Carta Pastoral de nuestro arzobispo con motivo de la «Jornada Interparroquial de Solidaridad con los Parados»

 

En una carta pastoral con motivo de la XXVII Jornada Interparroquial de solidaridad con los Parados, que se celebrará en los próximos días del mes de mayo, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, afirma que “si el trabajo dignifica a la persona, hemos de concluir que su pérdida contribuye al deterioro de la misma en la realización personal”. El arzobispo nos pide «ser capaces de poner a las personas en el corazón» frente al desempleo «buscando que no prevalezcan los propios intereses que no toman en conciencia el bien común”.

En el texto, el arzobispo señala que “la libertad humana se desarrolla y madura al abrigo de la austeridad responsable y también del sacrificio por los demás, tratando de construir la cultura del cuidado común”. Y añade que “el cuidado por los demás aviva nuestra inteligencia y todas nuestras capacidades para reconstruir nuestras sociedades con nuevas relaciones económicas que no hipotequen el desarrollo”.

Finalmente, monseñor Barrio muestra su solidaridad con quienes atraviesan por tan dura situación: “comparto los sentimientos de tantas familias cuyos miembros están en paro y rezo por ellas”.

 

La XXXVII Jornada de Solidaridad con los Parados, que organiza Cáritas Interparroquial de Santiago, en la presente edición su día central será el 3 de mayo, y tendrá como lema central la Campaña por el Trabajo Decente. A lo largo de los días en los que se va a desarrollar un amplio programa de actividades se incidirá, se demandará y reivindicará un trabajo decente para todos , y en tal sentido se hará especial hincapié en los empleos más precarios.

Entre los diversos actos programados para la semana previa destaca el de la participación de los voluntarios de la entidad en las misas del domingo, en las que se hará referencia al tema de los parados y la precariedad en los puestos de trabajo. El martes 3 de mayo, a partir de las 19:00 horas, se celebrará en la Plaza del Toural de Santiago, un acto de solidaridad con los parados en el que se dará lectura al manifiesto de la Campaña por el Trabajo Decente

 

Texto íntegro de la Carta del arzobispo con motivo de la XXVII Jornada Interparroquial de solidaridad con los Parados:

 

 

Jornada Interparroquial de Solidaridad con los Parados.

Mayo 2022

 

Queridos diocesanos:

En el calendario de los compromisos diocesanos recordamos la Jornada Interparroquial de solidaridad con los Parados. Agradezco sensibilidad de tantas personas preocupadas por afrontar este compromiso en nuestra sociedad.

Sin duda la pandemia del Covid 19 ha contribuido a aumentar el desempleo que está afectando económica y socialmente a no pocas familias. Si el trabajo dignifica a la persona hemos de concluir que su pérdida contribuye al deterioro de la misma en la realización personal. Os decía en mi última carta a este respecto que no es una cuestión menor. No considero fácil la solución a este problema pero ciertamente estaríamos en el camino de encontrarla si fuéramos capaces de poner a las personas en el corazón, buscando que no prevalezcan los propios intereses que no toman en conciencia el bien común.

La libertad humana se desarrolla y madura al abrigo de la austeridad responsable y también del sacrificio por los demás, tratando de construir la cultura del cuidado común. Nuestras sociedades necesitan de una savia que vehicule esos valores, los legitime con raíces profundas y trascendentes, y los promueva como incondicionales. El cuidado por los demás aviva nuestra inteligencia y todas nuestras capacidades para reconstruir nuestras sociedades y nuevas relaciones económicas que no hipotequen el desarrollo. “La solidaridad no es un simple sentimiento de compasión con los más débiles o con la persona necesitada que está junto a mí”, es “la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”, en palabras de san Juan Pablo II[1]“El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de caridad”[2].

Tengamos presente que “la política más eficaz para lograr la integración y la cohesión social es, ciertamente, la creación de empleo. Pero para que el trabajo sirva para realizar a la persona, además de satisfacer sus necesidades básicas, ha de ser un trabajo digno y estable… Un empleo digno nos permite desarrollar los propios talentos, nos facilita su encuentro con otros y nos aporta autoestima y reconocimiento social”[3].

Comparto la preocupación de tantas familias cuyos miembros están en paro y rezo por ellas. Os saluda y bendice en el Señor,

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1] JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 38.

[2] FRANCISCO, Laudato si’, 231.

[3] CEE, Iglesia, servidora de los pobres, Ávila 2015, 32.

 

Fuente: archicompostela.es