La Archidiócesis de Santiago de Compostela en la Asamblea Final Sinodal. Así lo vivimos.

 

 

El 11 de junio celebramos en la Fundación Pablo VI en Madrid, la fiesta del Sínodo con la Asamblea Final, en donde se presentó la síntesis con la que se culmina la fase diocesana del Sínodo 2021-2023, “Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión” en España.

Y allí nos reunimos alrededor de 600 personas de todos los ámbitos eclesiales, de las 70 diócesis españolas. Han estado presentes 58 obispos; el nuncio apostólico en España; 80 sacerdotes; 360 laicos; así como más de 100 representantes de la vida consagrada: religiosas y religiosos, monjas de clausura, miembros de Institutos seculares, vírgenes consagradas; y miembros de otras confesiones religiosas, representando a los casi 220.000 implicados en este recorrido sinodal que comenzó a caminar el 17 de octubre de 2021.

En representación de nuestra Archidiócesis de Santiago de Compostela estuvimos presentes el arzobispo mons. Julián Barrio, su obispo auxiliar mons. Francisco Prieto, así como el delegado de Apostolado Seglar Javier Porro, el equipo sinodal diocesano, con sus coordinadores: Alfredo Losada y Conchi Maté, y varios laicos diocesanos muy implicados en grupos sinodales.

 

 

Fue toda una gran experiencia sinodal y así fue como lo vivimos:

 

«A nivel organizativo todo es mejorable, pero la mañana me pareció que aterrizó en lo que se pedía. Y el testimonio del interno del centro penitenciario de Teixeiro fue impresionante.

Tuve la oportunidad d compartir un poquitín del trabajo con el equipo sinodal d la CEE, un grupo humano compenetrado, profundo y con una visión a pie de calle».

Alfredo Losada,  coordinador del equipo sinodal diocesano y vicedelegado de Apostolado Seglar,  presidente de la HOAC en la diócesis de Santiago

 

«Yo sólo quiero agradecer. Así, sin más.

Me siento muy feliz de vivir este momento y de que me hayas tenido en cuenta junto con Manos Unidas. Algo nuevo está naciendo, ánimo»

Judith Lucachesky, delegada de Manos Unidas en Santiago y moderadora de un grupo sinodal.

 

«Lo del interno del centro penitenciario fue impresionante, muy emotivo. Me siento muy orgullosa de haber compartido con vosotros este día»

Juana María Taboada, catequista y secretaria del grupo sinodal parroquial de Santa Eulalia de Vilagarcía de Arousa

 

 

«Por mi parte ya le dado muchas gracias a Dios por permitirme vivir y compartir esta fantástica experiencia, especialmente con vosotros. Sin duda un ejemplo de verdadera experiencia sinodal. Una jornada muy intensa, pero en ningún momento se me hizo pesada. Todo en su justa medida. Me llevo mucho que aterrizar estos días.

Las diferentes intervenciones, cada uno en su estilo,  me encantaron, especialmente los testimonios porque me trasmitieron emoción con su experiencia personal en este proceso sinodal, con ciertas dificultades pero con gran esperanza y muy agradecidos. Se notaba que hablaban desde el corazón. El del interno del centro penitenciario, impresionante. El del representante de los protestantes agradeciendo la apertura de escucha por parte de la Iglesia católica a otras confesiones, me llamó la atención. Y los testimonios de los videos que mostraban la gran diversidad de las 70 diócesis, geniales. Todos incluidos.

El trabajo del equipo sinodal de la CEE con la síntesis final, fabuloso. Todos nos sentimos representados y no es nada fácil.

Y como colofón una Eucaristía compartida. 600 personas reunidas al encuentro con el Señor.  Obispos de todas las diócesis, sacerdotes, consagrados y más de 300 laicos. Muy participativa y alegre. Creo que ya estamos poniendo en practica lo que se pedía en las aportaciones de los grupos sinodales.

Lo que tengo claro que el Espíritu Santo,  aunque veces tenga que recalcularnos la ruta cuando nos desviamos, como el navegador, nos esta llevando a un mismo puerto: la Iglesia que Dios quiere y desea: una Iglesia en salida, caminando todos juntos. Y así seguimos caminando»

Marina Hernando, catequista y miembro de un equipo sinodal de la parroquia de Santa María de Pontevedra y miembro del equipo sinodal diocesano.

 

«Comuñón, codecision, corresponsabilidade,…  Alonxados, apartados, mulleres, xovenes…   Camiño, Sinodalidade

Oxalá todas estas palabras sigan resonando nos nosos oídos e cómo dixo o Cardenal Omella cheguen ao noso corazón, e a sinodalidade non se acabe aquí.

Síntome moi agradecida de poder participar con vós deste momento tan importante para a Igrexa»

Yolanda Sánchez, delegada de Pastoral Penitenciaria; moderadora del equipo sinodal de la cárcel de Teixeiro, miembro de la HOAC

 

 

«La invitación a participar en este proceso la acogí con bastante escepticismo. La conferencia de Luis Marín me dio la clave:  vivirlo desde el Espíritu. Hoy me siento agraciado, por eso quiero expresar mi agradecimiento por ese don, por poder recorrer esta etapa en vuestra compañía, por la jornada de hoy. El camino sinodal es , cómo nos dijeron en la Eucaristía, la herramienta para avanzar en comunión, y es también el mejor testimonio que podemos dar como Iglesia. Gracias de corazón»

Francisco Durán, miembro del equipo sinodal diocesano, vicedelegado de Apostolado Seglar, presidente de la ACdP en la diócesis de Santiago.

 

«En mi caso escepticismo es poco… Pero bueno, teneis mucho poder de convicción y por intentarlo una vez más no pasaba nada.

Ahora la sensación es muy positiva, no sólo que haya merecido la pena, siempre aprendo algo. Y hoy más, tengo que replantearme muchas cosas…

Creo que vamos, por fin, bien encaminados hacia una Iglesia para todos y de la que poder sentirnos orgullosos.

Somos un gran grupo, a seguir trabajando»

Rosa María Chico, catequista y voluntaria de Cáritas en la UPA de Bergondo. Moderadora de un grupo sinodal. 

 

 

 

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Crónica de la Asamblea Final del Sínodo en España, por Alfredo Losada, coordinador del equipo sinodal diocesano de Santiago

El pasado sábado, 11 de junio, tuvo lugar en Madrid la Asamblea Final Sínodal con la que concluyó la fase diocesana del Sínodo 2021-2023: «Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión» en España.

Se reunieron en esta jornada más de 600 representantes de todas las 70 diócesis españolas, de las congregaciones religiosas, de movimientos y distintos grupos eclesiales. De nuestra Archidiócesis de Santiago de Compostela participaron además del equipo sinodal diocesano, varios laicos implicados en los trabajos de los grupos sinodales en nuestra fase diocesana, acompañados de nuestros pastores, D. Julián y D. Francisco.

 

 

El coordinador del equipo sinodal de nuestra diócesis y vicedelegado de Apostolado Seglar , Alfredo Losada,  nos remite su crónica de lo más destacable en esta Asamblea:

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Palabras del Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza

El entusiasmo en el proceso ha sido excepcional, ha dicho el nuncio en España. La Iglesia en España ha sido movida por el Espíritu Santo, en los diversos ámbitos, haciendo visible una corresponsabilidad en la experiencia sinodal. Los encuentros mantenidos y los trabajos sinodales son una prueba de amor para con la Iglesia en España y el mundo en comunión con el Papa Francisco.

La experiencia de los encuentros ha sido una experiencia de ir juntos con el Señor: todos juntos en sinodalidad y disponibilidad hemos respondido a la invitación del Señor. Que sigamos caminando juntos incluso después del Sínodo de los obispos.

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Vídeo mensaje del cardenal Mario Grech

Bienvenido, Pueblo de Dios en salida, en camino. En nombre del equipo sinodal nos brota del corazón un ¡gracias!. Hemos vivido una experiencia de comunión. Esa es la verdadera experiencia sinodal. Los laicos han sido los grandes protagonistas.

 

 

Nuestra Iglesia española no partimos de cero: el Congreso de laicos nos ha facilitado este proceso sinodal. Seguimos caminando. El camino por recorrer es: el Espíritu Santo suscita a todos, estamos construyendo las bases de la Iglesia del futuro.

 

Testimonio del centro penitenciario

Un interno del centro penitenciario de Teixeiro ofreció un testimonio de la reflexión sinodal en la cárcel. En especial, su agradecimiento a Juan, el capellán, por su sonrisa y por hacer que los ruidos dentro de la prisión pudieran desaparecer al menos en el momento de la Eucaristía.
“Para mí el Sínodo ha sido gratificantes, hablar como hermanos, que aunque muchos nos dejaron atrás, la Iglesia no lo había hecho.

Teníamos una amistad más cercana. Hubo seis reuniones, en la que participamos doce compañeros. Por cada pregunta había doce respuestas diferentes, pero en una coincidíamos: guardamos un recuerdo bueno de nuestros párrocos.

Ha sido la ocasión de escucharnos en la Iglesia, porque había sido yo quién me había alejado de la Iglesia. Para mí lo más importante es que necesitamos perdonarnos a nosotros mismos y también perdonar a los demás. Estas reflexiones se las presentamos a don Julián. Nunca es tarde para escoger el camino correcto y para amar y dar gracias a Dios.”

 

Somos familia que nos reunimos para hacer Iglesia

Ha habido un impacto en los laicos, ha habido grandes experiencias, escuchas y experiencias valiosas en cárceles, en residencias, en alumnado promovido por profesores de religión, etc-
La sensación general es de gratitud, lo más valorado es el proceso mismo, la experiencia de comunión. No se trataba de rellenar un cuestionario, sino una manera de seguir trabajando.
Vivimos un tiempo especial de gracia, es el Espíritu Santo el que inspira, y entendemos que nos llama a una fuerte conversión personal, comunitaria y pastoral. Hay un llamado a vivir una espiritualidad fuerte que nos ayude a madurar en nuestro compromiso. Nos preocupa que la conversión debe afectar a la organización de nuestra Iglesia para que todas las estructuras se vuelvan más misioneras.

 

 

Subrayados (a modo de decálogo) de Síntesis

Se destacaron por parte de los asistentes al Encuentro diez puntos: la necesidad de una conversión personal, que nos lleve a la esencia de nuestra misión: evangelizar; una apuesta por impulsar procesos formativos integrales, continuos y permanentes; una renovación de las celebraciones litúrgicas, haciéndolas más participativas y comunitarias; continuar trabajando con espíritu sinodal en la vida diocesana y de toda la Iglesia; el papel de la mujer en la Iglesia: se ve imprescindible su presencia en los órganos de responsabilidad y decisión de la Iglesia; superar el clericalismo “bilateral” (exceso de protagonismo de sacerdotes y defecto en la responsabilidad del laicado); necesidad de promover el acompañamiento, tanto a sacerdotes, como laicos y laicas que trabajan en la vida social; una apuesta decidida por la pastoral rural y por un acercamiento a los jóvenes; la complementariedad de las tres vocaciones y un redescubrimiento del bautismo; la familia como elemento de evangelización.

En definitiva: percibimos que estamos asentando las bases para una nuevo modo de trabajar y de ser Iglesia, y ello ilusiona y anima al Pueblo de Dios que peregrina en España.

 

 

 

 

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Concluye la fase diocesana del Sínodo 2021-2023 con una Asamblea final el 11 de junio en Madrid

 

La Iglesia en España celebró el sábado 11 de junio la fiesta del Sínodo. Pasadas las 11.00 horas daba comienzo, en la Fundación Pablo VI, la Asamblea final con la que se cierra la fase diocesana del Sínodo 2021-2023.

 

 

Han sido testigos de este gran acontecimiento de la Iglesia en España alrededor de 600 personas de todos los ámbitos eclesiales. Han estado presentes 58 obispos; el nuncio apostólico en España; 80 sacerdotes; 360 laicos; así como más de 100 representantes de la vida consagrada: religiosas y religiosos, monjas de clausura, miembros de Institutos seculares, vírgenes consagradas; y miembros de otras confesiones religiosas.

 

 

El momento central del encuentro llegó a las 12.30 h. Es el tiempo marcado para conocer la síntesis final. Isaac Martín, laico de la diócesis de Toledo; Dolores García, presidenta del Foro de Laicos; y Olalla Rodríguez, laica de la Renovación carismática católica son las voces del equipo sinodal que ha redactado este documento a la luz de todas las aportaciones que se han recibido desde las 70 diócesis, de la vida consagrada, movimientos, asociaciones y todos aquellos colectivos o personas individuales que han querido sumarse a esta invitación del papa Francisco.

 

 

La presentación de esta síntesis es una radiografía de lo que ha supuesto la fase diocesana del Sínodo en la Iglesia peregrina en España. El acontecimiento eclesial que ha conseguido convocar a más gente para un trabajo continuado en la experiencia de la Iglesia en España. Ha implicado a casi 220.000 personas, con más de 14.000 grupos, la mayoría en parroquias, pero también en numerosas congregaciones religiosas, regionales, monasterios de clausura, Cáritas diocesanas, movimientos y asociaciones laicales e institutos seculares.

 

 

Descargar Síntesis

 

Lo más valorado ha sido el proceso mismo: una Iglesia que se encuentra para escucharse y ponerse en discernimiento, dando continuidad al camino que se emprendió en el Congreso de Laicos de febrero 2020.

De hecho, este movimiento sinodal comenzó su andadura superando las dificultades de la pandemia y de la falta entusiasmo, especialmente por parte de algunos sacerdotes. Y al terminar el proceso, los grupos han mostrado su profundo agradecimiento por este tiempo vivido: un momento de gracia, construido desde la escucha mutua, activa y respetuosa, la apertura para hablar con franqueza, compartiendo experiencias gratificantes y con intercambios constructivos.

Desde los grupos sinodales se lanzan dos ideas para avanzar en la misión de la Iglesia: la conversión personal y la proximidad. Una fuerte conversión personal, comunitaria y pastoral a través de la oración, los sacramentos y la formación. Y la proximidad, siendo una Iglesia que escucha, acompaña y se hace presente donde están quienes necesitan tanto acompañamiento material como espiritual.

Para hacerlo posible se resalta la importancia de la complementariedad y la corresponsabilidad de las tres vocacioneslaicado, sacerdocio y vida consagrada. Para ello, se advierte, hay que evitar el clericalismo, la falta de compromiso laical o perder la esencia de la vida consagrada. Y crecer en la identidad que cada uno tiene y en su misión en cada campo de la Iglesia.

En las aportaciones de los grupos de trabajo se resumen tres llamadas entrelazadas entre sí.  Crecer en sinodalidad, lo queexige formación en sinodalidad, capacidad de acogida, escucha activa, comprensión, acompañamiento y discernimiento. Dar cabida a las preguntas con el fin de conocer, a partir de la escucha abierta a las aportaciones de todos, el plan de Dios para este tiempo y para este lugar. Promover la participación de los laicos, empezando por definir los asuntos respecto de los cuales sus participaciones tienen carácter decisorio, especialmente en aquellos campos que son más propios de su vocación en el mundo. Y superar el clericalismo, compartiendo responsabilidades, lo que también implica, en ocasiones, vencer la pasividad y la falta de implicación de muchos fieles laicos en la edificación de la Iglesia.

 

 

Los participantes evaluaron el proceso sinodal, que ha obtenido un 7,5 . El resultado de los trabajos por grupo se resume en diez ideas fundamentales: Conversión personal, Formación, Liturgia, Sinodalidad, Mujer en la Iglesia, Clericalismo bilateral, Acogida, Discernimiento, Pastoral familiar y jóvenes, Continuidad del proceso. También se han expuesto algunas lagunas: La ausencia de niños, mayores y discapacitados, Pastoral vocacional y la referencia al diaconado permanente y Palabra, Primer anuncio, misión, comunicación.

 

 

Después de exponer los resultados de los trabajos por grupos, el arzobispo emérito de Zaragoza, Mons. Vicente Jiménez, coordinador del equipo sinodal, ha entregado al presidente de la CEE un pendrive con la síntesis final y las nuevas propuestas. Una vez incorporadas, la síntesis se enviará a la Secretaría General del Sínodo junto con todos los materiales y anexos recibidos.

 

 

 

Ya por la tarde, a las 17.00 horas, se ha celebrado la Eucaristía para dar gracias al Padre por haber puesto a la Iglesia universal en el camino sinodal”, como ha señalado el cardenal Omella al iniciar su homilía. Agradecimientos también al Santo Padre y a los grupos sinodales por todo el trabajo realizado en esta fase diocesana. “Estoy seguro de que, pese a las dificultades que hayan podido surgir, todos nos hemos sentido llamados a hacer camino juntos, animados por el Espíritu Santo”. También ha resaltado la importancia de que “este proceso que hemos iniciado no se acabe hoy aquí. Que no sea un momento puntual, sino el inicio de un largo recorrido, porque el Señor nos quiere juntos, quiere que avancemos juntos como «pueblo de Dios en marcha» bajo la guía del Espíritu Santo”. «Estamos llamados a ser signo de comunión en medio de nuestra sociedad«, para ello «es necesario romper los muros que nos separan y tender puentes. Que estos trabajos del Sínodo nos enseñen a acoger a los demás, a superar las diferencias y a contemplar a nuestros hermanos con la mirada de Dios Padre. Seamos una Iglesia sinodal, como la que nos pide el papa Francisco: una Iglesia en salida, misionera, familiar, con las puertas abiertas.”

 

Descargar Homilia

 

 

El secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello, ha sido el encargado del acto final de envío: “ahora, somos enviados a seguir peregrinando como discípulos-misioneros por quien es Camino, Verdad y Vida y a sembrar en nuestra sociedad la novedad del Evangelio. Salgamos a los caminos “sin que nos escandalicen y desanimen las dificultades, pues la mesa de la Comunión está definitivamente puesta y la senda de la Misión está definitivamente abierta”.  “Id, amigos y hermanos. El Señor os envía como sembradores de la buena semilla del Reino. Ahondad en vuestra participación en el Misterio, para que la Comunión se afiance y ensanche y la Misión se adentre en la espesura de la historia, hasta que Él vuelva”. Con estas palabras ha concluido  la fase diocesana del Sínodo 2021-2023: “Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión”.

Como símbolo de “envío” se ha entregado a los participantes un pequeño saquito de semillas, elaborado por las Monjas Concepcionistas de Osuna (Sevilla).

 

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Concluía así esta Asamblea convertida en un día festivo, de encuentro, de experiencias compartidas y con la esperanza puesta en este camino que se ha comenzado, pero que hoy no termina.

 

Más información en el siguiente enlace: https://www.conferenciaepiscopal.es/asamblea-final-del-sinodo-junio-2022/

 

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