situación clínica del enfermo, pero unidas por la gracia del sacramento y el gran afecto de los seres queridos que se reúnen en torno al receptor

 

La Unción de los Enfermos a la luz de los Evangelios

 

El Padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, destaca que aunque muchos hayan redescubierto la profundidad del Sacramento de la Unción de los Enfermos, todavía se entiende a menudo como una forma de preparar a los enfermos para la muerte. “Esto es lo que dice Papa Francisco cuando recuerda que, cuando alguien está gravemente enfermo, queremos postergar siempre más el Sacramento de la Unción de los Enfermos, pues persiste la idea de que los sepultureros llegan después del sacerdote (Audiencia general del 26 de febrero de 2014). Por eso, Papa Francisco desea que este mes podamos redescubrir toda la profundidad y el verdadero sentido de este sacramento, no solo como una preparación para la muerte, sino como un sacramento que ofrece consuelo a los enfermos en tiempos de enfermedad grave, a sus seres queridos y fuerza a quienes los cuidan”.

La persona enferma no está sola; con el sacerdote y las personas presentes, es toda la comunidad cristiana que lo apoya con sus oraciones, nutriendo su fe y esperanza, y asegurándole, así como a su familia, que no están solos en su sufrimiento. Todos conocemos personas enfermas, recemos por ellas, y si consideramos que enfrentan una enfermedad grave, así como aquellos que son ancianos y están en declive, no dudemos en proponerles vivir este Sacramento de consolación y esperanza”, concluyó el Padre Fornos.

 

 

 

 

 

 

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Fuente: thepopevideo.org