Presentación de la Campaña del Día de la Iglesia Diocesana: «¿Y si lo que buscas está en tu interior?»

El secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia pone en marcha la Campaña del Día de la Iglesia Diocesana que se celebra el 10 de noviembre.

Este año, la Campaña , con el lema ¿Y si lo que buscas está en tu interior?, gira en torno a las vocaciones, en sintonía con el Congreso Nacional de Vocaciones que se va a celebrar en Madrid del 7 al 9 de febrero, un encuentro que quiere ser una “gran fiesta” de la Iglesia para avivar el deseo y la necesidad de las vocaciones.

Como anticipo al Congreso, el Día de la Iglesia Diocesana nos invita a buscar “en tu interior” para descubrir “el plan que Dios tiene para ti”. Porque “todos queremos encontrar la felicidad en nuestra vida, pero a veces buscamos en el lugar equivocado”. Responder a la “llamada” resulta «transformador e invita a vivir con autenticidad, compromiso y plenitud”.

 

 

.A Pilar le gustaba su vida, aunque había algo que le faltaba. La muerte de su madre supuso “un clic fuerte” que le hizo preguntarse cuál era su lugar en el mundo. En Dios encontró la respuesta. No pensó en lo que renunciaba, sino en todo lo que se encontraba. Ahora es monja cisterciense, lo que le hace sentirse en el corazón de la Iglesia y del mundo. Esta vocación llena su vida. Aunque pueda parecer contradictorio, entrando en el interior realmente uno sale hacia los demás.

Montse: “Tuve muchas dudas… Quería también, pues oye, una vida de familia”

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Montse descubrió lo que es la entrega al conocer a unas misioneras. Pero quería una vida familiar. Ante la duda, Dios le dio la fuerza y le mostró el camino. Y así encontró su vocación. Ahora es misionera en Japón donde ha descubierto la tristeza de vivir sin sentido y los suicidios. Donde ha descubierto que hay una gran labor que hacer. Donde ha descubierto que puedes ayudar a que una persona recupere su dignidad. Y donde ha descubierto que transmitir el mensaje de Jesús es lo que le motiva y da sentido a su vida. Donde ha descubierto que ahí estaba Cristo y que es el lugar que Dios le tenía reservado para estar.
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Litus: “Yo he encontrado a Dios en el deporte”
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Litus era más caótico que católico. Su vida era el hockey y la fiesta. Pero la pérdida de su abuela le hizo plantearse que tenía que haber algo más. Si no porqué le faltaba algo teniendo todo lo que humanamente quería. En Medjugorje descubrió que podía hablar con Dios. Comenzó pidiendo ayuda para incorporarse con la Selección a los Juegos Olímpicos de Pekín. Pero terminó pidiendo ser simplemente feliz. Ahora es sacerdote ayuda a la gente a encontrar a Dios a través del deporte. O al menos, para que sea una un cauce de crecimiento personal.
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Pedro: “Descubro que todo eso por lo que he luchado al final no me da la felicidad”

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Pedro es ingeniero. Pero después de luchar por tenerlo todo -estudios, un buen trabajo, una buena posición- descubrió que ese todo no le daba la felicidad. Su vida cambió por un enfermo de Sida, del que se despidió con un hasta mañana que no se cumplió. Para la siguiente visita, ya había fallecido.Además de dar clases en un colegio, ahora es diácono. Y como diácono está especialmente llamado a servir a los pobres. A servir a Cristo a través de la caridad. 
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Diego: “Se trata de esperanza, que hay final feliz”

 

Diego perdió la esperanza en la adolescencia tras la muerte, en 15 días, de dos sacerdotes muy queridos. Una luz le llevó de nuevo al camino. Entró en una comunidad en la que encontró a su mujer y su vocación. Además de escritor y productor audiovisual, ahora es un laico que tiene como misión de evangelización acompañar a los jóvenes. Él sabe que puede aportar algo, sobre todo esperanza. Para que, como él, tengan también un final feliz.

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Fuente: conferenciaepiscopal.es