Vídeo del Papa. Noviembre 2024. Por los que han perdido un hijo: “¿Qué se puede decir a unos padres que han perdido a un hijo? ¿Cómo consolarlos? No hay palabras»”.
Oremos para que todos los padres que lloran la muerte de un hijo o una hija encuentren apoyo en la comunidad y obtengan del Espíritu consolador la paz del corazón.
Papa Francisco – Noviembre 2024
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La pérdida de un hijo puede ser el dolor más fuerte que un padre y una madre pueden sentir. No existe una palabra que logre describir un dolor tan profundo. Y es en este mes de noviembre, en el que tradicionalmente la Iglesia recuerda a los fieles difuntos, cuando el Papa en el Vídeo que acompaña su intención de oración, producido por su Red Mundial de Oración, nos invita a rezar junto a él por todos aquellos que han perdido un hijo. Además nos ayuda a reflexionar sobre como podemos consolar a estos padres, no con “las palabras de ánimo”, que aunque “dichas con la mejor intención”, “no sirven”, sino que Francisco nos invita a acompañar con «responsabilidad» a estos padres y madres que sufren esta desgarradora pérdida; a «escucharlos y estar cerca de ellos con amor», como Jesucristo cuidaba a los más vulnerables.
El Papa destaca la importancia de sostenerse entre familias, con la fe de por medio siendo un gran pilar para renacer la esperanza.
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Un dolor que te deja sin palabras
Estamos tan poco preparados para sobrevivir a la muerte de un hijo. «Vivir más tiempo que tu hijo no es natural», observa Francisco en el Vídeo del Papa de este mes, que ni siquiera nuestro diccionario tiene una palabra adecuada para describir esta condición de vida. “Fíjense que un cónyuge que pierde al otro es un viudo o una viuda. Un hijo que pierde a un padre, es un huérfano o una huérfana. Hay una palabra que lo dice. Pero un padre que pierde a un hijo… no hay una palabra. Es tan grande el dolor que no hay una palabra”.
No hay una palabra, nos recuerda el Papa, entre otras cosas, porque ante la pérdida de un hijo o una hija, las palabras “no sirven”. Ni siquiera las “de ánimo”, que “a veces son banales y sentimentales”, y que, “dichas con la mejor intención, por supuesto, pueden acabar agrandando la herida”. La respuesta es, por tanto, otra: más que hablar a esos padres, “hay que escucharlos, estar cerca de ellos con amor, cuidando ese dolor que tienen con responsabilidad, imitando la forma en que Jesucristo consolaba a los que estaban afligidos”.
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Renacer del dolor
Francisco recuerda que algunas familias, “tras sufrir una tragedia tan terrible como esta, han renacido en la esperanza”: la clave fue el apoyo de la fe, la presencia de ese “espíritu consolador” que el Papa invoca en su intención de oración para llevar “la paz del corazón”.
Los protagonistas del Vídeo del Papa de este mes, reúnen historias de gran dolor y esperanza.
Está el dolor de Serena, que se arrojó en los brazos del Papa Francisco en el hospital Gemelli para llorar a su pequeña Angélica, que acababa de morir de una enfermedad genética. Está el de Luca y Paola, los padres de Francesco, atropellado por un coche cuando tenía 18 años, en octubre de 2022: no ha pasado un día desde entonces sin que vuelvan al lugar del accidente, o lleven una flor a su tumba. También está la de Yanet, madre de William, asesinado a los 21 años por las bandas por su compromiso contra la violencia.
Pero no faltan imágenes de esperanza. Como las del grupo Naím, nacido en el seno de la comunidad de Romena, donde una vez al mes se reúnen con familias que han perdido un hijo. Naím toma su nombre del lugar no lejos de Nazaret donde Jesús se encuentra con una viuda cuyo único hijo ha muerto, y sin palabras toca el ataúd del niño muerto: una señal de que los gestos, ante un dolor tan grande, cuentan mucho más que las palabras.
Un llamado a la oración y la esperanza
Para Francisco, un dolor como el de la pérdida de un hijo, “tan lacerante y carente de explicaciones”, solamente “necesita quedarse agarrado al hilo de una oración», un grito dirigido a Dios en cada momento, que no resuelve la tragedia, sino que está habitado por preguntas que se repiten, preguntas que piden saber dónde estaba Dios en ese momento y que, al mismo tiempo, dan fuerzas para seguir adelante y encontrar consuelo en la oración
El Padre Cristóbal Fones S.J., Director Internacional interino de la Red Mundial de Oración del Papa, reflexiona: “El dolor de perder a un hijo es inmenso. Ante esta realidad, más que intentar decir muchas cosas, hemos de aproximarnos amorosa, gratuita y respetuosamente. Sabemos que Dios nunca deja de consolar y estar junto a quienes sufren. Es necesario acompañar esta realidad con cercanía y delicadeza, poniendo cuidado para encontrar el lenguaje adecuado que nos permita permanecer sin intentar negar ese dolor, sabiendo que nos mueve y anima siempre la esperanza en el Dios de la vida”. Fones invita a unirse en oración con el Papa para que el Espíritu Santo traiga la paz y el consuelo que solo Él puede otorgar a los corazones heridos por esta tragedia.
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Fuente: thepopevideo.org