Monseñor Barrio en el inicio del Año Santo Compostelano: “La Casa del Señor Santiago abre sus puertas a todas las gentes”

  • El arzobispo señala en la apertura de la Puerta Santa que el 2021 será “un tiempo de gracia y de bendición”

El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, abrió esta tarde la Puerta Santa de la Catedral compostelana, dando así comienzo al Año Jubilar Jacobeo de 2021, un “tiempo de gracia y de bendición” para la Iglesia que peregrina en Compostela y para toda la Iglesia. “Ya ha comenzado el Año Santo”, dijo el arzobispo, “en unas circunstancias especiales que hemos de afrontar con la esperanza cristiana  que “es audaz y sabe mirar más allá de la comodidad personal de las pequeñas seguridades y compensaciones que acortan el horizonte para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más digna”. Monseñor Barrio, en una ceremonia litúrgica plena de simbolismo, indicó en su homilía que “la Casa del Señor Santiago abre sus puertas a todas las gentes” y que “el Año Santo no es una huida espiritualista sino un compromiso para discernir cristianamente la realidad, en medio de la crisis antropológica, espiritual, cultural y sanitaria en la que se han visto radicalmente sacudidas las certezas fundamentales que conforman la vida de los seres humanos.  Hacer presente a Dios es un bien para la sociedad”. En su homilía agradeció también el mensaje del Papa Francisco.

“¡Santo Apóstol!,”, exclamó el arzobispo en su homilía de la Eucaristía con que se inició el Año Jubilar, “haz que desde aquí se fortalezca la esperanza que ayuda a superar la preocupación angustiosa por el presente, y el escepticismo que dificulta el ejercicio de la caridad. Es tiempo para rezar, amar, salir al encuentro de los demás con obras de misericordia, revitalizando la fraternidad que “permite reconocer, valorar y amar más allá de la cercanía física”, procurando que las personas pobres y las más vulnerables tengan siempre la preferencia”.

Con la presencia del Nuncio de Su Santidad, monseñor Bernardito Auza, la del cardenal emérito de la capital española, monseñor Antonio María Rouco Varela, así como la de los obispos de la Provincia Eclesiástica de Santiago, además de otros arzobispos y obispos, entre ellos el ex auxiliar de Santiago y actual titular de la Diócesis de Astorga, monseñor Jesús Fernández González, el arzobispo de Santiago procedió ayer a la apertura de la Puerta Santa. Tras la procesión ceremonial, monseñor Barrio golpeó con un martillo la Puerta Santa para entrar en la Basílica compostelana y presidir en el Altar Mayor la Eucaristía.

“Hace unos momentos he tenido el gozo de abrir la Puerta Santa, un gesto cargado de simbolismo. He llamado a la puerta de la misericordia, convencido de que al que llama se le abre”, indicó el arzobispo. Monseñor Barrio señaló, además, que “la verdad nos posibilita el ser servidores de la fe en este Año Santo, tiempo de gracia y bendición para los que sufren y han perdido la esperanza, y tiempo de sanación y de encuentro, en el que hemos de “aprender a cultivar una memoria penitencial, capaz de asumir el pasado para liberar el futuro de las propias insatisfacciones, confusiones o proyecciones” (FT 226), apoyándonos en la tradición apostólica que fundamenta nuestra fe”.

El arzobispo destacó la entraña espiritual del Año Santo, más allá de cualquier otra consideración: “En esta experiencia de fe acogemos este don del Año Santo para despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial en medio de lo prescindible y descubrir la grandeza del amor y de la misericordia de Dios que nos busca y acoge a cada uno, nos llama a convertirnos y a superar el miedo que no es propio de quien se siente amado”.

Así, monseñor Barrio resaltó el papel de la ciudad del Apóstol y de la Iglesia en la construcción de un mundo con finalidad plena: “La Casa del Señor Santiago abre sus puertas a todas las gentes, siendo “un hogar para testimoniar al mundo actual la fe, la esperanza y el amor al Señor y a aquellos que Él ama con predilección” (FT 276) y para ser signo de la Iglesia, que afianza la cohesión de la sociedad y procura a la actividad cotidiana del hombre un sentido más profundo, al impregnarla de una significación más elevada (cf. GS 40). De esta manera la Iglesia contribuye a humanizar la familia humana y su historia, y llama a responder a la vocación a la santidad para no frustrar la gracia de Dios en nosotros, evitando el debilitamiento de los valores espirituales, y el deterioro de la moral y del sentido de responsabilidad”.

Agradecimiento al Papa Francisco

Monseñor Barrio  no olvidó dar las gracias al Papa Francisco y a las autoridades: “Moitas grazas ao Santo Pai pola súa mensaxe e polas súas benevolentes atencións a esta Igrexa compostelán. Agradezo a colaboración de todas as institucións e persoas en orde a unha fructuosa celebración do Ano Santo e a unha agarimosa acollida do peregrino. A cidade de Santiago e Galicia han de ser un fogar dos peregrinos. Acabamos de escoitar no Evanxeo que os pastores volveron glorificando e louvando a Deus por canto viran e oíran. Deus queira que vivamos esta mesma experiencia no Anno Santo. Que Santiago de Compostela sexa “unha cidade de innumerables referencias para innumerables pobos”. Así o espero da axuda do Señor Santiago, de San Xosé e da Virxe Peregrina. Baixo o seu amparo poñemos todas as persoas e todos os acontecementos deste Ano Santo”.

 

 

Fuente: archicompostela.es

El Papa prorroga el Año Santo Jacobeo recién iniciado a 2022

El Nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, anunció esta misma tarde, al término de la Eucaristía con la que se abrió la Puerta Santa de la Catedral compostelana, la decisión del Santo Padre, el Papa Francisco, a través de la Penitenciaría Apostólica, de prorrogar el Año Santo Jacobeo recién inaugurado durante el año 2022. Esta decisión se adopta debido a las extraordinarias circunstancias provocadas por la pandemia del Covid19.

Tras este anuncio, y antes de impartir la bendición final, el arzobispo compostelano, monseñor Julián Barrio, agradeció al Santo Padre Francisco esta decisión, que se adopta para que los fieles “saquen piadosos propósitos y fuerza espiritual de vida para testimoniar el Evangelio, en comunión jerárquica y filial devoción con el Sumo Pontífice, fundamento visible de la Iglesia católica y maestro propio de los sagrados misterios”, tal y como reza el Decreto expedido por la Penitenciaría Apostólica.

 

 

Fuente: archicompostela.es

Mensaje del Papa Francisco para la Apertura de la Puerta Santa

“Sentirnos Pueblo de Dios que hace de sus tradiciones un cántico de alabanza” 
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  • “Al llegar a la Puerta Santa, tres gestos nos recuerdan el motivo de nuestro viaje”, dice el Papa Francisco en su mensaje para la Apertura de la Puerta Santa: contemplar en el Pórtico de la Gloria la mirada de Jesús, abrazar al Apóstol y participar en la Eucaristía

El Papa Francisco, en el mensaje enviado al arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, con ocasión de la Apertura de la Puerta Santa que da inicio al Año Jubilar Compostelano, hace llegar “mi afecto y cercanía a todos los que participan en este momento de gracia para toda la Iglesia, y en modo particular para la Iglesia en España y en Europa”. Desde el Vaticano, el Papa Francisco recuerda que “al ponernos en camino tras las huellas del Apóstol salimos de nuestro propio yo, de esas seguridades a las que nos aferramos, pero teniendo clara nuestra meta, no somos errantes, que giran siempre en torno a sí mismos sin llegar a ninguna parte”. El Sumo Pontífice asegura que “al llegar a la Puerta Santa, tres gestos nos recuerdan el motivo de nuestro viaje”, en alusión a la contemplación en el Pórtico de la Gloria de la mirada de Jesús, al abrazo al Apóstol y a la participación en la Eucaristía, que “nos invitan a sentirnos Pueblo de Dios que hace de sus tradiciones un cántico de alabanza”.

En la carta, fechada en San Juan de Letrán el pasado día 17 de diciembre, el Santo Padre, asegura que caminar es un proceso de conversión y afirma, recordando a Manuel Machado, que “se hace camino al andar” y que “no hay recetas previas, peregrinar debe ser para nosotros un caminar al paso con el que es Camino, Verdad y Vida, con Aquel que quiere entretenerse con nosotros, para ofrecernos su compañía y mostrarnos el sendero de la vida”.

Al indicar que hay que caminar “haciéndonos prójimos”, el pontífice señala que ello “supone el esfuerzo de ir ligeros de equipaje, sin apegos y vivir en continua tensión hacia ese anhelado encuentro con el Señor”. Para el obispo de Roma, caminar al lado de otros “nos ayuda a reconocer en el prójimo un don que Dios nos entrega para acompañarnos en este viaje”. Y añade que “unirse a otros hace bien y esta experiencia se fragua en el camino, la hacen los peregrinos todos los días, esperándose, apoyándose, compartiendo fatigas y logros”.

Más adelante, el Papa Francisco alude a la dimensión de la peregrinación como expresión del ser discípulos misioneros. “La peregrinación a la tumba del Apóstol”, dice, “se convierte en una llamada a la misión, a convocar a todos a esa patria hacia la que avanzamos”. Y añade que “evangelizar supone saber de pan y hogar, la patria prometida a la que convocamos, en el nombre del Señor, no es un ideal utópico sino una meta concreta, conocida, recordada, una calidez que nos acompaña y espera. La calidez del hogar nos hace creer en la fuerza revolucionaria de la ternura y del cariño, de la encarnación. El peregrino es capaz de “ponerse en manos del don de Dios”.

Antes de agradecer “los esfuerzos de la Archidiócesis de Santiago de Compostela, así como los de todos los que colaboran en la realización de este Año Jubilar” y de impartir la Bendición Apostólica, el Papa Francisco alude a los tres gestos que, al llegar a la Puerta Santa, “nos recuerdan el motivo de nuestro viaje”. El primero de ellos, “contemplar en el Pórtico de la Gloria la mirada serena de Jesús”; el segundo, “el emotivo abrazo a la imagen del Apóstol peregrino”, con el que se abraza a la Iglesia entera y se recuerda que no es una “institución abstracta”, sino que se encarna “en el santo de la puerta de al lado”; y el tercero, “la participación en la liturgia eucarística, el sonido de las campanas, el humo del botafumeiro, los cantos y las plegarias”, que “nos invitan a sentirnos  Pueblo de Dios que hace de sus tradiciones un cántico de alabanza”.

El mensaje papal finaliza con una petición: “Y, por favor, no se olviden de rezar por mí”.

 

Fuente: archicompostela.org

Mensaje de D. Julián ante la apertura del Año Santo

 

 

Fuente: archicompostela.es

La ceremonia de apertura de la Puerta Santa se podrá seguir por TVG y por internet

El próximo 31 de Diciembre a las 16:30h dará comienzo la ceremonia de apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago. Con este rito se inaugurará el Año Santo Compostelano 2021 y a partir de ese momento se podrá ganar la indulgencia plenaria propia del jubileo jacobeo. Como es tradición, los requisitos para obtenerla son: visitar la Catedral, recibir los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía y orar por las intenciones del Papa. La indulgencia se puede aplicar por uno mismo o por un difunto.

La retransmisión

La TVG retransmitirá en directo todo el acto que podrá, además, seguirse por internet. Compartimos con los amigos de ACC (Acogida Cristiana en los Caminos de Santiago) el enlace para que puedan vivir este emocionante momento y así, unidos todos en oración pedir al Apóstol abundantes frutos espirituales en el Año Santo.

Los actos

La procesión litúrgica sale por la puerta de Platerías y se encamina a la Quintana, donde tiene lugar el rito de apertura de la Puerta Santa, tras la lectura del mensaje del Papa.

El Arzobispo de Santiago, Monseñor Julián Barrio, realiza el rito de apertura de la Puerta Santa golpeándola tres veces con un martillo ceremonial.

Tras la apertura de la Puerta Santa seguirá la procesión de autoridades, peregrinos y representantes de diversas entidades jacobeas, entre ellas algunos voluntarios de ACC. A continuación se celebrará la Santa Misa en el interior de la Catedral presidida por el Arzobispo de Santiago. Al concluir la Eucaristía, en el exterior del templo, tendrá lugar la proyección de un video de bienvenida al Año Santo Compostelano que también podrá verse por los canales que retransmitirán todo el evento. Finalmente, la celebración concluirá con una actuación de música tradicional de Galicia en la plaza de la Quintana.

 

 

Libreto de la Apertura de la Puerta Santa

Se puede consultar el libreto de la celebración en el siguiente enlace


 

Más información en el siguiente dossier informativo:

 

Fuentes: archicompostela.es y catedraldesantiago.es

Constituido el Consejo Asesor de Laicos de la CEE

«Un motivo de esperanza para la Iglesia»

El pasado sábado, 18 de diciembre, en un encuentro celebrado en formato mixto, presencial y online, se constituyó el Consejo Asesor de Laicos, órgano que tiene encomendada la labor de impulsar la fase postcongresual del proceso abierto con motivo del Congreso de Laicos celebrado en Madrid el pasado mes de febrero.

En sus palabras de bienvenida, D. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, manifestó que la creación de este Consejo es “un motivo de esperanza para la Iglesia española” en un contexto socio-político complejo, que hace imprescindible que todos los miembros del Pueblo de Dios y, particularmente, los fieles laicos, vivamos la Doctrina Social de la Iglesia y nos hagamos presentes en la vida social y política española.

El apoyo a la vocación laical

En esta misma línea, D. Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza y Presidente de la Comisión para los Laicos, Familia y Vida, calificó la constitución del Consejo como de “hito importante” en el camino marcado por el Congreso de Laicos, en tanto que le corresponde determinar cómo facilitar la recepción del mismo en las Diócesis, asociaciones y movimientos. Insistió especialmente en la necesidad e importancia de encontrar entre todos una dinámica metodológica adecuada que permita articular las diferentes propuestas planteadas y recogidas en la Guía de Trabajo para el Postcongreso e ir profundizando en los cuatro itinerarios –primer anuncio, acompañamiento, procesos formativos y presencia en la vida pública– que marcarán los trabajos de los próximos años para potenciar la vivencia de la vocación laical.

Como indicó D. Luis Manuel Romero, Director de la Comisión para los Laicos, Familia y Vida, este Consejo es uno de los primeros frutos del Congreso de Laicos y una clara expresión de la sinodalidad vivida durante todo el proceso, que se mantendrá igualmente en la fase postcongresual, puesto que de él forman parte pastores –los Obispos de la Comisión y sus Directores de Comisión y Subcomisiones–, representantes de la vida consagrada y, sobre todo, laicos de las 14 provincias eclesiásticas españolas y de los movimientos y asociaciones a nivel nacional. Entre los laicos elegidos está D. Alfredo Losada, subdelegado de la Delegación de Apostolado Seglar de la Archidiócesis de Santiago de Compostela.

En la ronda de presentación de los 24 miembros (12 estuvieron presentes y 12 se conectaron online), éstos expresaron cómo afrontaban el reto de formar parte de este importante órgano integrado formalmente en la estructura de la Comisión para los Laicos, Familia y Vida. Las palabras más repetidas fueron esperanza, ilusión, apertura, diálogo, alegría, responsabilidad, gratitud, comunión, pasión, confianza, servicio, si bien no faltaron otras como incertidumbre, por la situación que estamos viviendo.

 

Objetivos de la «Iglesia de Dios»

La sesión se dedicó a presentar los objetivos y dinámica de funcionamiento del Consejo y, principalmente, a compartir reflexiones sobre cómo comenzar a articular los trabajos del postcongreso. En concreto, se debatió acerca de la metodología a seguir, así como la dinámica de trabajo, insistiendo en las dos claves de todo el proceso –sinodalidad y discernimiento– y en la importancia de partir del camino ya recorrido, reflejado en los diferentes documentos que han servido de base en las distintas fases del proceso. Finalmente, se fijó el calendario de reuniones, que serán intensivas en los próximos meses con el fin de plantear a la mayor brevedad posible una propuesta realista de trabajo.

En definitiva, con este Consejo, en palabras del Papa Francisco en su mensaje a los congresistas, se empieza a escribir una nueva “página en blanco” que tratará de ayudarnos a todos los miembros del Pueblo de Dios a no tener miedo “de patear las calles, de entrar en cada rincón de la sociedad, de llegar hasta los límites de la ciudad, de tocar las heridas de nuestra gente”, pues, no en vano, “esta es la Iglesia de Dios”.

 

Fuente: pueblodediosensalida.com

El Papa nos invita a seguir el modelo de la familia de Nazaret y nos da algunas claves para un ambiente familiar sano.

El Papa desde la Biblioteca Apostólica (Vatican media)

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La de Nazaret es la familia-modelo en la que todas las familias del mundo pueden hallar su sólido punto de referencia y una firme inspiración”. Con estas palabras ha dado inicio el Papa Francisco a su discurso antes de rezar la oración mariana del Ángelus, el domingo 27 de diciembre en el que la Iglesia Católica celebraba la Fiesta de la Sagrada Familia. El Papa ha recordado que, a imitación de la Sagrada Familia, “estamos llamados a redescubrir el valor educativo del núcleo familiar, que debe fundamentarse en el amor que siempre regenera las relaciones abriendo horizontes de esperanza».

Desde la biblioteca privada del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco también nos ha dado algunas claves para un ambiente familiar sano: «si discuten, que no termine el día sin hacer las paces, la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa». Y luego, «en la familia hay tres palabras que hay que custodiar siempre: “Permiso”, “gracias”, “perdón”. Si en el ambiente familiar hay estas tres palabras, la familia está bien».

El Sumo Pontífice anunció que habrá un Año dedicado a la Familia, un año de reflexión sobre la Amoris laetitia  [19 de marzo 2021-26 de junio 2022] con iniciativas coordinadas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida para ayudar a las  familias cristianas a convertirse en “levadura de una nueva humanidad y de solidaridad concreta y universal”.

Tras rezar el Angelus, el Santo padre ha manifestado su cercanía «a las familias que en los últimos meses han perdido a un ser querido o han sido juzgadas por las consecuencias de la pandemia«, y a las familias del personal sanitario. Y antes de concluir, ha confiado al Señor «todas las familias, especialmente las más probadas por las dificultades de la vida y por las heridas de la incomprensión y la división».

 

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A continuación, siguen las palabras de Francisco, según la traducción oficial ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras antes del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Pocos días después de la Navidad, la liturgia nos invita a contemplar a la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Es hermoso pensar en el hecho de que el Hijo de Dios ha querido tener, como todos los niños, la necesidad del calor de una familia.Precisamente por esto, porque es la familia de Jesús, la de Nazaret es la familia-modelo, en la que todas las familias del mundo pueden hallar su sólido punto de referencia y una firme inspiración. En Nazaret brotó la primavera de la vida humana del Hijo de Dios, en el instante en que fue concebido por obra del Espíritu Santo en el seno virginal de María. Entre las paredes acogedoras de la casa de Nazaret se desarrolló en un ambiente de alegría la infancia de Jesús, rodeado de la solicitud maternal de María y los cuidados de José, en el que Jesús pudo ver la ternura de Dios (cf. Carta apost. Patris corde, 2).

A imitación de la Sagrada Familia, estamos llamados a redescubrir el valor educativo del núcleo familiar, que debe fundamentarse en el amor que siempre regenera las relaciones abriendo horizontes de esperanza. En la familia se podrá experimentar una comunión sincera cuando sea una casa de oración, cuando los afectos sean serios, profundos, puros, cuando el perdón prevalezca sobre las discordias, cuando la dureza cotidiana del vivir sea suavizada por la ternura mutua y por la serena adhesión a la voluntad de Dios. De esta manera, la familia se abre a la alegría que Dios da a todos aquellos que saben dar con alegría. Al mismo tiempo, halla la energía espiritual para abrirse al exterior, a los demás, al servicio de sus hermanos, a la colaboración para la construcción de un mundo siempre nuevo y mejor; capaz, por tanto, de ser portadora de estímulos positivos; la familia evangeliza con el ejemplo de vida. Es cierto, en cada familia hay problemas, y a veces también se discute. “Padre, me he peleado…”; somos humanos, somos débiles, y todos tenemos a veces este hecho de que peleamos en la familia. Os diré una cosa: si nos peleamos en familia, que no termine el día sin hacer las paces. “Sí, he discutido”, pero antes de que termine el día, haz las paces. Y sabes ¿por qué? Porque la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa. No ayuda. Y luego, en la familia hay tres palabras, tres palabras que hay que custodiar siempre: “Permiso”, “gracias”, “perdón”. “Permiso”, para no entrometerse en la vida de los demás. Permiso: ¿puedo hacer algo? ¿Te parece bien que haga esto? Permiso. Siempre, no ser entrometidos. Permiso, la primera palabra. “Gracias”: tantas ayudas, tantos servicios que nos hacemos en la familia: dar siempre las gracias. La gratitud es la sangre del alma noble. “Gracias”. Y luego, la más difícil de decir: “Perdón”. Porque siempre hacemos cosas malas y muchas veces alguien se siente ofendido por esto: “Perdóname”, “perdóname”. No olvidéis las tres palabras: “permiso”, “gracias”, “perdón”. Si en una familia, en el ambiente familiar hay estas tres palabras, la familia está bien.

Al ejemplo de evangelizar con la familia nos invita precisamente la fiesta de hoy volviéndonos a presentar el ideal del amor conyugal y familiar, tal y como quedó subrayado en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, cuyo quinto aniversario de promulgación tendrá lugar el próximo 19 de marzo. Y habrá un año de reflexión sobre la Amoris laetitia y será una oportunidad para profundizar en los contenidos del documento [19 de marzo 2021-junio 2022].

Estas reflexiones se pondrán a disposición de las comunidades eclesiales y de las familias, para acompañarlos en su camino. A partir de ahora invito a todos a sumarse a las iniciativas que se impulsarán durante el Año y que serán coordinadas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Encomendamos este camino con las familias de todo el mundo a la Sagrada Familia de Nazaret, en particular a San José, esposo y padre solícito.

Que la Virgen María, a la que ahora nos dirigimos con la oración del Ángelus, obtenga a las familias de todo el mundo sentirse cada vez más fascinadas por el ideal evangélico de la Sagrada Familia, de modo que se conviertan en levadura de nueva humanidad y de una solidaridad concreta y universal.

 

Palabras después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

Os saludo a todos vosotros, familias, grupos y fieles, que seguís la oración del Ángelus a través de los medios de comunicación social. Mi pensamiento va en particular a las familias que en estos meses han perdido a un familiar o han sido puestas a dura prueba por las consecuencias de la pandemia. Pienso también en los médicos, los enfermeros y todo el personal sanitario cuyo gran compromiso en primera línea en la lucha contra la propagación del virus ha tenido repercusiones significativas sobre su vida familiar.

Hoy encomiendo al Señor todas las familias, especialmente las más probadas por las dificultades de la vida y por las heridas del malentendido y la división. Que el Señor, nacido en Belén, les conceda a todas la serenidad y la fuerza para caminar unidas por el camino del bien.

Y no olvidéis estas tres palabras que ayudarán tanto a vivir la unidad en la familia: “permiso” —para no ser entrometidos, respetar a los demás—, “gracias” —agradecernos mutuamente en la familia— y “perdón” cuando hacemos algo malo. Y este “perdón” —o cuando se discute— por favor decirlo antes de que termine el día: hacer las paces antes de que termine el día.

Os deseo a todos un feliz domingo y por favor no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

 

Fuente:  es.zenit.org

Mensaje del arzobispo en la Jornada de la Sagrada Familia

 

Fuente: archicompostela.es

Jornada de la Sagrada Familia 2020: «Los ancianos tesoro de la Iglesia y de la sociedad».

“Los ancianos, tesoro de la Iglesia y la sociedad” es el lema de la Jornada de la Sagrada Familia 2020 que se celebra el domingo 27 de diciembre. La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha editado los materiales para preparar esta Jornada.

Los obispos de la Subcomisión firman un nota en la que destacan que en la tradición de la Iglesia hay un bagaje de sabiduría que siempre ha sido la base de una cultura de cercanía a los ancianos, una disposición al acompañamiento afectuoso y solidario en la parte final de la vida.

Con la mirada puesta en la pandemia del coronavirus, los obispos recuerdan a las numerosas víctimas, entre ellas, “ocupan un lugar privilegiado nuestros mayores”. De manera especial, señalan, “esmeremos nuestros cuidados por los ancianos que todavía están enfermos”.

Materiales:

 

Fuente: Conferencia Episcopal Española

Mensaje de Navidad de nuestro arzobispo D. Julián Barrio Barrio